DESCUBRIR LOS TESOROS DEL RÍO ASTUR Y LOS PICOS DE EUROPA
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No hay mejor punto de partida para connocer Cangas de Onís que empezar por descubrir su historia. Y para ello, ningún lugar más lleno de significado que el monasterio de San Pedro de Villanueva -hoy acoge el Parador (parador.es), pues es uno de los más antiguos de Asturias, cuyo origen está ligado al linaje de los primeros reyes astures, pues fue panteón real y basílica prerrománica. Magníficos son los capiteles románicos de su portada, entre los que destacan los dedicados a Favila, segundo rey de Asturias e hijo del legendario don Pelayo, un monarca muy popular que murió por el ataque de un oso en la cercana aldea de Llueves. Después de empaparse de historia, es momento de descubrir el patrimonio natural que le rodea: el río Sella y los Picos de Europa.
LOS SECRETOS DE UNA BOTICA MEDIEVAL
Estando donde está, a las puertas de la incursión más clásica a las montañas de los Picos de Europa, la que lleva a los lagos y al santuario de Covadonga, el antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva siempre tuvo una profunda relación con la naturaleza. En su botica medieval podemos descubrir la flora de la zona y sus propiedades, pero además la importancia que este lugar tuvo en la conservación de una especie protegida de murciélago.
ENTRE PERROS PASTORES Y OVEJAS XALDAS
Para acercarse al mundo rural del entorno de Cangas de Onís, toda una experiencia resulta conocer de primera mano la labor de los perros border collie en el pastoreo, descubriendo cómo manejan el ganado y cómo se comunican con los pastores y las ovejas xaldas, una raza de origen celta autóctona, considerada la más antigua de Europa.
CONTEMPLAR DE CERCA AL QUEBRANTAHUESOS
Una de las especies emblemáticas del reino astur es el quebrantahuesos, el rey del cielo. En el Parque Nacional de los Picos de Europa podemos vivir la experiencia de contemplar de cerca a estas aves necrófagas, conocer su importancia, un proyecto de recuperación de esta especie amenazada y también su relación con la ganadería extensiva para mantener los ecosistemas de montaña.
UN DÍA DE PASTOREO
Compartir una jornada con los pastores de los Picos de Europa, conociendo sus majadas y cabañas es una experiencia inolvidable, pues se trata de un estilo de vida en peligro de extinción. Durante el día se pueden degustar también quesos y otros productos típicos de la zona vinculados con la vida de los pastores.
BAÑOS DE BOSQUE O CÓMO CONECTAR CON LA NATURALEZA
La práctica del shirin-yoku, cuya tradución literal del japonés es «baños de bosque» es mucho más que una moda. Los estudios lo avalan: el contacto con la naturaleza es una terapia muy eficaz para rebajar los niveles de estrés. En el entorno de Cangas de Onís podemos reconectar con nosotros mismos paseando por el bosque y experimentando la naturaleza con los cinco sentidos. Además de disfrutar del poder curativo y sanador de los bosques descubriremos unos ecosistemas excepcionales.
POR EL DESFILADERO DE LOS BEYOS
A media hora de Cangas de Onís, el río Sella ha horadado en la roca caliza este magnífico desfiladero que se recorre por la senda del Arcediano, un atractivo camino empedrado de 13 kilómetros que enlaza Soto de Sajambre con la aldea de Amieva. Una zona donde podemos conocer la forma de vida de los habitantes de los pueblos de este entorno –Oseja de Sajambre, Ponga, Amieva…– y ver cómo se han adaptado desde hace cientos de años a la orografía de este terreno y cómo han sabido sacar partido a lo que tenían más cerca y abundante: animales, leche… por ejemplo, para elaborar productos tan apreciados como el queso de Los Beyos.
VISITAR PUEBLOS PERDIDOS Y GARGANTAS ESCONDIDAS
Viajar al pasado y visitar pueblos perdidos y aislados del progreso es una experiencia que podemos vivir en el Parque Natural de Ponga, un gran espacio de la cordillera Cantábrica que se extiende por el concejo del mismo nombre y limita con el Parque Nacional de los Picos de Europa y el Parque Natural de Redes. Su montañosa geografía ha provocado a lo largo de la historia este aislamiento social y ha generado un oasis ideal para la biodiversidad. Acercarnos a la arquitectura típica de estos valles, los hórreos beyuscos, y sus gargantas escondidas es todo un descubrimiento.
ASOMARNOS A LA COSTA JURÁSICA
Entre Tazones (Villaviciosa) y Ribadesella –a menos de media hora de Cangas de Onís– los animales prehistóricos dejaron su pesada huella en esta franja costera, por eso es conocida como costa de los dinosaurios o cosa jurásica. El recorrido por este tramo con espectaculares acantilados, cuevas marinas, desfiladeros y playas ayuda a entender cómo surgieron los Picos de Europa. Su sector más accesible es el localizado entre Lastres y Colunga. A medio camino de estas dos poblaciones y en un promontorio sobre el mar, desde el que se divisan las playas y acantilados, se ha construido el Museo Jurásico de Asturias (MUJA), que guarda réplicas a tamaño natural de las más representativas especies.
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¿CÓMO REALIZAR ESTAS EXPERIENCIAS?
Todas estas experiencias se organizan desde el Parador de Cangas de Onís (parador.es). Y tienen en común que son cercanas (a no más de una hora de él), se hacen durante todo el año, tienen la mirada puesta en la naturaleza, en la importancia de la biodiversidad, ponen en valor a los productores locales –ellos mismos son los encargados de gestionarlas– y apuntan a un ecoturismo sostenible.
El asturiano es el primero de los Paradores que ha puesto en marcha el programa Naturaleza para los sentidos y se extenderá después por una veintena más, como los de Bielsa y Villafranca del Bierzo. Un programa creado con la colaboración de empresas locales y gestores de los recursos naturales para promover un turismo responsable que genere beneficios sociales, ambientales y económicos en los territorios en los que se encuentran y en los que la naturaleza es la verdadera protagonista.
Más información en parador.es