asturias desfiladero de las xanas© Turismo Asturias / Juanjo Arrojo

ASTURIAS

El desfiladero de las Xanas, el paseo más bello de la primavera asturiana

Las ninfas de la mitología asturiana dan nombre a este desfiladero, una garganta de la sierra del Aramo que se puede recorrer caminando por una senda increíblemente tallada en la roca vertical. Después de andar por estos precipicios, hay que acercarse a Teverga a saludar a las osas Paca y Molina, y pedalear por una de las mejores vías verdes de España


Actualizado 18 de marzo de 2021 - 14:44 CET

Labrada por el arroyo de las Xanas, un afluente del río Trubia, sobre la masa caliza de la sierra del Aramo esta garganta asturiana no muy larga de dos kilómetros, pero bien profunda, de hasta 500 metros, posee un único camino que la recorre a media altura, esbozo de una carretera que quedó inacabada en los años 30 del pasado siglo, para goce y disfrute de los actuales senderistas.

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asturias-desfiladero-de-las-xanas© Turismo Asturias / Juanjo Arrojo
Desfiladero de las Xanas, Asturias.

EXCURSIÓN POR EL DESFILADERO

El paseo se inicia en el área recreativa de las Xanas, entre las localidades de Villanueva y Tuñón. A pesar de que el desfiladero desemboca allí mismo, y la lógica tentación es echarse a andar por su fondo, hay que seguir en cambio la carreterilla que sube en fuerte repecho hacia Tenebredo y abandonarla a los 300 metros para, muy poco después, asomarse ya a la visión estremecedora de los primeros precipicios, los primeros túneles de este camino horadado cual galería de carcoma y, allá abajo, las rugientes cascadas en que se vierte el arroyo.

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La excursión por el desfiladero a pie dura en total unas cuatro o cinco horas ida y vuelta y no presta dificultad ninguna, salvo el cuidado de las paredes verticales, por lo que es ideal para familias con niños de mediana edad.

Sin posibilidad de pérdida ni atajo, el itinerario discurre por el boquete abierto en la alta pared. Y así, como a una hora del inicio, se llega a un punto en que las murallas grises de ambas márgenes casi se tocan, dando paso a una boscosa angostura, toda helechos y avellanos. El camino se arrima al arroyo, lo cruza por una pontezuela de madera y, muy poco después, gira hacia la derecha para subir por peldaños de madera hasta la iglesia de San Esteban, a la que rodean un tejo centenario, verdes prados y los caseríos de Pedroveya, Dosango y, allá arriba, La Rebollada.

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Fuente en la aldea de Pedroveya, a la que se llega tras unas dos horas de marcha.

En la aldea de Pedroveya, tras casi dos horas de marcha, concluye el camino de ida, el mismo que se usará para volver, no sin antes aprovechar la ocasión de conocer en esta población los típicos hórreos asturianos de planta cuadrada, cuerpo de madera y tejado a cuatro aguas que se sustentan sobre altos pilares. El recorrido completo a pie dura en total cuatro o cinco horas (incluida la vuelta), no presta ninguna dificultad ni exige más equipamiento que el lógico para caminar por la montaña.

© Turismo Asturias / Arnaud Späni
En el cercado osero que se encuentra entre Proaza y Villanueva podemos conocer a Paca y Molina, dos ejemplares de oso cantábrico que viven aquí en régimen de semilibertad.

EL REINO DEL OSO PARDO

Los tres concejos que confluyen en el desfiladero (Quirós, Proaza y Santo Adriano) forman junto con el de Teverga la mancomunidad de los Valles del Oso, así bautizada en homenaje al plantígrado que aún campea por la sierra del Aramo y el macizo de Ubiña, límites oriental y meridional de la comarca. En Proaza se encuentra la Casa del Oso, un museo dedicado a este imponente animal, de más de 200 kilos de peso, del que hoy hay algo más de 300 ejemplares en la cordillera Cantábrica gracias a los programas de recuperación.

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Aldea medieval de Bandujo, en el municipio de Proaza.

Y entre Proaza y Villanueva, un cercado osero donde todos los días se puede ver cómo dan de comer a Paca y Molina, dos osas que viven aquí en condiciones de semilibertad. Al cercado se puede acceder a pie o en bicicleta y el área recreativa de Buyera se encuentra a 500 metros donde descansar después del paseo.

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La Senda del Oso es ideal para realizarla en bici o a pie, sin apenas esfuerzo, atravesando túneles horadados en la roca, lagos y puentes en una ruta de gran belleza perfecta para familias.

EN BICI POR LA SENDA DEL OSO

La ruta por la comarca no estaría completa sin un paseo en bici por la Senda del Oso. Se trata de la plataforma de un antiguo ferrocarril minero, que permite recorrer pedaleando sin apenas esfuerzo 36 kilómetros de los encajados valles de los ríos Trubia y Teverga. Esta vía verde enhebra puentes y túneles iluminados, restos de arqueología industrial y desfiladeros como los de Valdecerezales y Peñas Juntas, que tienen poco que envidiar al de las Xanas.

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