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La Palma fue la primera isla española Reserva de la Biosfera de la Unesco, en 1983. Un territorio que apuesta por la conservación, por el medio rural y la sostenibilidad. No es casual que, a pesar de su modesto tamaño, cuente con 1 Parque Nacional, 4 Paisajes Protegidos, 6 Parques y Reservas Naturales, 8 Monumentos Naturales y 37 Zonas de Especial Protección de Aves y de Conservación terrestres y marinas. Y que, en 2006 recibiera, además, el reconocimiento del Responsible Tourism Institute como primer Destino Turístico Sostenible del Mundo. En esa apuesta de La Palma por ser más sostenible, encontramos algunos alojamientos isleños, que llevan años, y hasta décadas, trabajando en esa línea.
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HOTEL HACIENDA DE ABAJO, TAZACORTE
Escondido en el centro de un extenso platanar, esta antigua hacienda azucarera del siglo XVII (hotelhaciendadeabajo.com) no es solo uno de los alojamientos más emblemáticos de La Palma, sino que presume de ser todo un pionero en sostenibilidad. «Fuimos el primer hotel de la isla en utilizar caldera de biomasa para calentar la piscina y el jacuzzi. Y en los últimos años hemos eliminado casi por completo el uso de plásticos», cuenta su director Javier Navarro. La hacienda –todo un museo vivo en el que se exhiben más de 1300 piezas de arte y antigüedades pertenecientes a la familia propietaria de la finca– posee un exuberante jardín de rarezas botánicas y su propia plantación ecológica de plátanos.
Navarro nos cuenta que en su restaurante El Sitio (1 Sol Repsol) apuestan fuertemente por los productores locales: «Hemos dejado de lado las grandes marcas y hemos incorporado marcas locales. Por ejemplo, no tenemos cervezas famosas, pero servimos Isla Verde, que es la cerveza artesana que se produce en La Palma. Y lo mismo hacemos con muchas otras cosas. ¿Porqué vamos a comprar otras marcas si en La Palma tenemos una magnífica tostadora de café?», dice.
FINCA LA PRINCIPAL, BUENAVISTA-BREÑA ALTA
Otra finca histórica que ha conservado intacta su arquitectura canaria tradicional desde el siglo XVII es La Principal (fincalaprincipal.es), que sigue regentada por la misma familia desde hace generaciones. «Aquí nos seguimos dedicando a la agricultura como ha sido siempre», cuenta su actual propietario Jorge Hernández. «En sus comienzos aquí se plantaba tabaco, pero, desde hace varias décadas, nos centramos en el cultivo de la Strelitzia regina, la famosa flor del paraíso».
La Principal solo alquila dos habitaciones; una de ellas, La Pérgola, es una suite original de 1877 que todavía conserva el mobiliario y la atmósfera pasada. Pero lo que más éxito ha tenido en los últimos tiempos es el particular Rastro Cultural, que se celebra todos los viernes en los jardines de la propiedad. Hay música en directo, servicio de bar con pasteles caseros, puestos de agricultores ecológicos y artesanos locales. «Damos una oportunidad económica a pequeñísimos productores que son vecinos nuestros. Y la puesta en escena en este entorno es maravillosa, ya que gran parte de la finca está incluida en una zona natural protegida por su especial flora», añade Hernández.
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HACIENDA SAN JOSÉ (LOS CANCAJOS-BREÑA BAJA)
A diferencia de la finca anterior, que siempre tuvo vocación agrícola, la Hacienda San Jorge (hsanjorge.com) ya nació como alojamiento turístico. «Cuando se construyó el hotel en los años 80, fue una verdadera extravagancia para la época, ya que por aquel entonces todos apostaban por los bloques de pisos y el hormigón», nos comenta su director Karim Gaggstatter. «Nosotros decidimos conservar la vegetación original, crear un gran jardín y añadir algunas construcciones aisladas de arquitectura tradicional. De los 14.000 m2 que tiene la propiedad solo 4.000 son edificios. Tenemos unas 3500 especies de plantas exóticas y más de 60 tipos de palmeras».
La Hacienda de San Jorge está certificada por Biosphere, un sello que reconoce a los hoteles y establecimientos que cumplen los objetivos de desarrollo sostenible y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. «Aparte de volcarnos en la conservación de las especies vegetales, también trabajamos muy estrechamente para el desarrollo de las compañías locales. Casi todos nuestros trabajadores son isleños. Este año, además, entre otras cosas hemos reducido el uso del papel hasta un 90% y estamos en camino de hacer lo mismo con los plásticos».
HOTEL FARO PUNTA CUMPLIDA, BARLOVENTO
De los 187 faros que existen en España, solo en dos se puede pernoctar. Es el caso del faro de Punta Cumplida (floatel.de), que se inauguró en 1867 y que, además de ser hoy un perfecto hotel boutique , sigue ejerciendo la función para la que fue construido. «En 2019 terminamos la reforma para adaptar las antiguas habitaciones de los fareros en tres lujosas suites», cuenta su director Tim Wittenbecher. Hablaron con los antiguos trabajadores del faro, rescataron planos originales y utilizaron los materiales volcánicos de la zona para respetar al máximo el espíritu del lugar. En la rehabilitación también se introdujeron algunas mejoras no solo para hacerlo más apetecible (si cabe) –como es el caso de la espectacular piscina infinity– sino también más sostenible.
El de Punta Cumplida es el primero del proyecto Faros de España que pretende potenciar el desarrollo de actividades sostenibles en los faros que garanticen su conservación sin que afecte a su funcionalidad como ayuda a la navegación marítima.