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lleida valle© Gonzalo Azumendi

Lleida: planes en familia por la alta montaña

Por cultura, arte y hasta lengua, el valle de Arán es el más peculiar del Pirineo catalán, razón de peso para planear una visita por sus pueblos y disfrutar del itinerario que marcan las trazas del antiguo Camino Real, ahora meca del senderismo de montaña. Por este recorrido asoman bosques frondosos, pueblos encantadores y el hermoso románico aranés


21 de junio de 2021 - 21:03 CEST

La carretera principal del valle de Arán , la C-28, que discurre paralela al río Garona y va enlazando todos sus pueblos, permite hacer una ruta lineal desde la frontera con Francia hasta el puerto de la Bonaigua. Durante siglos, la única vía de comunicación entre las localidades aranesas, antes de esta, era el Camino Real, del que se conservan muchos tramos. Hoy son una buena excusa para recorrer este entorno también a pie o en bicicleta. Les, a 650 metros de altitud, es la primera localidad del Bajo Arán, el primer gran núcleo urbano tras la frontera francesa. Conserva restos de la torre del homenaje de un importante castillo que defendía la entrada al valle y unas famosas fuentes de aguas termales de propiedades saludables usadas desde época romana.

Lleida, valle© Gonzalo Azumendi
En cualquier época del año, pero especialmente en verano, el valle ofrece un amplísimo abanico de actividades de turismo activo. Sobre estas líneas, un grupo de ciclistas en las inmediaciones de Arties.

El siguiente pueblo es Bossòst, la tercera población en importancia de este territorio. Merece la pena cruzar el amplio puente sobre el río para visitar su casco histórico, con bellas casonas aranesas, el viejo lavadero y, muy en especial, la iglesia de la Purificación, construida en estilo románico en el siglo xii y uno de los principales monumentos del valle. Llegando a Es Bòrdes, la carretera y el Camino Real empiezan a atravesar los densos bosques araneses, donde crecen hayas, robles y abetos que tejen un entramado verde de mil tonalidades. Son auténticas despensas naturales donde, según la época del año, los lugareños recolectan níscalos, ceps (boletus), setas, fresas, frambuesas, moras, arándanos… En Pònt d’Arròs empieza una pista asfaltada de doce kilómetros paralela al arroyo Varradòs que sube hasta el Saut deth Pish, la cascada más grande y emblemática de Arán.

Lleida, campanario© Gonzalo Azumendi
El campanario octogonal es el elemento más característico de la iglesia románica de San Miguel de Vielha. En su interior, la icónica escultura del Cristo de Mijarán.

Es Bòrdes es un auténtico pueblo aranés. Las normas urbanísticas del valle obligan a construir con materiales autóctonos (piedra, pizarra y madera) y según los patrones de la arquitectura tradicional de la comarca. Por eso, los pueblos del entorno son un ejemplo de armonía estética, y este, en concreto, es uno de los más genuinos, pues muchas de sus callejuelas evocan escenas cotidianas de muchos siglos atrás. Desde él, una pista forestal asfaltada conocida como la ruta del Aneto sube hasta la Artiga de Lin, un interesante paraje natural a 1800 metros de altitud.

Lleida, montaña© Gonzalo Azumendi
Sobre estas líneas, el paisaje de Baqueira-Beret, un paraíso para los esquiadores.

Tras Aubèrt, pequeña localidad de 150 habitantes famosa por su iglesia románica de San Martín, entramos en Vielha, la capital del valle de Arán. Una villa histórica construida en un ensanchamiento del valle del Garona donde se concentra el 40 % de la población y con una intensa actividad comercial y turística todo el año, ya sea en invierno por la nieve o en verano por el senderismo y el montañismo. Pese a su crecimiento, aún conserva un casco antiguo de callejas sinuosas y casonas tradicionales con mucho encanto, en el que la iglesia de San Miguel, de un románico tardío, es su monumento más señalado y su campanario octogonal, emblema de la ciudad.

Lleida, pueblo© Lucas Vallecillos/Alamy Stock Photo
El pueblo de Salardú, uno de los más pintorescos del valle, con sus callejones en cuesta, numerosas fuentes y la iglesia de San Andrés como mejor testimonio arquitectónico, con su campanario octogonal y, en su interior, interesantes pinturas tardogóticas en los ábsides. Al fondo, el también bonito pueblo de Gessa.

A partir de Vielha, el desnivel empieza a crecer. Es el Alto Arán. La cercanía de la estación de esquí de Baqueira-Beret se siente y sus pueblos parecen dedicados por completo a los servicios que requiere la estación más grande y selecta de España. Algo que se aprecia, sobre todo, en Arties, posiblemente el pueblo más bonito de todo el valle. Su casco antiguo es un ejemplo perfecto de urbanismo aranés, con muchas casonas nobles –una de ellas, la de don Gaspar de Portolá, reconvertida en Parador– y su arquitectura religiosa, en especial la iglesia de Santa María y la de San Juan. Más allá todavía aguardan los pintorescos pueblos de Gessa, Salardú, Unha y Bagergue, que tiene el privilegio de ser el más alto de Arán.

Lleida, fresco de la iglesia de Santa María de Arties© Javier Sánchez
Sobre estas líneas, frescos de la iglesia de Santa María de Arties, emblema de la arquitectura románica aranesa.

No dejes de...

Rematar la ruta en Baqueira-Beret. Paraíso para los esquiadores, el final del itinerario es uno de los mejores resorts invernales del Pirineo. Para quienes no esquían, hay también un montón de actividades: trineos de perros, rutas en moto de nieve, con raquetas… Fuera de la temporada invernal, merece la pena subir el puerto de la Bonaigua para disfrutar de sus praderas, de sus bosques de pino negro y del ambiente de alta montaña que ofrece este paso estratégico a 2072 metros de altitud.

Guía práctica

Guía práctica

Lleida, montaña© Gonzalo Azumendi

Cómo llegar

El túnel de Vielha es la puerta de acceso al valle de Arán y se encuentra a dos horas de Lérida por la N-230. Entre Les, punto de partida de la ruta, y el puerto de la Bonaigua, el final, hay 42 kilómetros.

Qué ver

Museo de Valle de Arán. Este museo de Vielha muestra las costumbres, oficios y estilos de vida tradicionales de los pueblos araneses (museus.conselharan.org). Museo de la lana. También en Vielha, aquí se recuerda la importancia que la industria de la lana tuvo en el valle, pues fue uno de sus motores económicos (museus.conselharan.org). Quesería Tarrau. En Baguerge se encuentra una de las queserías artesanas más antiguas y famosas del entorno (quesosdelvalledearan.com). Minas Victoria. Su visita descubre la que fue una de las principales minas de zinc que hubo desde 1912 en la zona de Bossòst y Arres. Mòla de Salardú. Molino del siglo xvii con todas sus piezas restauradas y aún en funcionamiento. Para visitar este y las minas Victoria, contactar con el Museo del Valle de Arán.

Dónde dormir

Parador de Arties (Arties, parador.es). Arquitectura típica aranesa con estancias cálidas y vistas a las montañas. Chalet Bassibe by Silken (Baqueira, hoteles-silken.com). Chalet tradicional de montaña junto a los remontes de Esquirós, en la urbanización Nin de Beret, con piscina al aire libre. Baqueira apartamentos Cota 1700 (baqueiraapartamentos.com).En la urbanización Pleta de Nheu. Apartamentos con capacidad de seis a doce personas y todas las comodidades. Mauberme (Salardú, hotelmauberme.com). Pequeño y exclusivohotel de ambiente acogedor y trato familiar.

Dónde comer

Casa Rufus (Gessa, tel. 973 64 52 46). Comida tradicional aranesa, con la mejor calidad-precio. Muy buena su olla del valle. Ticolet (Baqueira, ticolet.com). Más sofisticado este clásico de carta creativa centrada en el producto de la tierra: agavanzos, yemas de pino, ruibarbo, saúco y el esturión. Eth Bot (Salardú, ethbot.es). Comida abundante que se degusta en una borda tradicional de 1700 situada en un precioso entorno. El portalet (Bossòst, tel. 973 64 82 00). Cocina de autor, con platos que se reinventan en cada estación. Borda deth Vasquito (Casarilh, tel. 619 46 22 84). El mejor lugar del valle para comer pescado y cocina vasca.

Más información

VALLE DE ARÁN, visitvaldaran.com

TURISMO DE LLEIDA, aralleida.com