ciudad real© Javier Sánchez Martínez

Ciudad Real: dos lugares con muchas ‘tablas’

Almagro tiene muchas tablas: las del Corral de Comedias y las del Festival de Teatro Clásico. Y Daimiel tiene las Tablas con mayúscula, donde en invierno salen a escena miles de aves. Cerca se halla la Motilla del Azuer, un pozo fortificado de la Edad del Bronce grande como un castillo. El agua siempre ha sido protagonista en La Mancha


3 de julio de 2021 - 19:27 CEST

Si nos fijamos bien en la plaza Mayor de Almagro nos daremos cuenta de que no es una plaza, sino un patio manchego. Eso sí, un patio enorme: un rectángulo de 180 metros de largo flanqueado por dos hileras de soportales con 85 columnas toscanas de piedra, bajo los que se guarecen comercios que venden encajes de bolillos, berenjenas... En el flanco sur, se abre otro patio, que en su origen era el del mesón del Toro y desde 1629 es el Corral de Comedias, un teatro de dos plantas sostenidas caspor 54 pilastras de madera, célebre por ser el único de su tipo que aún funciona en Europa y sede del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que se celebra cada verano.

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© Jesús Nicolás Sánchez

Plaza de Almagro, una de las más bonitas de España. Rectangular, irregular y, bajo sus balcones, dos larguísimos flancos de soportales con columnas toscanas de piedra.

Al otro lado de la plaza, en la calle del Gran Maestre, se encuentra el Museo Nacional del Teatro, que exhibe documentos sobre la actividad teatral en España desde el siglo XVIII hasta nuestros días: retratos de actores y escenas de teatros firmados por Madrazo, Anselmo Miguel Nieto, Zamacois, Romero... También maquetas, trajes, bocetos de escenografías y figurines, carteles, manuscritos y esculturas de Mariano Benlliure.

Las Tablas de Daimiel quedan a 25 kilómetros al norte de Almagro. Hasta 2010, estuvieron al borde de un precipicio ecológico, pues se secaban por la sobreexplotación del acuífero 23 y había que recurrir al trasvase Tajo-Segura para mantener una mínima superficie encharcada. Varios años lluviosos y un plan de choque hidrológico devolvieron la salud a este parque nacional y la alegría a los visitantes.

© Javier Sánchez Martínez

Caminando por las pasarelas de madera de Las Tablas de Daimiel.

Frente al centro de visitantes de las Tablas, nace la senda de la Isla del Pan, un camino circular de una hora y media de duración que discurre por pasarelas de madera uniendo las islas que afloran sobre las aguas someras, aquellas pobladas por tarayes (único árbol del enclave) y estas cuajadas de masiegas, carrizos, eneas y ovas. Es como pasear por los muelles y canales de un lugar entre manchego y veneciano, salvaje y delicado al mismo tiempo. Por este insólito camino, avanzaremos saltando de la isla de la Entradilla a la del Descanso, y de esta, a la isla del Pan, el punto más elevado del parque, con un mirador desde el que se otean, más allá de las Tablas, viñedos, olivares, campos de cereales y, al fondo, la sierra de la Virgen y Villarrubia de los Ojos.

Otro buen observatorio es el que hay en la penúltima pasarela, entre la isla de los Tarayes y la del Maturro. Allí veremos las muchas anátidas que en invierno llegan desde el centro y el norte de Europa, hasta 250 especies de aves pueblan el humedal. Más que un ave concreta, lo que llama la atención es el alboroto de miles de ellas, que recuerdan a las Tablas de antaño, con bandadas que, según los lugareños, “nublaban el sol”.

© David Blázquez/ Andrés Campos

Yacimiento de la Motilla del Azuer, un pozo fortificado de la Edad del Bronce. A la izquierda, Corral de Comedias de Almagro, el único del siglo XVII que se conserva en Europa y el único también en activo.

Cerca del centro de visitantes principal hay otro a orillas del Guadiana, el molino de Molemocho, que era una de las aceñas más antiguas de Castilla-La Mancha, ya mencionada en las Relaciones de Felipe II, y fue rehabilitada en 2008 como espacio interpretativo, en el que se ilustra la estrecha y frágil relación entre los habitantes de las Tablas y el río. Quien quiera saber más debe visitar en Daimiel el Centro de Interpretación del Agua, donde se explican todos los aspectos relacionados con tan vital y escaso elemento en la región. Para mayor interés, el centro está en el antiguo Instituto Laboral, obra rupturista del arquitecto Miguel Fisac, nacido en esta localidad en 1913.

Los desvelos y pesadillas de los manchegos provocados por el agua no son algo de hoy, ni del siglo pasado. Ya hace 4000 años, la buscaban afanosamente y la defendían como lo que era: un seguro de vida. La prueba de ello la tenemos en la Motilla del Azuer, un laberinto circular de altos y gruesos muros de piedra caliza que fue construido por aquel entonces en las vecindades de la actual Daimiel para defender un pozo. No era para menos, aquellos manchegos prehistóricos tuvieron que excavar 16 metros para encontrar agua y no iban a regalársela al primero que pasara. Habían descubierto el hoy famoso acuífero 23, el mismo del que depende la delicada salud de las Tablas. Abierta al público en 2014, esta maravilla hidráulica de la antigüedad, coetánea de las pirámides egipcias, está custodiada por una torre de 10 metros y rodeada de varias murallas concéntricas, una auténtica trampa para el eventual atacante.

© David Blázquez

No dejes de... Visitar el castillo de Calatrava la Nueva

Sobre un cerro del municipio de Aldea del Rey se erige esta fortaleza impresionante con triple muralla, que fue cuartel general de la orden de Calatrava hasta finales del siglo XVIII. Destaca en ella la iglesia cisterciense, de dimensiones catedralicias, con bóvedas de nido de golondrina, decoración mudéjar y rosetón gótico (castillodecalatrava.com).

Guía práctica

Guía práctica

© Jesús Nicolás Sánchez

Cómo llegar

Almagro, punto de partida, se encuentra a media hora de Ciudad Real. La ruta propuesta, que pasa por Daimiel y la Motilla del Azuer, de 45 kilómetros, es perfecta para un fin de semana.

Qué ver

Almagro. El Corral de Comedias organiza visitas guiadas y teatralizadas (ciudad-almagro.com). El Museo Nacional del Teatro ofrece en sus tres plantas un recorrido cronológico por la historia de las artes escénicas en España (museoteatro.mcu.es). Tablas de Daimiel. Existen tres itinerarios autoguiados por el parque nacional, el más apetecible, el de la Isla del Pan, de una hora y media de duración. Los mismos se pueden hacer con un guía, de forma gratuita: reservasparquesnacionales.es. Ecodestinos (lastablasdedaimiel.com) y Caminos del Guadiana (caminosdelguadiana.es) organizan rutas mixtas, a pie y en todoterreno, con prismáticos y telescopio. Llegando al parque, se puede visitar el restaurado molino de Molemocho, el más importante de los once que hubo en este tramo del Guadiana (miteco.gob.es/es/red-parques-nacionales). La Motilla del Azuer. A 11 kilómetros de Daimiel por la carretera N-430 hacia Manzanares se encuentra este pozo fortificado. Solo se puede visitar con guía, reservando con antelación (motilladelazuer.com). Museo Comarcal de Daimiel. El recorrido comienza mostrando cómo eran el entorno de Daimiel hace unos 5800 años y los primeros asentamientos humanos, prestando especial atención al de la Motilla del Azuer. También reúne una amplia selección de cerámicas de la importante Colección Carranza y un espacio dedicado al arquitecto Miguel Fisac (museocomarcaldaimiel.es). La entrada al Museo da acceso también al yacimiento de la Motilla del Azuer.

Dónde dormir

Parador de Almagro (Almagro, parador.es). Antiguo convento del siglo XVI, con patios, galerías, piscina y buen restaurante de cocina manchega y mediterránea con un toque de autor. La Casa del Rector (Almagro, lacasadelrector. com). Hotel con diferentes zonas de estilo diferenciado: minimalista, de diseño y rústicomanchego. Dispone de spa. Casa Grande Almagro (Almagro, casagrandealmagro.com). Casa tradicional rehabilitada con materiales nobles. Cuenta con piscina cubierta, patio acristalado y cueva. Doña Manuela. (Daimiel, hoteldemanuela.com). Alojamiento rural muy cuidado, junto al Centro de Interpretación del Agua, a la entrada de la población. Desayunos caseros y restaurante. El Cortijo de Daimel. (Daimiel, elcortijodedaimiel. com). Finca agrícola de 100 hectáreas, con amplias habitaciones, piscina, pista de tenis, pádel y barbacoa.

Dónde comer

La Tabernilla de Almagro (Almagro, restaurantelatabernilla.com). Tapas y raciones de calidad en una tasca algo apartada de la zona turística. El rey es el torrezno. Excelentes, también, las gachas manchegas. El Corregidor (Almagro, elcorregidor.es). Gastronomía tradicional con toques de innovación en cada plato en una antigua casa castellana. Taberna Enosentidos (Daimiel, enosentidos.com). Perfecta para comer bien con bajo presupuesto. Entre otros bocados pequeños, de tamaño y precio, destacan las minihamburguesas gourmet: de buey con emmental, con escalope de foie, de rabo de toro y rulo de cabra... Casa Julián (Daimiel, casajuliandaimiel.es). Las berenjenas con miel y las carnes en general se disfrutan en su comedor de aire rústico.

Más información

Turismo de Castilla-La Mancha, turismocastillalamancha.es