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ITALIA

Siete días en Cerdeña descubriendo la isla más chic del Mediterráneo

Desde Cagliari, su capital, hasta su afamada Costa Esmeralda y el archipiélago de la Maddalena, recorremos en una semana esta isla italiana que atrae por sus playas y calas de agua de color turquesa y arena blanca, sus paisajes salvajes, pueblos de postal y ciudades de raíces españolas. Ideal para este verano.


Actualizado 20 de junio de 2022 - 22:57 CEST

¿CÓMO LLEGAR A CERDEÑA?

Para llegar desde España a la isla italiana puede hacerse con compañías como Iberia Express con vuelos directos de Madrid a Cagliari, o Ryanair que opera entre la capital de España y Alghero. Su duración no supera las 2 horas. Los aeropuertos más importantes de la isla se encuentran en Cagliari, la capital; en Alghero, al norte de la isla, y en Olbia, al nordeste. También es muy popular la opción de llegar a la isla con los barcos de la compañía Grimaldi Lines, que conectan Barcelona con Porto Torres, en la costa norte de Cerdeña.

Liscia Ruja, Costa Esmeralda, Cerdeña, Italia.© Getty Images
Vista aérea de Liscia Ruja, la que para muchos es la mejor playa de Cerdeña.

¿QUÉ HACER EN UNA RUTA DE 7 DÍAS?

CAGLIARI, LA PUERTA DE ENTRADA

La manera más habitual de entrar a Cerdeña es por Cagliari, su capital. Una ciudad volcada al mar desde sus torres más antiguas, dedicadas a San Pancrazio y al Elefante, hasta el imponente bastión de St. Remy o el mirador de Santa Croce, desde el que antiguamente se lanzaba al vacío a todos los habitantes que no respetaban el toque de queda de la ciudadela y que hoy regala las mejores vistas. La panorámica alcanza el histórico puerto, la playa de Poetto –el arenal urbano más extenso del Mediterráneo– y el Parque Natural Molentargius-Saline, el lugar elegido por 20.000 parejas de flamencos para anidar junto al skyline de la capital. La catedral de Santa María es la joya monumental de la ciudad. En su interior sorprende la cripta situada bajo el altar mayor y custodiada por dos bellos leones de piedra, donde reposan los restos de 179 mártires cristianos.

Panorámica de Cagliari.© Shutterstock
Panorámica de Cagliari.

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ORISTANO Y BOSA, DOS PUEBLOS DE POSTAL

Tomamos rumbo norte con el objetivo de alcanzar la costa oeste de la isla. A unos 120 kilómetros de Cagliari se encuentra Oristano, capital de la provincia de Arborea y una de las ciudades medievales más importantes de Cerdeña. Como aperitivo, lo mejor es pasear por el centro y sus plazas barrocas, como la piazza d’Arborea. El cercano Duomo –con su magnífica cúpula y el campanile de estilo bizantino– y la pinacoteca Antiquarium Arborense, que custodia una magnífica colección de pinturas de artistas sardos y catalanes del Quattrocento y el Cinquecento, son visitas imprescindibles en cualquier tour por la ciudad.

Flamencos en Oristano, Cerdeña© Getty Images
La observación de flamencos en las lagunas de Oristano es una de las actividades más demandadas.

Un poco más al norte, a 50 kilómetros, ya muy cerca del mar, Bosa aparece como un pueblo de postal a la sombra del magnífico Castello Malaspina, que lleva el nombre de la familia que protegió a sus habitantes de los ataques de los piratas berberiscos durante la Edad Media. Su calle principal, Cardo Vittorio Emanuele II, transcurre en paralelo al río Temo, el único navegable en Cerdeña, en un entorno encantador repleto de casas pintadas de colores.

ALGHERO, LA CIUDAD MÁS ESPAÑOLA DE CERDEÑA

Siguiendo la carretera costera hacia el norte, desde la turística Bosa Marina, alcanzamos Alghero, la ciudad conquistada por el rey Pedro IV de Aragón. Para muchos es la ciudad más española de Cerdeña y es que desde el siglo XIV estuvo habitada por aragoneses y catalanes y fue visitada por Carlos V en 1541. El emperador se alojó en el palazzo d’Albis, uno de los muchos monumentos que posee esta ciudad amurallada con baluartes históricos como la Torre de Sulis o la Torre de San Giacomo.

Paseando por la ciudad de Alghero en Cerdeña© Age Fotostock
Agradables terrazas que se descubren en un paseo por la ciudad de Alghero.

Alghero destaca por sus calles medievales y por las agradables terrazas de la piazza Civica, donde tomar un helado en el Caffé Costantino o degustar en alguno de sus restaurantes típicos la langosta con tomate y cebolla, un plato catalán que recuerda los casi 350 años que la ciudad estuvo dominada por los españoles.

Si vamos en busca de playas, al norte del puerto donde atracan los yates se despliegan extensos arenales, como la Spiaggia di San Giovanni y la Spiaggia di María Pia. Y otros paisajes espectaculares tienen como fondo el Cappo Caccia, repleto de acantilados y grutas únicas, como la de Neptuno, cubierta de estalactitas y estalagmitas que se reflejan en el agua de las pozas y a la que se accede por una escalera en zigzag de 654 escalones.

Grutas de Neptuno, Cerdeña© Getty Images
La gruta de Neptuno (grottadinettuno.it/) la forman un conjunto de cuevas subterráneas de gran belleza. En sus galerías y salas pueden contemplarse distintas formaciones, como estalacticas o estalagmitas.

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SASSARI Y SUS IGLESIAS ROMÁNICAS

A media hora en coche de Alghero se halla Sassari, la segunda ciudad más importante de Cerdeña, con unas raíces folclóricas muy marcadas que se pueden apreciar en sus fiestas locales, como la Cavalcata Sarda o la Procesión de los Candelieri. Posee un bonito centro histórico, con monumentos medievales que recuerdan la huella que dejaron pisanos, genoveses y españoles y merece la pena dar un paseo por sus callejuelas.

Ciudad de Sassari.© Shutterstock
Sassari, la segunda ciudad más importante de Cerdeña, con un encantador casco histórico.

Si se prefiere optar por una excursión, el viaje al Parque Nacional de Asinara, en el extremo noroeste, supone apreciar el paisaje más salvaje e inexplorado de la isla, famoso por su espectacular playa Spiaggia della Pelosa, aunque conviene advertir que hay que recorrer más de 60 kilómetros en coche y tomar un ferri.

Famosa playa de La Pelosa con la torre homónima.© Shutterstock
Famosa playa de La Pelosa con la torre homónima.

EL ARCHIPIÉLAGO DE LA MADDALENA

A partir de Sassari, hacia la parte más septentrional de Cerdeña, volvemos a la costa en Santa Teresa di Gallura, muy cerca del cabo Testa, donde el paisaje es una auténtica fantasía gracias a las rocas de formas fascinantes modeladas por el viento y el mar durante siglos. Fue aquí donde los romanos construyeron las primeras carreteras, acueductos y termas de la isla y todavía podemos buscar en las cercanías de este cabo algunas columnas de las viejas canteras de granito que permitían decorar las residencias patricias.

También podemos darnos un chapuzón en la Spiaggia Rena Blanca, una encantadora cala de 700 metros de longitud con minúsculos fragmentos de coral, para después poner rumbo hacia el archipiélago de la Maddalena, compuesto por 7 islas, sin contar islotes y escollos que elevan la cifra a unos 62. Napoleón y Garibaldi ya descubrieron este idílico destino de espléndidos paisajes y ricos fondos marinos e incluso el gran héroe italiano murió en la Casa Blanca de la isla de Caprera. Hoy es un museo que ensalza su figura en el cementerio, el jardín y las elegantes estancias donde se amontonan algunos recuerdos personales.

Playa de arena rosa en la isla de Budelli, archipiélago de Maddalena.© Shutterstock
Playa de arena rosa en la isla de Budelli, archipiélago de Maddalena.

Si buscamos refrescarnos y huir del calor, al sur de La Maddalena está la playa del Nido del Águila, cerca de la fortaleza militar, y al norte se extienden una serie de pequeñas playas en torno al archipiélago Abbatoggia. Ya en el istmo de Strangolato merece la pena visitar las pequeñas calas rodeadas de rocas erosionadas por el viento y una playa en el Bajo Trinidad (Spaggia Bassa Trinitá), embaucadora por sus dunas blancas. Conviene recordar que para acceder al archipiélago lo más recomendable es tomar un ferri desde el puerto de Palau que en menos de media hora lleva hasta él.

No te lo pierdas: La Maddalena, el secreto mejor guardado de Cerdeña

LA COSTA ESMERALDA, DESCUBIERTA POR EL AGA KHAN

Más al sur se vislumbra la Costa Esmeralda, de naturaleza salvaje y solitaria, descubierta por un consorcio de magnates encabezado por Karim Aga Khan en 1962. En la actualidad, es un exclusivo destino de aristócratas, modelos y empresarios que amarran sus yates en los puertos deportivos ubicados entre el golfo de Cugnana y el golfo de Arzachena. La ciudad principal es Porto Cervo, repleta de boutiques de moda, restaurantes de lujo y hoteles exclusivos, aunque hay otra Costa Esmeralda, más montañosa y más vinculada al origen campesino de este rincón sardo entre Cannigione y Arzachena.

Noche en el puerto de Porto Cervo.© Shutterstock
Noche en el puerto de Porto Cervo.

En general, los pueblos de este relajante litoral mediterráneo se caracterizan por sus pequeñas construcciones blancas y de poca altura, con formas sinuosas y perfectamente integradas en la vegetación mediterránea, como la iglesia de Stella Maris, proyectada por Michele Busiri Vici en Porto Cervo, con un campanario en forma de embudo ideal para acoger conciertos de música clásica.

Cala di Volpe, Cerdeña, Italia© Age Fotostock
Exclusivo puerto de Cala di Volpe.

Al mismo tiempo, hay una gran oferta de naturaleza, como Cala di Volpe, el exclusivo puerto natural donde se filmaron algunas escenas de la décima entrega de la saga de James Bond, La espía que me amó;  Liscia Ruja, para muchos la mejor playa de Cerdeña, con posibilidad de alquilar en ella kayaks, junto a la más familiar de Capriccioli, a 8 kilómetros al este de Cala di Volpe, rodeada de vegetación mediterránea y protegida del viento. Las aguas de esta playa son poco profundas, extremadamente claras y, a menudo, muy tranquilas. Completan el poker de arenales la playa de Piccolo Pevero, de solo 120 metros de largo, separada de la más grande, el Grande Pevero (300 metros de largo) desde un pequeño promontorio. Esta playa muestra un fondo de arena fina y clara en un entorno rodeado de rocas y acantilados.

EL GRAN CAÑÓN DE EUROPA

De regreso al sur, una parada recomendable es Cala Gonone, en el Golfo de Orosei, lugar que atrae a escaladores y submarinistas por sus impresionantes acantilados verticales que se sumergen en las aguas de color azul turquesa. Hacia el interior de la isla, a solo 24 kilómetros nos encontramos con la garganta más espectacular de Cerdeña y una de las más profundas de Europa. Su nombre es Gola di Gorropu y sus paredes de piedra caliza, de más de 500 metros de altura, son refugio de águilas reales.

Acantilados en la isola de Gabbiani.© Shutterstock
Acantilados en la isola de Gabbiani.

DÓNDE DORMIR

En Cagliari, en el Hotel Miramare (hotelmiramarecagliari.it), con elegantes habitaciones; en Alghero, Villa Las Tronas Hotel & Spa (hotelvillalastronas.it) es un oasis exclusivo situado sobre un promontorio que fue una antigua residencia de la Casa Real italiana. Grand Hotel Ma&Ma Resort (grandhotelmaema.com) es el único 5 estrellas de La Maddalena, y en Costa Esmeralda, un alojamiento de lujo es el hotel Cala di Volpe (espanol.marriott.com).

PLACERES GASTRO

Josto (ufficialejosto.it/ristorante) es un exquisito restaurante en Cagliari. Productos locales de calidad en La Botteguina (algheroturismo.eu), un local con encanto de Alghero. En Sassari, nos quedamos con las recetas de cocina sarda de Le 2 Lanterne (le2lanternesassari.com). En La Maddalena, una buena elección es la Trattoria Dal Genovese (trattoria-dal-genovese.business.site), y en Costa Esmeralda, Hivaoa (ristorantehivaoa.com).

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