PRAGA
Al Castillo, el Puente Carlos o el Reloj, Praga suma una razón de peso para descubrir con más alegría la capital de la República Checa: la cerveza. Y es que sus habitantes tienen el honor de ser los que más consumen esta bebida del mundo. Imprescindible para los más cerveceros es U Fleku (en.ufleku.cz), la fábrica más antigua y famosa de Praga, de 1499 nada menos (en la imagen). En las largas mesas de sus salones o en su jardín se puede degustar una de sus exclusivas cervezas de 13º junto a platos tradicionales checos. También tiene historia U Zlatého Tygra (uzlatehotygra.cz). Para otros momentos, hay que probar la sauna de cerveza de Original Beer Spa (beerspa.com) y pasar por el barco-fábrica Loď Pivovar (lodpivovar.cz).
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MÚNICH
El nombre de esta ciudad bávara está indisolublemente asociado al Oktoberfest, la fiesta de la cerveza por excelencia (en la imagen). Y es que la tradición cervecera en Múnich es prácticamente un modo de vida. Para descubrirla están sus biergärten, al aire libre; y las fábricas en las que se elaboran cinco de las más conocidas cervezas alemanas: Augustiner, Paulaner, Hacker-Pschorr, Hofbräu, Löwenbräu y Spaten-Franziskaner. Nadie debería perderse una visita a la Hofräuhaus, una de las cervecerías más antiguas de la ciudad, que data del siglo XVI, donde se disfruta de una cerveza bajo sus bóvedas con música tradicional en vivo.
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DUBLÍN
Más allá del whiskey, la capital irlandesa es conocida por la cerveza negra más deseada del mundo, de la que se fabrican 10 millones de pintas al día. Tomarse una Guinness en un pub de Temple Bar con música en directo, es casi un ritual para los amantes de esta bebida. Como lo es visitar el museo Guinness Storehouse (guinness-storehouse.com), instalado en la histórica fábrica de St James’s Gate, donde se elabora desde 1759. Después de conocer todo el proceso de su creación y cómo se tira una pinta, nada como degustar una negra cremosa en el bar Gravity del último piso mientras se admira una fantástica vista de la ciudad desde las alturas.
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BERLÍN
Es imposible no pasear por una ciudad tan innovadora y vibrante como la capital alemana y no sucumbir a sus cervezas y a sus biergarten (zonas donde se degustan al aire libre). Por todo Berlín existen microfábricas que cuentan con una pequeña taberna, restaurante o jardín, y, además, ofrecen visitas guiadas o cursos para aprender a elaborar cervezas, como Eschenbräu (eschenbraeu.de) o Brauhaus Spandau (brauhaus-spandau.de). Original resulta la experiencia de alquilar una BeerBike (beerbike-in-berlin.de) e ir catando cervezas sobre cuatro ruedas durante un paseo por la ciudad.
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BRUSELAS
Cuando la Unesco declaró hace unos años la tradición de la cerveza belga como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad reconocía la diversidad del arte cervecero en el país, la intensidad con la que es consumida y su integración en la vida diaria y festiva de sus habitantes. Solo en Bélgica hay 200 fábricas que producen 1500 tipos de esta bebida elaborada con cebada, agua y lúpulo. Para empaparse de esta tradición en su capital hay que pasar por el Museo de Schaerbeek de la Cerveza, visitar una de sus númerosas fábricas, como Cantillon (cantillon.be), sentarse en una de sus brasseries –Atlas, Whitbread…– y acabar en Delirium, el bar que tiene el record guinness de la mayor variedad de cervezas del planeta (en la imagen). Trapenses, lámbicas, dubbel, trippel… todo un mundo por descubrir.
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FREISING
A unos 30 kilómetros al norte de Múnich, los amantes de la cerveza tienen en esta ciudad alemana otro de sus lugares de culto. Y todo porque aquí se encuentra la fábrica de cerveza más antigua del mundo aún en funcionamiento, ¡se fundó en 1040! Sus artífices, los monjes benedictinos de la abadía Weihenstephan (weihenstephaner.de), de la que tomaron su nombre. La visita va descubriendo la cultura cervecera en su museo y acaba con una degustación.
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ÁMSTERDAM
La tradición cervecera de Holanda se remonta muchos siglos atrás, pues su elaboración comenzó con los monjes de los monasterios medievales. Tomarse una vaasje (lo que viene a ser una caña española) en los bares que se asoman a sus canales o en la artística zona Oedipus Brewing es una costumbre habitual en Ámsterdam. Como también lo es pasar por la Heineken Experience, la primera fábrica de cerveza de esta conocida marca, en el barrio De Pijp; o por Brouwerij’t IJ, que, además de elaborar algunas de las más apreciadas del país, está ubicada ¡en un molino de viento!
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LOVAINA
De capital mundial de la cerveza también ejerce esta ciudad belga llena de vitalidad. En buena parte porque su larga plaza Oude Markt es conocida como el bar más largo de Europa (en la imagen), con 40 locales en los que triunfa la popular bebida. Es el centro de la animación nocturna, donde se reúnen lovanienses, estudiantes y turistas después de haber disfrutado del encanto medieval y renacentista de la ciudad flamenca. Referencia entre los locales especializados de Lovaina es Domus (domusleuven.be/en/), que elabora su propia marca artesanal; y visita ineludible (con degustación incluida), la fábrica Stella Artois, cuya historia comienza en 1366 y es el origen del mayor fabricante mundial de cerveza, AB InBev.
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PILSEN
Cuando en 1842 el alemán Josef Groll fabricó cerveza usando un método original de fermentación inferior, no sabía que la pilsen se convertiría en arquetipo de todas las cervezas rubias. Para conocer esta centenaria tradición, ningún lugar mejor que la ciudad checa que lleva su nombre, situada a 1 hora de Praga, en la región de Bohemia. Lo primero aquí es visitar la fábrica Pilsner Urquell, en el mismo centro, donde se elabora una de las cervezas más conocidas de este tipo del mundo, pero también apuntarse a la ruta que recorre las 14 cervecerías más importantes de la región. Para probar nuevas experiencias en torno a esta bebida están los baños y tratamientos a base de lúpulo del hotel-spa Purkmistr (purkmistr.cz/en/spa).
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BRUJAS
Más allá de sus monumentos y su encanto medieval, Brujas esconde bajo tierra un atractivo más, especialmente para los amantes de la cerveza. Desde 2016, miles de litros de esta bebida corren por las tuberías transportando la cerveza artesanal de De Halve Maan (halvemaan.be), evitando así el trasiego de camiones por las estrechas calles del centro histórico de esta ciudad belga Patrimonio de la Humanidad. Otros lugares de culto para cerveceros son Herberge Vissinghe (cafevlissinghe.be), Le Trappiste (letrappistebrugge.com), De Garre (degarre.be), y el Bruge Beer Experience (mybeerexperience.com), el Museo de la Cerveza, cuya visita estimula todos los sentidos.
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