CASCADA DE MARMORE, ITALIA
La región de la Umbría es la otra Toscana italiana, con suaves montes, campos de girasoles y viñedos, pueblos medievales y los Apeninos al fondo. En uno de sus valles, el de Valnerina, cerca de la ciudad de Terni, se esconde una de las cataratas más bellas de Europa, cuyas aguas van a parar en el río Nera dando un espectacular salto de 165 metros y envueltas por una frondosa vegetación. Este lugar que forma parte del Parque Fluvial del Nera gusta a los amantes del rafting, el kayak y otras actividades de turismo activo.
Las diez cascadas más impresionantes del mundo que deberías visitar
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
CATARATAS DEL RIN, SUIZA
En el norte de Suiza, a una hora de Zúrich y cerca de la ciudad de Schaffhausen se encuentran las cataratas más grandes de Europa, formadas durante la última era glacial: 150 metros de ancho, 23 de alto y una media de caudal de 700 m3 de agua por minuto. Se puede acceder a ellas por un sendero con miradores desde el castillo de Laufen, que alberga el centro de visitantes y un museo interactivo sobre la historia de este espacio natural, o, para no perderse nada del espectáculo, subirse a uno de los barcos que parten del castillo de Wörth, construido en medio del cauce del río.
GRAN CASCADA DE GAVARNIE, FRANCIA
En la vertiente francesa de la alargada cordillera pirenaica, el Circo de Gavarnie es uno de los enclaves de montaña más señalados del mundo. Con el telón de fondo del cercano murallón rocoso se empieza a caminar por un sendero que parte del antiguo caserío de pastores de Gavarnie y va remontando las aguas del río del mismo nombre, entre prados y bosques de hayas y abetos. En el último recodo del camino se abre ante los ojos este gigantesco y escalonado anfiteatro calizo, excavado durante millones de años por un glaciar, del se precipita la Gran Cascada, que, con sus 413 metros de caída libre, es la más alta de Francia y de las mayores de Europa.
SKOGAFOSS, ISLANDIA
Al sur de la isla, junto al pueblo de Skógá y muy cerca de la de Seljalandsfoss está la que, para muchos, es la catarata más bella del país. Con 62 metros de altura y casi 30 de anchura, la cortina de agua que forma al caer sobre un lecho de piedras negras es tan impresionante y continua que nadie ha podido situarse detrás de ella para comprobar si es cierta la leyenda de que un jefe vikingo escondió allí un tesoro. Vista desde abajo o desde su mirador, al que se sube ascendiendo más de 400 escalones– se entiende porque es una localización habitual de películas y series.
CASCADA STAUBBACHFALL, SUIZA
El valle de Lauterbrunnen es el paraíso de las cascadas, con 72 saltos de agua que se despeñan por sus paredes rocosas desde hasta 300 metros de altura. Entre todas ellas, una de las más espectaculares, además de las más altas, es Staubbachfall, a las afueras del pueblo de Lauterbrunnen. En verano, los vientos cálidos arremolinan el agua en todas las direcciones provocando su pulverización, que eso es lo que significa su nombre y el riachuelo que la forma, agua pulverizada. Tan fascinante resulta que el mismísimo Goethe se inspiró en ella para escribir su poema Canto de los espíritus sobre las aguas. También impresionantes en el valle son las cascadas subterráneas de Trümmelbachfälle, que retumban dentro de la montaña, y a las que se accede por un laberinto de escaleras y galerías.
PLITIVICE, CROACIA
El más grande de los parques nacionales de Croacia y el más antiguo, a dos horas de Zagreb y en la región de Lika, esconde una sorpresa mayúscula entre sus bosques de abetos y hayas: un conjunto de 16 lagos de aguas intensamente azules y verdes encadenados por un centenar de cascadas y arroyos. Existen dos itinerarios para recorrer los lagos por sendas y pasarelas de madera, uno que permite observar los lagos inferiores y llegar hasta el cañón que conduce a la gran cascada del río Plitvice que, con 78 metros de altura, es la mayor de Croacia, y otra que acerca a los lagos superiores.
SELJALANDSFOSS, ISLANDIA
Posiblemente, Islandia sea el lugar con más cataratas espectaculares por kilómetro cuadrado. Y una de las que primero se descubren saliendo de Reijkiavik por la N1, que recorre toda la isla, es esta catarata de impronunciable nombre y 60 metros de altura visible muchos kilómetros antes de llegar a su base, gracias a la llanura interminable que se abre a los pies de la montaña por la que se precipita. Otra imprescindible es la de Gullfoss, compuesta de varios niveles que van cayendo desde un tajo imponente.
SIETE HERMANAS, NORUEGA
Como profundísimas heridas abiertas en la roca, los fiordos de la costa de Noruega –esos tajos desmedidos que se adentran en tierra firme entre precipicios de vértigo– dibujan un paisaje único, un verdadero espectáculo de la naturaleza. Entre todos ellos, el de Geiranger, Patrimonio de la Humanidad, presume de increíbles cascadas, en concreto, de Syv Søstre, la más grande, en realidad siete corrientes de agua que fluyen hacia el fiordo desde una altura de 250 metros. Frente a ella queda la de Friaren, el Pretendiente, protagonistas todas ellas de una antigua y romántica leyenda escandinava.
SALTO DEL NERVIÓN, ÁLAVA
En el límite entre Álava y Burgos se esconde la que es la cascada más alta de nuestra geografía, con 270 metros de altura, envuelta en un boscoso entorno. Impacta el estruendoso sonido de las aguas de los arroyos Ajiturri, Iturrigutxi y Urita al desplomarse por un anfiteatro rocoso hacia el fondo de un abismal cañón. Como también los umbríos hayedos del Monte de Santiago que la rodean y que son, junto al salto, los protagonistas absolutos del paisaje.
Para leer: Lo mejor de Álava capturado en 12 imágenes
RÍO MUNDO, ALBACETE
En el Parque Natural de los Calares del río Mundo y de la Sima, entre la sierra de Alcaraz y la sierra del Segura, tiene lugar un fenómeno natural espectacular varias veces al año. Es el «reventón» del río Mundo al nacer, una brusca explosión de agua que cae en forma de cascada un centenar de metros y da lugar a saltos y colas de caballo de lo más vistoso. Se llega a él desde Riópar, caminando por un sendero escalonado durante 15 minutos. Además de contemplar la cascada, el singular paisaje kárstico de este espacio protegidos invita al senderismo.
Para leer: Lugares de Albacete que inspiran un viaje