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Argentina: En el paraíso de las ballenas

Este balcón al mar de la Patagonia argentina que es Península Valdés, cuyo nombre se lo debe al ministro español de Carlos III que ordenó poblarla, atrae cada año a sus playas a un número considerable de ballenas, orcas y elefantes marinos. Es el mejor lugar del mundo para avistar a estos prodigiosos animales y, además, navegar junto a ellos por su bahía


18 de julio de 2021 - 20:26 CEST

Cada mes de agosto, el milagro se repite: las ballenas regresan a las playas de Península Valdés. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué las mueve a dejar la Antártida y recorrer miles de kilómetros hasta llegar a este minúsculo rincón de la Patagonia? No se sabe. Es un viaje misterioso y arriesgado. En el pasado estuvo a punto de costarles la extinción. La ballena franca (eubalaena australis), la especie protagonista de ese largo viaje, fue la más perseguida por la industria ballenera. A principios del siglo XIX, se estima que la población era de unos 100.000 ejemplares. Un siglo después apenas sumaban 2000 y en 1935 estuvieron al borde de la extinción, solo quedaban 100. Todos los países de América del Sur prohibieron entonces su caza y comenzó la recuperación. Poco a poco, las ballenas aumentaron su población sin cambiar de hábitos ni abandonar su costumbre de viajar a su lugar preferido para aparearse, dar a luz y criar a los ballenatos.

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© JUAN CARLOS MUNOZ / Alamy Stock Photo

© Æ Francois Gohier / ardea.com

La ballena franca austral es un animal de temperamento dócil, que se mueve con lentitud en las aguas superficiales y no abandona nunca a sus crías, aunque le cueste la vida. En otro tiempo, todo ello facilitaba su captura. Sobre estas líneas, observando un ballenato desde una embarcación.

La forma de la península, una especie de punta de flecha primitiva, configura dos preciosas bahías al norte y al sur del delgado istmo con el que el territorio está unido al continente. La bahía norte, el Golfo de San José, está cerrada al turismo, reservada a los trabajos de la comunidad científica. La bahía sur, el Golfo Nuevo, recibe a los visitantes en Puerto Pirámides, el único centro poblado de la península. Por ley, este tiene limitado su crecimiento a un máximo de 500 residentes. Cuenta con algunos pequeños hoteles y restaurantes, pero, ante todo, es el lugar donde se organiza la salida al mar de las embarcaciones autorizadas para el avistamiento.

Las reglas para acercarse a los cetáceos son muy precisas. Las embarcaciones no van en su busca, dejan que sean las ballenas las que decidan si se acercan o se alejan de ellas. Cuando se divisa una, algo que en las aguas de Península Valdés sucede con facilidad, se detienen los motores y se espera a ver la reacción del animal, que, por lo general, suele acercarse a escasa distancia, regalando en ocasiones los espectaculares saltos que lo llevan a dejar fuera del agua la mayor parte de sus diez o quince metros de longitud. Cuando se sumerge, se despide de las miradas de todos con la esbelta silueta de su aleta caudal perfectamente desplegada.

© Saúl Santos

© GettyImages

Un gran grupo de leones marinos de un pelo, también llamados otarios de la Patagonia, interactúan con una buceadora en la bahía del Golfo Nuevo. Arriba, retratando a uno de estos ejemplares desde el agua.

Hasta llegar a Puerto Pirámides por la única carretera existente, que viene desde la ciudad de Puerto Madryn, a 56 kilómetros de distancia, no es raro ver guanacos, una especie de llama salvaje que es el símbolo de la Patagonia. También es posible que se cruce por el camino alguna mara, la liebre patagónica, tres veces más grande que la europea. Cerca de Puerto Pirámides, se encuentra la Reserva Natural Isla de los Pájaros, que anticipa con su nombre la abundancia en la península de una amplia relación de aves, entre ellas águilas, halcones, cormoranes, garzas blancas, gaviotas, pingüinos y gaviotines.

Luego, en la costa oriental de la península, a la que se puede acceder por una estrecha carretera, se ven las colonias de los grandes mamíferos residentes o visitantes. En Punta Norte conviven los lobos marinos de un pelo y los elefantes marinos, en Punta Delgada se encuentra el mayor apostadero de elefantes marinos, y en Caleta Valdés las orcas utilizan una ría natural para entrenar a los recién nacidos en el difícil ejercicio de adentrarse en tierra persiguiendo focas o pingüinos. No existe un lugar igual en la Tierra. Por algo lo eligen, desde hace miles de años, las ballenas.

© The Best of Nature / Alamy Stock Photo

No dejes de...

Ver los pingüinos de Punta Tombo. A unos 180 kilómetros al sur de Puerto Madryn, por la carretera que sigue la costa atlántica, se encuentra Punta Tombo, una playa de tres kilómetros de largo, de arena fina y compacta, donde se reúnen, especialmente en el invierno austral, más de un millón y medio de pingüinos de Magallanes, la mayor concentración de Sudamérica. Un poco más al sur, en Playa Unión, en la provincia de Chubut, operan embarcaciones que salen en busca de las toninas overas o delfines de Commerson, una familia de estos cetáceos distinguida por el precioso juego de manchas blancas y negras con que visten su piel.

Guía práctica

Guía práctica

© JUAN CARLOS MUNOZ / Alamy Stock Photo

Cuándo ir

Las ballenas francas australes comienzan llegar a las aguas costeras de Península Valdés en el mes de junio y las abandonan en diciembre, por lo que la época más recomendada para admirarlas es entre julio y noviembre. Las orcas son animales nómadas, no territoriales, más difíciles de ver, pero suelen frecuentar Caleta Valdés para adiestrar a sus crías entre febrero y abril. Los pingüinos de Magallanes están en las playas de Península Valdés de septiembre a abril y pueden verse prácticamente todo el año en Punta Tombo. Los leones marinos, los elefantes marinos y los delfines píos blanquinegros, conocidos como toninas overas, se contemplan todo el año.

Cómo llegar

Varias compañías aéreas ofrecen vuelos desde España a Buenos Aires. El aeropuerto más próximo a Península Valdés es el de Trelew –a 67 kilómetros de Puerto Madryn–, conectado por Aerolíneas Argentinas desde la capital en un vuelo de unas dos horas. Si se dispone de tiempo, en Trelew merece la pena visitar el fantástico Museo Paleontológico Egidio Feruglio, que reúne esqueletos de 30 dinosaurios patagónicos. TARANNÀ (taranna.com) organiza viajes a medida a Argentina de 16 días desde 2900 €, sin tasas.

Cómo moverse

Los operadores turísticos facilitan el transporte desde el aeropuerto de Trelew a Puerto Madryn y desde esta a Puerto Pirámides (una hora). Otras opciones serían recurrir a un coche en alquiler o a un taxi, pero suelen resultar más caras. Más económico, el autobús de línea que opera entre estas dos últimas ciudades (terminalmadryn.com).

Dónde dormir

En Península Valdés hay múltiples opciones de alojamiento que gozan del lujo de disfrutar de un entorno único y, algunas, además, de vistas a las playas frecuentadas por las ballenas. Al sureste de Punta Delgada se encuentra la estancia Rincón Chico (rinconchico.com.ar), construida siguiendo el estilo de las antiguas casas inglesas de finales del siglo xix y un santuario de vida silvestre con su propia playa. También frente al mar, las seis acogedoras habitaciones de la finca ganadera La Ernestina (laernestina.com) o las del más exclusivo cinco estrellas Faro Punta Delgada (puntadelgada.com). En Puerto Madryn hay una amplia variedad de hoteles, algunos de ellos excelentes, como el hotel boutique Territorio (hotelterritorio.com.ar) y Península Valdés (hotelpeninsula.com.ar).

Dónde comer

En Puerto Pirámides hay varios locales con buenas vistas a la playa principal del Golfo Nuevo, como Las Restingas (lasrestingas.com), el restaurante del hotel del mismo nombre, Towanda y La Covacha, todos muy cerca del área donde parten y llegan las embarcaciones. Entre los restaurantes especializados en mariscos y pescados de Puerto Madryn, un clásico es Cantina el Náutico; y más sofisticado, En Mis Fuegos (gustavorapretti.com.ar), que ofrece cocina de autor con productos de la Patagonia.

Más información

Turismo de Península Valdés, peninsulavaldes.org.ar Turismo de Argentina, argentina.tur.ar