Si no conoces Tailandia y quieres veranear en la playa, este año puede ser un buen momento, ya que Phuket abre sus puertas a los viajeros vacunados sin requisitos de cuarentena. Es un destino vacacional en toda regla, con playas de tramos solitarios y otras súper urbanizadas; hoteles de aire bohemio-boutique y resorts de cinco estrellas; locales after-hours y tranquilas teterías zen; comida street food y ¡estrellas Michelin!
Phuket es también un paraíso para disfrutar de fondos marinos espectaculares, experimentar los placeres de la navegación y practicar deportes acuáticos. O simplemente no hacer nada y abandonarse al relax de un masaje tailandés. Un lujo al alcance de todos los bolsillos.
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UN MASAJE DE BIENVENIDA
En cualquiera de las playas urbanizadas que elijas para tu estancia –prohibido hacer topless y fumar– tienes la posibilidad de darte un verdadero masaje tailandés. Por ejemplo, 2 horas en cualquiera de los centros repartidos por la isla de Oasis Spa (oasisspa.net) te costará 50 €, y puedes recibirlos en días alternos. Además, te pueden llevar y traer en coche, por lo que solo tienes que relajarte y gozar.
PLANES DE PLAYA
Las playas de Karon Beach y Kata Beach son muy parecidas: de arena fina y muy apropiadas para ejercitarte en todos los deportes náuticos que se te antoje a pie de arena. Tienen tramos semi salvajes que alternan con áreas urbanizadas (con sombrillas y tumbonas), y en primera línea se alinean muchos hoteles. Pero nada que ver su tranquilidad con el ambiente de la famosa Patong Beach, la «reina de la noche». A la caída de la tarde, las calles de Patong estallan en luces de colores y la música disco suena con fuerza. En Patong abre sus puertas Baan Rim Pa (baanrimpa.com), uno de los mejores restaurantes de Tailandia y con una de las bodegas mejor surtidas del país. Resulta todo un placer ponerse en las manos de Nid, la sumiller, y conversar sobre vinos del mundo. El albariño y el tempranillo no le son desconocidos, pero seguro que te recomendará un vino más exótico. Cocina real tai. Excelencia en la mesa.
Si prefieres un retiro vacacional más sosegado, a pocos kilómetros de Patong está Thalang, donde el lujo asiático se llama Dusit Thani Laguna (dusit.com), un exclusivo complejo ubicado en la playa de Bang Tao. Acoge el restaurante Ruen Thai, otra de las grandes referencias gastronómicas, que tiene la peculiaridad de tener en su carta un plato Michelin: langosta flameada servida con curry rojo (45 €). Espectacular.
Más al sur de la isla encontramos la playa de Rawai, interesante porque en este puerto pesquero todavía podemos ver las típicas embarcaciones de pesca tailandesas.
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VAMOS A BUCEAR
El buceo en toda regla (con botella) o solo con gafas y tubo es una de las actividades lúdicas más interesantes de la isla. La mejor opción es embarcarse en uno de los barcos que parten diariamente desde el pier (puerto) de Chalong y llevan a las islas donde las condiciones para la inmersión y la visibilidad del agua están garantizadas. La empresa HYPE (hypeboatclub.com) opera con unos modernos catamaranes que apenas se mueven con el oleaje. El crucero, que dura todo el día, incluye bufé y equipamiento para bucear. Tienen cócteles y champán a bordo que, naturalmente, se paga aparte.
En la travesía se visita la isla Koh Hae (Coral Island), una playa de arena de coral dotada de chiringuitos con áreas sombrías al amparo de las palmeras. Todo muy organizado y cómodo. Desde el catamarán se accede a la playa por medio de unas pasarelas hinchables que conducen directamente a la arena. Un baño agradable en aguas templadas.
Después la navegación se sigue hasta una isla rocosa tupida de terciopelo verde: Racha Island. Un lugar casi inaccesible a pie, pero ideal para sumergirse junto a las rocas. Para los más experimentados, bajar al paraíso marino es un auténtico placer. Los que quieran probar suerte buscando alguna raya marmolada o un tiburón ballena están en el lugar indicado. Aunque también, pertrechados solamente con gafas y tubo, se puede ver todo un surtido de peces de colores: payaso, mandarín, arco iris; y corales azules, estrellas de mar…
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GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR A PHUKET
La isla más grande de Tailandia está situada al suroeste del país. Tiene aeropuerto internacional, lo que significa que no hay que hacer escala en Bangkok, la capital, para aterrizar en la playa. Qatar Airways y KLM tienen vuelos a Phuket con escala en Doha y en Ámsterdam respectivamente. Emirates, con escala en Dubai, desde Madrid y Barcelona, con precios desde 425 €.
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El clima de Phuket, es tropical, con temperaturas altas todo el año. El verano es época de lluvias, pero son de esas que hacen mucho ruido durante unos minutos y luego vuelve a salir el sol, refrescando el ambiente. Además, nuestro período vacacional coincide con la temporada baja para los tailandeses, por lo que los precios bajan.
DÓNDE DORMIR
La cadena Rosewood (rosewoodhotels.com/en/phuket) tiene un magnífico hotel cerca de Patong, con todos los caprichos imaginables, incluido un restaurante con platos Michelin Big Gourmand. Dusit Thani (dusit.com/dusitthani/lagunaphuket) es otro alojamiento de lujo en el área de Laguna Beach y una opción perfecta para los que no quieren salir del hotel.
QUÉ VISITAR
La ciudad de Phuket tuvo un pasado en el que los edificios chino-portugueses lucían una arquitectura muy personal, aunque ahora ya quedan pocos. La mayoría de ellos albergan negocios de souvenirs, tiendas de telas, o restaurantes baratos. La antigua Escuela de cocina Blue Elephant (blueelephant.com), ubicada en un palacete antiguo, es una excepción. Si eres «cocinillas», aquí puedes pasar un día muy instructivo. Otras visitas recomendadas son el Gran Buda y al Templo de Chalong.