Y después de Potes, ¿cuál será la Capital del Turismo Rural 2021?

De las 247 localidades presentadas –todas de menos de 10.000 habitantes y con atractivos turísticos–, solo diez han pasado a la final y una sola se hará con el título. La decisión está en manos de los internautas que, hasta el 14 de mayo, pueden votar a través de la plataforma escapadarural.com. La ganadora se conocerá el 18 de mayo. Estas son las finalistas:

SEPÚLVEDA, SEGOVIA

De este pueblo segoviano atraen, sobre todo, tres cosas: su valiosa colección de templos románicos, las afamadas hoces del Duratón y su lechazo asado a la leña. Tres motivos de peso para convertirse en Capital del Turismo Rural. Lo primero es el paseo por sus calles, desde la oficina de turismo –instalada en la antigua cárcel– a la pintoresca plaza mayor, descubriendo en el camino sus tesoros románicos: El Salvador, Nuestra Señora de la Peña, San Bartolomé, la de los santos Justo y Pastor, ahora Museo de los Fueros, y la de Santiago, convertida en Casa del Parque Natural. Es en esta donde arranca el recorrido circular por las hoces, el vertiginoso tramo donde el río Duratón ha creado uno de los más pasillos naturales más hermosos de la península. Para rematar el día, nada mejor que degustar a la mesa de cualquiera de sus restaurantes un crujiente cordero asado, que tienen merecida fama.

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OLVERA, CÁDIZ

En la serranía de Cádiz y en la ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz, Olvera es una joya de pueblo, blanco como la nieve y serrano serrano. Sus casas resumen a la perfección la arquitectura tradicional de la sierra y su silueta está marcada por el castillo que lo corona en lo alto. El paseo por las calles va descubriendo la iglesia de la Encarnación, la plaza del Ayuntamiento y el centro cultural La Cilla, entre otros lugares, después lo que toca es caminar a pie por la Vía Verde de la Sierra.

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BARONÍA DE RIALB, LLEIDA

Formada por antiguas parroquias, caseríos, masías y torres con muchos siglos de historia, esta candidata a Capital del Turismo Rural es un paraíso para conocer la arquitectura del siglo XI y XII. El monasterio de Santa María de Gualter es el más bello de los ejemplos. El río Rialb, afluente del Segre, las rutas de senderismo por su accidentado relieve y su bosque mediterráneo, la observación de aves o las actividades náuticas en el embalse de Rialb son otros atractivos del lugar.

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TARAMUNDI, ASTURIAS

Un resumen de todo lo que ofrece la comarca Oscos-Eo, así es este pueblo que ha sabido convertir su pasado tradicional en todo un referente del turismo rural. En un bello paraje a orillas de los ríos Turía y Cabreira, descubrimos el Museo de los Molinos de Mazonovo, el más grande de España dedicado a ellos. Legado de épocas pasadas son también la Casa del Agua de Bres, el Museo de la Cuchillería Tradicional de Pardiñas y, especialmente, Os Teixois, uno de los conjuntos etnográficos más antiguos de Asturias. En un marco de cuento, a 4 kilómetros de Taramundi, esta antigua ferrería del siglo XVIII muestra diversos ingenios hidráulicos movidos por el agua: mazo, molino, rueda de afilar, batán e incluso una pequeña central eléctrica.

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DAROCA, ZARAGOZA

A orillas del río Jiloca, Daroca tiene el mérito de ser uno de los conjuntos histórico más sorprendentes de la provincia de Zaragoza, rodeada como está por un conjunto de murallas de diferentes épocas de casi cuatro kilómetros, buena muestra de esa tierra de frontera que fue. Protegidos tras sus sólidos muros, más de cincuenta monumentos de gran valor artístico, como la colegiata de Santa María, palacios, templos y conventos de notable factura o su castillo, con la mejor panorámica del conjunto. Un legado histórico que se complementa con la cercana laguna de Gallocanta, lugar de paso y descanso de miles de aves migratorias.

CUACOS DE YUSTE, CÁCERES

Aquella decisión del emperador Carlos V de escoger esta villa para pasar sus últimos años ha marcado para siempre la vida de este pueblo de gran riqueza patrimonial y natural. El lugar elegido no fue otro que el monasterio-palacio de Yuste, hoy residencia de los monjes paulinos. Un edificio monumental que contrasta con la arquitectura tradicional de sus casas apiladas de adobe y entramado de madera y su plaza mayor porticada. Un lugar para no perderse también, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con un órgano del siglo XVI fabricado en Amberes que tiempo atrás sonaba en el monasterio.

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AIA, GUIPÚZCOA

A menudo eclipsada por sus vecinas Zarautz y Orio, este extenso municipio guipuzcoano con numerosos barrios y caseríos desperdigados por los prados, colinas y valles con vistas al mar es el principal punto de acceso al Parque Natural de Pagoeta, un auténtico pulmón verde donde disfrutar de la naturaleza y del senderismo. Por su pequeño pero coqueto y bien conservado casco antiguo da gusto callejear, con casonas históricas y una iglesia de proporciones descomunales. Para rematar, nada como una visita a la quesería Orortegui para degustar los quesos Idiazabal y a la sidrería Satoxta, donde probar su sidra artesanal en el mismo lagar.

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YESTE, ALBACETE

Allí donde Albacete limita con Jaén, Granada y Murcia se alza imponente la Sierra del Segura, en cuya accidentada geografía toma asiento este pueblo que fue importante en época medieval, como deja claro su robusto castillo del siglo XIII que domina el barrio viejo. A sus pies callejas estrechas, plazas recoletas adornadas de casas señoriales y la iglesia de la Asunción, cuyo campanario es visible desde muchos kilómetros a la redonda. En sus cercanías se encuentran los baños de Tus, de aguas minero-medicinales.

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ORTIGUEIRA, A CORUÑA

Su nombre suena a un importante festival de música celta, pero Ortigueira, que da nombre a la sinuosa ría coruñesa que se abre entre el cabo Ortegal y el de Estaca de Bares, tiene muchos otros encantos, empezando por sus arenales de Espasantes o Morouzos, pero también por sus balconadas acristaladas, sus palacetes indianos, el bucólico pazo de Brandariz, el antiguo convento de Santo Domingo, pero, sobre todo, unos impresionantes paisajes, como los de la sierra de Capelada o de Morouzos o los salvajes acantilados de Loiba.

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CHELVA, VALENCIA

El agua, y la ruta que pasa por sus numerosos manantiales y fuentes, es el tesoro natural del aspirante valenciano a Capital de Turismo Rural 2021. Su tesoro patrimonial: la iglesia arciprestal, el palacio Vizcondal y la ermita-mezquita, entre otros. Y el histórico, sus cuatro barrios: el andalusí de Benacacira –la antigua medina musulmana–, el judío del Azoque, el múdejar-morisco del Arrabal y el cristiano de Ollerías. Entre sus joyas monumentales. Para admirar también, el singular acueducto de Peña Cortada, una colosal obra de ingeniería hidráulica de época romana.

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