pontevedra© Gonzalo Azumendi

Pontevedra: el hogar de los hórreos y los surfistas

Entre la capital pontevedresa, en la desembocadura del río Lérez, y la isla de La Toja, recorremos en coche la orilla norte de la ría de Pontevedra y el extremo sur de la de Arosa. En el camino iremos reconociendo lugares tan bellos y famosos como Combarro, con su gran colección de hórreos mirando al mar, y la kilométrica playa de La Lanzada, paraíso de los aficionados al surf


Actualizado 28 de septiembre de 2021 - 19:58 CEST

Pontevedra es una ciudad para disfrutar, paseando por esas rúas de granito verdinoso donde las casas nobles se alternan con tabernas de las que sale un olor delicioso, sentados en las terrazas de sus plazas de reminiscencias gremiales (de la Verdura, de la Leña, de la Herrería…), rodeados de soportales y camelios, también en las calles que confluyen en la plaza de las Cinco Rúas, donde se alza un magnífico cruceiro, o visitando el santuario de la Virgen Peregrina y la basílica de Santa María. Se está tan bien en la capital pontevedresa que se corre el riesgo de no querer salir de ella y quedarse a este lado del Lérez, viendo pasar a los peregrinos por el puente del Burgo, donde comienza la ría de Pontevedra.

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

© Gonzalo Azumendi

La playa urbana de Silgar, la principal de Sanxenxo, de 800 metros de longitud y recorrida por un paseo marítimo.

Esta ruta empieza cruzando otro puente, el de la Barca, para seguir por la carretera PO-308. A solo cuatro kilómetros de la capital se halla el antiquísimo monasterio de Poio, que aparece citado por primera vez en el año 942, aunque se sabe anterior. Impresiona, por su serena belleza renacentista, el claustro de las Procesiones, y, por su tamaño, el hórreo que hay en la parte trasera, el más grande de Galicia.

Aunque, para hórreos, los 60 de Combarro, el pueblo más fotografiado de las Rías Baixas. La mitad de ellos alineados junto al mar. En la localidad también hay siete cruceiros, con la Virgen mirando a la ría, como los hórreos.

© Gonzalo Azumendi

Alineados al borde de la ría, los numerosos hórreos de Combarro son todo un ejemplo de arquitectura popular.

A partir de aquí se suceden las playas, hasta llegar a Silgar, la principal de Sanxenxo, de 800 metros de longitud. En realidad, las playas de este municipio y de Portonovo son calitas recoletas comparadas con la de La Lanzada, un arenal de 2,5 kilómetros que aparece nada más dejar atrás la ría de Pontevedra, en el extremo sur de la de Arosa. La playa gusta mucho a los delfines y a las aves migratorias que recalan detrás de ella –más de 13.000 en invierno–, en el Complejo Intermareal Umia-O Grove.

Bordeando La Lanzada pasamos a la península de O Grove, que hasta el siglo xviii era solo isla. Fue la arena arrastrada por los vientos del suroeste, los mismos que impulsan hoy a los kitesurfers en la playa, la que creó el istmo que une la península a tierra firme y separa las aguas bravas del océano de las mansas y someras del mencionado complejo. Todo esto se ve muy bien desde el centro de interpretación del espacio natural, que está en lo más alto de la península, en la cima del monte Siradella, a 167 metros sobre el nivel del mar.

© Gonzalo Azumendi

La ermita románica de Nuestra Señora de la Lanzada, a la que acuden las mujeres que buscan tener un hijo para cumplir con el ritual de dar nueve vueltas al santuario y bañarse en el mar hasta contar nueve olas, es buen lugar para contemplar el arenal del mismo nombre.

En San Vicente, en el extremo suroeste de la península de O Grove, podemos estirar las piernas en el paseo de Piedras Negras, un precioso camino de tablas que va serpenteando por el abrupto litoral hasta las playas salvajes de Abelleira y Canelas. Mejor al atardecer, cuando el sol tiñe el océano de naranja y en el horizonte se recorta la silueta de la isla de Ons.

Atravesando en coche toda la península, nos situamos en O Grove y, por el puente de La Toja, cruzamos a esta isla famosa por sus aguas termales, sus jabones, sus lujosos hoteles, su campo de golf y su ermita de San Caralampio, o de las Conchas, puesto que sus muros están cubiertos con ellas. En el puente del Burgo, en Pontevedra, también hay vieiras, pero de piedra.

© Gonzalo Azumendi

© Gonzalo Azumendi

No dejes de...

Iniciarte en el surf en la Playa de la Lanzada. Este istmo arenoso que une la península de O Grove con Sanxenxo está considerado uno de los mejores de Galicia para ello. Prado Surf (pradosurfescola.com), Mission (missionsurfschool.com) y Waipia Surf School (waipiasurfschool.es) ofrecen cursos y material de alquiler. También organizan paddle surf, kitesurf, kayak, buceo y snorkel.

Guía práctica

Guía práctica

© Gonzalo Azumendi

Entre la península de O Grove, La Lanzada y la zona suroeste de la ría de Arosa se extiende el Complejo Intermareal Umia-O Grove, la zona húmeda más valiosa de Galicia y una importante reserva ornitológica.

Cómo llegar

De Pontevedra a La Toja hay 33 kilómetros siguiendo la ruta propuesta sin apartarse de la costa, pasando por Poio, Combarro, Sanxenxo, la playa de La Lanzada y O Grove.

Qué ver

Pontevedra. Además de las plazas de la Herrería, de la Verdura y de la Leña, con buenos bares y terrazas, hay que visitar el santuario de la Virgen Peregrina y la basílica de Santa María. Monasterio de Poio. En realidad, son dos: el benedictino, con su templo y sus dos claustros (del Crucero y de las Procesiones), que data del siglo X, y el mercedario, de mediados del XX. Cuenta con el hórreo más grande de Galicia. También hay hospedería (monasteriodepoio. es). Combarro. Posee la mayor concentración de hórreos de la región, alineados junto al mar, sobre una orilla de granito. Sanxenxo. Hasta 24 playas, y muy buenas, tiene el municipio con más banderas azules de Europa. La de Areas es la mejor. Desde aquí se puede hacer una visita a la isla de Ons con Cruceros Rías Baixas (crucerosriasbaixas.com). Playa de la Lanzada. Además de la propia playa, que es fantástica, sin construcciones a la vista, de 2,5 kilómetros de longitud, su entorno es excepcional: al norte, la península de O Grove; al este, el Complejo Intermareal Umia-O Grove; al sur, la ermita románica de Nuestra Señora de la Lanzada y, al oeste, la isla de Ons. Península de O Grove. Imprescindible subir al monte Siradella para visitar el centro de interpretación del Complejo Intermareal Umia-O Grove (tel. 986 68 02 84) y para contemplar desde lo alto la playa de La Lanzada y las aves que recalan en las aguas someras que se remansan detrás del arenal. Isla de La Toja. Su principal reclamo han sido, desde siempre, sus aguas termales (balneariolatoja.es), pero el atractivo turístico número uno es la capilla de las Conchas.

Dónde dormir

Parador de Pontevedra (Pontevedra, parador. es). Palacio renacentista del siglo XVI en pleno casco antiguo, con jardín de camelias y restaurante de cocina tradicional. Natura Petit Hotel (Noalla, naturapetithotel.com). Pequeño hotel con encanto cerca de la playa de La Lanzada. Su restaurante es uno de los mejores de la zona. Puente de La Toja (O Grove, hotelpuentedelatoja.com). Tres estrellas moderno, impecable, junto al puente de La Toja. Talaso Hotel Louxo La Toja (La Toja, louxolatoja. com). Habitaciones amplias con vistas a la ría. Centro de talasoterapia y buen restaurante.

Dónde comer

Eirado da Leña (Pontevedra, eiradoeventos.com). Cocina gallega actualizada. El lema de su chef Iñaki Bretal: producto, producto y producto. Estar en la plaza de la Leña, la más bella de la ciudad, eleva al cuadrado su atractivo. Una estrella Michelin. Casa Solla (Poio, restaurantesolla.com). Alta gastronomía en una antigua casa de campo a dos kilómetros de Pontevedra, con cocina a la vista de Pepe Solla. También con estrella Michelin. Chiringuito de Foxos (La Lanzada, tel. 673 82 21 11). Chiringuito de verano en la playa de Foxos, al lado de la ermita de La Lanzada. La paella es lo mejor, pero también los berberechos, las navajas y el churrasco. Finca La Atlántida (O Grove, senscatering.es). En la ladera del monte Siradella, en una finca con vistas a la playa. Menús de cocina gallega contemporánea. Beiramar (O Grove, restaurantebeiramar.com). Uno de los mejores sitios de las Rías Baixas para comer pescado y marisco. Recomendables el salpicón y el arroz con bogavante.

Más información

Rías Baixas, turismoriasbaixas.com