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Salvajes, secretas, infinitas, las playas andaluzas que nos tienen enamorados

Salvajes, secretas, infinitas... Nos merecemos unas vacaciones y ningún lugar mejor que estos arenales sureños entre el Mediterráneo y el Atlántico.


30 de junio de 2021 - 11:37 CEST
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PLAYA DE LOS GENOVESES, ALMERÍA

En el ranking de las mejores playas de España nunca falta la playa más espectacular del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Queda próxima al pueblo de San José y sus más de mil metros de longitud, arena fina y dorada y aguas poco profundas la hacen deseada, aunque los vientos soplan fuertes en ella. Para admirar la playa natural con perspectiva ningún lugar mejor que el morrón de Genoveses, el cerro que se eleva en su parte sur.

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PLAYA DE CABOPINO, MÁLAGA

Saliendo a pie o en bici del centro de Marbella y sin perder de vista el mar, se alcanza en 14 kilómetros la playa de Cabopino, situada junto al puerto deportivo del mismo nombre. ¿Qué tiene de especial este arenal de 1200 metros? Sin duda, su ubicación, en las dunas de Artola, un valioso paraje natural protegido vigilado desde lo alto por la torre árabe de los Ladrones.

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PLAYA DE MATALASCAÑAS, HUELVA

Respaldada por el Parque Nacional de Doñana, Matalascañas es una playa para pasear y no tener prisa, porque uno puede empezar y no acabar nunca. Son más de cinco kilómetros los que se extienden desde la torre de la Higuera hasta el Coto, un espacio protegido donde disfrutar de su parque dunar de 130 hectáreas y de rutas a caballo o en todoterreno.

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PLAYA DE BOLONIA, CÁDIZ

Algunas playas gaditanas parecen no tener fin. Es lo que le pasa a la de Bolonia, 3 kilómetros abiertos al mar y a los vientos, que aquí soplan con fuerza. Su longitud da para un largo paseo, y sus dunas móviles, casi para una excursión, porque la mayor de ellas tiene más de 30 metros de altura, custodiada por un pinar. Pero si buscamos un baño de cultura, a orillas del mar están las ruinas de la ciudad romana de Baelo Claudia, donde se ven los restos del foro, los templos, el santuario… y también de las fábricas de salazones, la principal riqueza de su pujante industria.

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PLAYA DE MAZAGÓN, HUELVA

Kilómetros y kilómetros de arena inmaculada se extienden entre el Parque Natural de Doñana y la ría de Huelva, un paseo infinito repartido en diferentes playas. La de Mazagón tiene unas dimensiones descomunales y arena increíblemente fina, pero si seguimos andando, a partir del camping de Mazagón, se enlaza con otras que realmente son una continuación. Primero, la del Arroyo Julianejo, muy cercana a la de la Fontanilla; un poco más adelante la playa del Parador, en una zona natural; luego la del Rompeculos, donde se puede practicar el nudismo y, por último, la torre del Loro.

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LA CALETA, CÁDIZ

Una de las mejores postales de la capital gaditana es la de su playa abierta a la bahía a la hora del atardecer, cuando el sol se tiñe de color naranja y se posa sobre el Atlántico. Pero cualquier momento es bueno para pasar por ella y empaparse de la vitalidad que se concentra en su medio kilómetro de arena de color canela. Entre el castillo de San Sebastián, a un lado, y el de Santa Catalina, al otro, un paseo marítimo con dos famosos ficus y el antiguo balneario de la Palma y el Real, donde sentarse a ver como se funden las olas. Muchas fotos para el recuerdo en este rinconcito de la taza de plata.

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CALA TORRE DEL PINO, MÁLAGA

No es una, sino dos las calas, separadas por rocas, que forman esta playa de arena a 6 kilómetros de Nerja. Para llegar a ella hay que aparcar el coche y seguir a pie por un camino empinado, lo que hace más difícil su acceso, pero, a cambio, que no está tan solicitada, incluso en verano. Alrededor, un accidentado paisaje de pinos y chumberas; en ella aguas cristalinas, formaciones submarinas para explorar con gafas y tubo junto a los afloramientos rocosos.

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PLAYA DE LA BARROSA, CÁDIZ

Una enorme playa de arena dorada frente al litoral de Chiclana que se encuentra, sin lugar a duda, entre las más bonitas de Cádiz y de España. A lo largo de sus seis kilómetros de longitud posee un tramo muy frecuentado pegado a la zona más urbana, con todos los servicios y unos cuantos chiringuitos (turismo.chiclana.es/sol-y-playa/chiringuitos/), pero también otro más natural, con pinares y dunas cubiertas de vegetación. Las puestas de sol desde esta playa, simplemente inolvidables.

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PLAYA DE LOS MUERTOS, ALMERÍA

El nombre asusta de primeras. Pero cuando se contempla desde las alturas esta playa salvaje del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, nada hay que temer. El coche se deja en un aparcamiento situado en la carretera entre Agua Amarga y Carboneras y desde aquí arranca un camino descendente (y la vuelta, ascendente) de unos 700 metros y bastante desnivel que lleva hasta este kilómetro de grava asombrosamente rectilíneo, después de un paseo de unos 20 minutos.

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PLAYA DE RIJANA, GRANADA

En el pueblo de Castell de Ferro, la recóndita playa de Rijana tiene su historia, pues fue fondeadero para los barcos que llegaban a este rincón de la costa granadina a cargar agua para sus bodegas del aljibe que se llenaba con las aguas dulces del arroyo del Zacatín. Aunque se pueden ver algunos restos junto a la torre vigía de la Rijana, lo que atrae hoy de ella son sus aguas cristalinas, con muy poca profundidad e ideales para hacer snorkel. Un corto paseo de 5 minutos desde el aparcamiento habilitado en el barranco lleva hasta su arena negra.

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