Despertarte con las mismas vistas a los jardines de Versalles que Luis XVI, asomarte al Gran Canal de Venecia como lo hacía Grace Kelly o pasear por las mismas estancias que Alfonso XIII en Sevilla es un lujo que hoy podemos disfrutar como en casa. Tras los muros de estos palacios no solo conoceremos parte de la historia de Europa, también dormiremos como reyes.
LE GRAND CONTRÔLE BY AIRELLES, VERSALLES
Será en verano cuando uno pueda despertar con las mismas vistas a l’Orangerie o al estanque de los Suizos de las que disfrutaba Luis XVI cuando abría la ventana. De lujo alojarse en el primer hotel que abre sus puertas en el palacio de Versalles y descansar en una de sus 14 habitaciones y suites –algunas de hasta 120 metros cuadrados–, sentarse a la mesa de su restaurante para probar las exquisiteces a cargo del chef Alain Ducasse, ser atendido por tu propio mayordomo o relajarse con los tratamientos de su spa, firmados por la marca de belleza Valmont. Así, quién no se siente como un rey.
ASHFORD CASTLE, IRLANDA
Resguardado por los exuberantes bosques del condado de Mayo, y a orillas del apacible lago Corrib, se alza imponente el castillo más antiguo de Irlanda. Una joya medieval que emana historia por todos sus rincones y en la que nos podemos quedar a dormir, pues alberga un lujoso hotel de cinco estrellas donde sentirse rey o reina durante unos días. Todo un capricho que se puede completar navegando en un bote de madera por las tranquilas aguas del lago, la cetrería con halcones o una visita a la aldea de Cong, conocida por ser el lugar de origen de la familia de Oscar Wilde.
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ALFONSO XIII, SEVILLA
Con el beneplácito de Alfonso XIII o por deseo expreso de él, en los primeros años del siglo XX se levantaron en España una colección de lujosos hoteles que, desde su inauguración, no solo fueron refugio de grandes personalidades, también emblema de la hostelería nacional: El Ritz de Madrid, el Alhambra Palace de Granada, el María Cristina de San Sebastián, el Miramar de Málaga, el Real de Santander o el que lleva su nombre de Sevilla. Entre la Puerta de Jerez, el Palacio de San Telmo y la Fábrica de Tabacos, este alojamiento es memoria de la ciudad señorial desde 1929, cuando se construyó para la Exposición Iberoamericana. Tras una fachada historicista, en sus señoriales estancias se han alojado una larga lista de personalidades que engranden la historia de este hotel donde el lujo cautiva nada más entrar en su vestíbulo. En el magnífico patio de columnas se encuentra su restaurante San Fernando, mientras que su terraza, a la que da nombre la reina Victoria –Ena, como se la conocía coloquialmente–, es un espacio informal de aire contemporáneo (espanol.marriott.com)
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ÇIRAGAN PALACE KEMPINSKI, ESTAMBUL
Un auténtico palacio otomano, así es este hotel en el Bósforo. Todo en él es un lujo, desde sus elegantes habitaciones con ropa de cama exquisita y grandes ventanales, algunas con jardín privada, a las vistas y las propuestas gastronómicas de su restaurante The Bosphorus, además de su spa, un auténtico baño turco y una piscina infinita climatizada al aire libre donde uno tiene la sensación de estar flotando en el canal que une dos continentes (kempinski.com).
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PALACIO ICO, LANZAROTE
Una princesa aborigen de leyenda que tuvo que superar una prueba a vida o muerte para que demostrar que por sus venas corría sangre real para que su hijo Guadarfía fuera nombrado rey da nombre a este emblemático hotel de Teguise que es ejemplo admirable de arquitectura canaria señorial. El mismo César Manrique incluyó esta gran casa solariega de 1690 catalogada como patrimonio histórico en su libro Lanzarote, arquitectura inédita. Casa señorial, taller de la artista Heidi Bücher y, desde 2017, hotel boutique lleno de encanto que conserva detalles arquitectónicos originales, como los suelos de tea, los artesonados de sus techos, los anchos muros de piedra o sus balcones de madera, a los que suma una gran colección de obras de arte repartidas por sus estancias. Desde 105 € es posible alojarse en sus habitaciones (hotelpalacioico.com).
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HOSTAL DE LOS REYES CATÓLICOS, SANTIAGO DE COMPOSTELA
La fachada barroca de la catedral que se asoma a la plaza del Obradoiro da la bienvenida a los miles de peregrinos que llegan por el Camino de Santiago. Es el centro monumental de la capital compostelana, a la que también abre sus puertas la plateresca del antiguo hospital levantado por los Reyes Católicos, en 1511, para dar cobijo a los caminantes tras sus largas marchas de sacrificio. Dormir en el hotel más antiguo del país no solo es sentir la historia en todas sus estancias, salones y patios, es también admirar una obra colosal en la que trabajaron los mejores artistas y artesanos, hoy es hotel más lujoso de la red de Paradores (parador.es), un verdadero museo.
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HOTEL PALÁCIO ESTORIL, PORTUGAL
Entrar en este lujoso cinco estrellas (palacioestorilhotel.com) es como regresar a aquellos años en los que este hotel palacio construido en 1930 se convirtió en segunda casa de numerosos miembros de la realeza europea durante su exilio y era frecuentado por jefes de estado, artistas y grandes personalidades de todo el mundo, incluso de espías –aquí se rodó la película de James Bond 007 al servicio de su Majestad–, como muestra su Galería Real. Noventa años después sigue siendo uno de los hoteles más especiales y exclusivos de Portugal, con lujos como sus programas de golf y el Banyan Tree Spa, entre los más prestigiosos del mundo.
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THE GRITTI PALACE, VENECIA
Decía Ernest Hemingway que el Gritti era «el mejor hotel en una ciudad repleta de hoteles maravillosos». Y no se equivocaba, pero es que, además, el que se levantó en 1525 como residencia privada del Duque de Venecia Andrea Gritti, sigue siendo toda una institución desde que abrió sus puertas en 1895. Sus habitaciones de lujo decoradas con antigüedades y cristal de Murano se asoman al Gran Canal y a la basílica de Santa Maria della Salute y de ellas disfrutaron celebridades de la talla de Elisabeth Taylor, Paul Newman o Grace Kelly (espanol.marriott.com).
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WALDORF ASTORIA TRIANON PALACE, VERSALLES
El salón de baile Clemenceau está lleno de historia, en él se redactó el tratado de Versalles en presencia del presidente francés que le da nombre. Hoy este escenario majestuoso, con techos altos, candelabros deslumbrantes y detalles en pan de oro que se abre a una hermosa terraza, acoge todo tipo de eventos. Es una de las joyas de este hotel, como son sus vistas del parque de Versalles, sus jardines, su spa, las habitaciones ubicadas en el histórico palacio, al que se ha añadido un pabellón anexo, y la innovadora cocina francesa de su restaurante Gordon Ramsay au Trianon, con estrella Michelin.
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EUROSTARS HOTEL REAL, SANTANDER
La idea de construir el Hotel Real se le ocurrió a Alfonso XIII, por la necesidad de alojar en él al séquito que cada verano acompañaba a la familia real a Santander cuando disfrutaba de los llamados baños de ola en la playa de la Magdalena. Inaugurado un año después, el hotel siempre ha estado vinculado a los grandes acontecimientos de la ciudad: cursos de verano de la Menéndez Pelayo, Festival de Música de Santander... Situado frente a la playa de los Peligros, domina la bahía desde lo alto de la colina en que se erige, rodeado de jardines, entre el casco histórico y El Sardinero. Salones de estilo francés, grandes ventanales, jardines, uno de los centros de talasoterapia más vanguardistas de Europa y una terraza inspiradora, la misma en la que Jorge Sepúlveda escribió Mirando al mar soñé… (eurostarshotels.com).