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Hasta ahora, una de las mejores vistas de Madrid la podíamos contemplar desde el mirador de la Huerta del Rey, al otro lado del río Manzanares, con las siluetas que dibujan el Palacio Real, la catedral de la Almudena y San Francisco el Grande de fondo. Es la misma postal que ofrece la nueva escultura que, muy cerca del mirador, se acaba de instalar en la explanada del Puente del Rey de Madrid Río.
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Como ya lucen muchas otras ciudades españolas –Gijón, Vitoria, San Sebastián, Lugo, Ávila…–, las letras gigantes de Madrid forman un conjunto escultórico de doce metros de largo por casi tres de alto al que la capital añade uno de sus símbolos: el icónico Oso y el Madroño. Un monumento construido por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con Ecovidrio a partir de envases de vidrio reciclado, que rinde tributo a los madrileños y su conciencia medioambiental.
Este nuevo emblema de la capital está recubierto con calcín (vidrio reciclado) teñido de color azul, procedente de los envases recuperados de los contenedores verdes de la ciudad. Las nuevas letras se iluminarán por las noches a través de un sistema led de paneles solares, embelleciendo esta perspectiva nocturna de la ciudad desde la ribera del Manzanares.
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