,type=downsize)
Hay una Marbella alejada de las fiestas y el ruido, una Marbella que cuida su cultura, que mima sus raíces y tradiciones y muestra su belleza de pueblo andaluz en sus calles estrechas y casas encaladas con macetas repletas de flores y olor a jazmín y azahar. Es la Marbella del casco antiguo, donde el día discurre a otro ritmo, y no llega el bullicio de Puerto Banús. Un espacio que recupera la esencia del pueblo agrícola y pesquero que fue y que, a principios del siglo XX, se convirtió en motor de la industrialización de Málaga donde las familias pudientes construían palacios y casas señoriales.
© La CiudadelaEs hora de redescubrir la verdadera Marbella y nada mejor que empezar por La Ciudadela (laciudadelamarbella.com/es), una colección de exclusivos hoteles en alguna de las ubicaciones más privilegiadas de ese casco histórico que tanto pone en valor. Maison Ardois, el primero de los hoteles abiertos, se encuentra en la calle Ancha, en una preciosa casa-palacio que perteneció a los Ardois, una de esas familias pudientes dedicadas a la industria minera a principios del siglo XX. La casa ha sido rehabilitada manteniendo los elementos que la dotan de singularidad y que forman parte de la estructura original del edificio, de su historia y la de la familia que lo habitó. Preciosos suelos hidráulicos con motivos geométricos producidos en la histórica fábrica malagueña de José Hidalgo Espíldora, techos con vigas de madera y bovedillas, pequeños ventanucos que asoman a la estructura original del edificio en cuarcita...
© La CiudadelaEn su restauración todos los espacios se han diseñado de manera exclusiva, apostando por el lujo y la sofisticación sin ostentaciones. Cuenta con tan solo 9 habitaciones, cada una de ellas es diferente, con camas de alta gama, elegantes salones y baños llenos de detalles, con las amenities que, como no podía ser de otra forma, aquí son de Loewe o Guerlain o los secadores y planchas para el cabello de GHD.
UNA GASTRONOMÍA DE ALTURA
A la hora de disfrutar de la gastronomía no hay que ir muy lejos porque el chef Pablo Rebollo, formado en las cocinas de Mugaritz, nos presenta en el restaurante Thaissence, ubicado en la planta calle del hotel, una carta de alta cocina basada en una fusión de cocina tailandesa y peruana reinterpretadas a la malagueña y todo maridado con una de las cartas más extensas de vinos de la ciudad, en la que tienen cabida desde vinos de Nueva Zelanda a la Borgoña o el mejor albariño de las Rías Baixas. Hay que probar la causa malagueña, la croqueta vegetariana, el salmón marinado, el guacamole, el atún… y qué decir de sus postres, pues que quitan el sentío.
© La CiudadelaY toma nota, porque aquí está el nuevo place to go de Marbella, un rooftop bar ubicado en la terraza del hotel con las mejores vistas de la ciudad. ¿Te apetece un cóctel de tarde o de noche? Este es el sitio de moda.
© La CiudadelaNo te lo pierdas: Este verano... ¡nos vamos de chiringuitos por Málaga!
EXPERIENCIAS BESPOKE
A medida, como el traje que te hace el mejor de los sastres artesanos, así son las experiencias que ofrece La Ciudadela. Si lo que apetece es disfrutar de la gastronomía, dar un paseo en velero, una ruta guiada por la ciudad y su entorno, un paseo por la sierra, una clase de yoga en la playa, actividades náuticas y hasta un concierto de flamenco en privado... Lo que quieras y como quieras. Su departamento de guest experience escucha y lo hace realidad, ¿no es eso el verdadero lujo? Los mejores recuerdos para llevarnos a casa son siempre las experiencias vividas.
© E.P.
© E.P.No te lo pierdas: Málaga más allá del mar, por sus pueblos más desconocidos
UN PASEO POR EL CASCO HISTÓRICO
Para descubrir el casco histórico de Marbella lo mejor es perderse por sus laberínticas callejuelas, y mucho mejor si se hace sin rumbo, dejándonos guiar por el aroma de las buganvillas y parándonos a curiosear en sus pequeñas tiendas de ropa y artesanía, dejando de lado por una vez el Google maps y siguiendo nuestro instinto.
© E.P.En algún momento del recorrido seguro que recalaremos en la plaza de los Naranjos, donde está el Ayuntamiento, pasearemos junto a la muralla, el castillo, la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación o la ermita del Santo Cristo de la Veracruz del siglo XVI.
© ShutterstockPara compras, hay que pasar por el atelier de cerámica de Ana Ortiz ( Huerta Chica, 3), una marbellí que diseña maravillosas piezas artesanales, algunas de ellas las encontraréis en los hoteles de La Ciudadela. O por D.Oliva (dolivaonline.com), para hacernos con un buen aceite o incluso hacer una cata allí mismo.
© E.P.Si lo que apetece es hacer algo muy tradicional, como sentarnos a merendar unos churros (que aquí son una rosca redonda), el lugar es Churrería Ramón (churreriaramon.es) o si preferimos tomar un pescado fresco o marisco, El Altamirano, uno de los restaurantes más tradicionales del casco antiguo, de toda la vida. Después del paseo será el momento de reposar y darnos cuenta de que hemos caído rendidos de nuevo a Marbella, pero a esta Marbella.
© E.P.No te lo pierdas: La otra Marbella, planes diferentes (e inesperados) más allá de la playa
MUY PRÁCTICO
Marbella se encuentra a 57 kilómetros de Málaga, comunicada a través de Renfe, AVE y el aeropuerto internacional (a 48 kilómetros) con los principales destinos tanto nacionales como internacionales.
La ciudad es perfecta para una escapada de otoño, porque su temperatura media anual oscila entre los 18º y los 20º gracias a las montañas de Sierra Blanca, a espaldas de la ciudad, que la protegen, disfruta de un pequeño microclima durante todo el año.
El grupo La Ciudadela de Marbella (laciudadelamarbella.com) cuenta actualmente con tres exclusivos hoteles boutique: Maison Ardois, abierto en la calle Ancha del casco histórico de Marbella. El hotel Santo Cristo, de próxima apertura este otoño, en la céntrica plaza de Santo Cristo, una antigua casa andaluza del siglo XIX con una arquitectura que recuerda a un funduq musulmán, grandes edificios que se organizaban en torno a un gran patio central, con 15 habitaciones decoradas con elementos naturales y artesanías. En la plata calle del hotel el restaurante La Bouganvilla ofrece alta cocina mediterránea con una clara apuesta por el producto natural; y en el ático podemos tomar una copa o un cóctel al atardecer en su rooftop donde, en una exclusiva zona privada, hay incluso un jacuzzi desde el que se disfrutan unas vistas inmejorables de la ciudad.
El último de los hoteles que abrirá sus puertas será El Castillo, el tercero de esta colección exclusiva, y el único construido dentro de la muralla de Marbella.
© La CiudadelaY más en Málaga:
Una ruta sorprendente de pueblos, paisaje y gastro por La Axarquía
