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Croacia: el milagro del agua

El agua dibuja el paisaje del Parque Nacional de Plitvice, el más famoso de Croacia, formado por 16 lagos unidos entre sí bajo una atronadora orquesta de mil grifos. De este milagro de la naturaleza saltamos a Istria, la mayor península del Adriático, una región con forma de corazón que ha sido agraciada con hermosas ruinas clásicas, antiguos puertos venecianos, playas salvajes y adorables pueblos de piedra adosados a las colinas


4 de julio de 2021 - 19:07 CEST

Del gris plateado al azul zafiro, pasando por un turquesa radiante propio de una playa caribeña. Esta gradación de colores es la que experimentan los 16 lagos de Plitvice según avanzan las horas. Un fenómeno que convierte a este parque nacional, el más visitado de Croacia, en un milagro del agua. Sus 30.000 hectáreas de vegetación esconden un sistema lacustre enlazado por estrepitosas cascadas que actúan como vasos comunicantes. Estos lagos que desaguan los unos en los otros, como si se tratara de una fuente de varios pisos, conforman uno de los reductos naturales más impresionantes del continente europeo. Una larga pasarela de madera permite adentrarse en este territorio húmedo, declarado Patrimonio de la Humanidad, a lo largo de cinco rutas que discurren entre bosques de hayas y el revoloteo de mariposas multicolores.

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Croacia© GettyImages

La entrada incluye un paseo en barco por el lago Kozjak, el más grande y profundo del recinto, que en verano zarpa cada media hora. Explorar Plitvice no solo es escuchar una orquesta de mil fuentes a cargo de estas aguas que provienen de los ríos Bijela y Crna Rijeka, es también maravillarse con las 150 especies de aves que habitan este vergel y conviven con corzos, lobos y hasta esquivos osos con los que, por suerte, es imposible cruzarse.

Ninguna de estas criaturas encontraremos en el siguiente destino, para el que tendremos que desplazarnos al extremo más occidental. Allí, descolgada del sur de Eslovenia y a un paseo en ferri desde Venecia, aparece Istria, una península en forma de corazón que es la más grande del Adriático y que, por su posición especial, combina dos identidades: la austeridad austrohúngara que le llega del norte y la pasión italiana por la buena vida que impregna el paisaje, la gastronomía y el cálido carácter de sus gentes.

© Gonzalo Azumendi
Una larga pasarela de madera permite descubrir caminando los lagos de Plitvice. A la izquierda, panorámica tomada desde un dron del centro histórico de Rovinj, rodeado por las aguas del mar Adriático.

Según se llega por carretera, y antes de avanzar hacia el sur rumbo a los destinos más turísticos, Labin, en la costa este, puede ser un bonito punto de partida. Un pueblo fortificado que a menudo pasa desapercibido, pese a contener un seductor casco antiguo con pasajes adoquinados y fachadas barrocas. Mucho más concurrida está Pula, en la punta meridional de la península, donde hoteles, restaurantes y tiendas apenas desentonan con los vestigios romanos de una ciudad que estuvo ocupada por el Imperio durante más de dos mil años. Su joya es el majestuoso anfiteatro, un coloso que data del siglo I.

Si cuesta abandonar Pula es porque se desconoce el encanto de la siguiente parada del recorrido: Rovinj, asentada un poco más al norte en la costa occidental. Su perfil de cuento de hadas y su sabor marinero la convierten en la postal perfecta. Reflejado en las aguas del mar Adriático, un conjunto de casas coloridas escala por una colina hasta llegar a la catedral de Santa Eufemia. A la muy fotogénica Rovinj hay que descubrirla caminando despacio para convencerse de que se trata de uno de los puertos más auténticos que quedan en el Mediterráneo.

© Eduardo Blanco
Los manantiales naturales más espectaculares de Europa han dado origen a ese mosaico de aguas esmeraldas y turquesas encadenadas por cascadas e inmersas entre bosques que es Plitvice.

Después hay que ir a Porec para maravillarse con la basílica de San Eufrasio, de los más intactos ejemplos del arte bizantino. Será el colofón perfecto para decir adiós al litoral croata y emprender una nueva ruta por los pueblos altos que aguardan en el interior de la región. Aquí encontramos la otra Istria. Un entorno con menos gente, menos ajetreo turístico y un ritmo de vida sosegado. Allá donde dirijamos los ojos veremos olivos y viñas tapizando espolones rocosos, en cuyas cimas se asientan bellas aldeas medievales. Por algo hay quien ha bautizado este lugar como la ‘nueva Toscana’.

No dejes de...

Visitar el archipiélago de las Brijuni. Aristócratas y multimillonarios adoran este archipiélago de 14 islas, declarado parque nacional. Solo se pueden visitar las dos grandes (Veli y Mali), en una excursión desde Pula, donde se ofrecen tours guiados que incluyen el transporte en barco, un recorrido en tren turístico y un paseo a pie o en bicicleta. Ruinas romanas, miradores y una naturaleza fantástica conforman los reclamos de Brijuni, que fue lugar de descanso para los Habsburgo y más tarde para otros dignatarios y grandes personalidades (np-brijuni.hr/es).

Guía práctica

Guía práctica

© Gonzalo Azumendi

Cuándo ir

Por las suaves temperaturas que registra, las mejores épocas son la primavera y el otoño. Hay que tratar de evitar la temporada alta, por la afluencia de gente y los precios más elevados.

Cómo llegar

Iberia opera en verano vuelos directos a Zagreb desde Madrid, mientras que Croatia Airlines lo hace desde Barcelona. Otras compañías vuelan a Croacia con escala, como Air France o Lufthansa. Desde la capital croata a Plitvice hay 130 kilómetros y a Pula unos 270. VIAJES EL CORTE INGLÉS (viajeselcorteingles.es) ofrece el paquete Croacia Esencial, de ocho días, con llegada a Zagreb y visita a Plitvice, Split y Dubrovnik (y posible extensión a Istria), desde 1629 €.

Cómo moverse

La mejor manera de desplazarse por Croacia es alquilar un coche en el aeropuerto u online con Autoeurope (autoeurope.es). El país cuenta con una excelente red de carreteras, así como con una autopista que lo atraviesa casi por completo. Todas las ciudades y pueblos están perfectamente comunicados entre sí en autobús (akz.hr).

Dónde dormir

Quienes decidan hacer noche en Zagreb para descubrir sus encantos podrán alojarse en ESPLANADE (esplanade.hr), el hotel más elegante de la capital y con una buena ubicación. Casi tanto como la de ETHNO HOUSES (ethnohouses.com), un complejo de villas en el corazón de Plitvice. En Istria, SAN ROCCO (san-rocco.hr) es el hotel boutique con más encanto del interior, con spa y restaurante gourmet. MONTE MULINI (maistra.com) es un lujoso cinco estrellas de diseño, situado en la playa rocosa de Zlatni, muy cerca de Rovinj. También en esta ciudad, LONE (maistra.com), rabiosamente contemporáneo. En Pula, el hotel boutique VALSABBION (valsabbion.hr/hotel), a los pies de una bahía, es una opción excelente.

Dónde comer

Puramente mediterránea y con marcada influencia italiana (sobre todo en la costa), la gastronomía croata es un festín para el paladar. Sus platos se basan en aceite de oliva, ajo, hierbas y excelente pescado. En Zagreb, ZINFANDEL’S (zinfandels.hr), dentro del hotel Esplanade, destaca por su calidad. MONTE (monte.hr), en Rovinj, propone una óptima selección de especialidades de Istria, tanto de mar como de montaña, acompañadas de más de un centenar de vinos locales.

Más información

Turismo de Croacia, visitacroaciablog.es

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