COCHEM
En las laderas de un valle fluvial salpicado de viñedos se encuentra esta pintoresca localidad alemana cuyas casas de colores frente al río Mosela y el castillo de Reichsburg, sobre una escarpada roca en lo más alto de la localidad, forman la postal perfecta. La mejor opción es visitarla en otoño, cuando los bosques de alrededor visten sus mejores galas y se puede disfrutar de las colinas repletas de viñas y de los vinos de la región vinícola, con visita a alguna bodega incluida.
MONSCHAU
El castillo de Monschau domina esta pequeña ciudad desde el siglo XIII, lo que le ha hecho ser testigo de gran parte de su historia. La descubrimos en las montañas Eifel de Renania del Norte-Westfalia y está llena de encanto por sus casas medievales con entramados de madera alineadas en pequeñas calles adoquinadas y que se conservan intactas desde hace más de 300 años.
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GOSLAR
En el Medievo, Goslar fue la ciudad imperial favorita de los emperadores. Desde 1992, su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad, con dos tercios de sus edificios protegidos, cuyas fachadas denotan la posición social y la riqueza de sus antiguos dueños. A una veta de mena descubierta en el monte de Rammelsberg, ubicado a dos kilómetros de Goslar, le debe esta ciudad de la Baja Sajonia su riqueza, una antigua mina convertida en museo y también en la lista de la Unesco.
MEERSBURG
Al lago Constanza se asoman pueblos de lo más seductores, pero tal vez el más coqueto sea este de la región de Baden-Wurtemberg, con un casco medieval encantador que se recuesta sobre la colina. Por su arquitectura, sus estrechas calles, su animada Unterstadtstasse, el castillo viejo –el habitado más antiguo de Alemania–, el castillo nuevo y el paisaje de viñedos de alrededor, su belleza no tiene discusión.
QUEDLINBURG
La nación alemana nació en este lugar a orillas del río Bode lleno de encanto y Patrimonio de la Unesco en cuya colina de Schlossberg fue coronado el primer rey alemán, Heinrich I. Lo más singular de él son sus 1200 edificios con entramados de madera y aires medievales repartidos por el casco antiguo, a los que se suman una preciosa plaza del Mercado, el castillo renacentista en lo alto de la montaña, el ayuntamiento barroco y la histórica basílica de San Servasio. Se encuentra en el estado federado de Sajonia-Anhalt, en la región del Harz.
ROHENBURG OB DER TAUBER
Si hay un pueblo medieval bonito en el estado de Baviera es esta joya de la Ruta Romántica que parece detenida en el tiempo. Rodeado por una muralla, para muchos es el mejor conservado de Europa y cualquier paseo por sus calles empedradas lleva siempre a su corazón, la Market Platz (plaza de Mercado), en la que se levanta el edificio del ayuntamiento, con su torre de casi 60 metros de altura, y la Ratsherrntrinkstubem, donde está Clock Tower, pero también puertas, fuentes, iglesias, museos... ¡Una locura de pueblo!
WERNIGERODE
El casco antiguo de esta otra ciudad de cuento perdida en las colinas del Parque Nacional del Harz, en Sajonia-Anhalt, se conserva inalterado, con sus calles adoquinadas, sus casas de puntiagudos tejados rojizos con entramado de madera, el regio ayuntamiento gótico que se levanta en la Markplatz y su castillo de fantasía.
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SAARBURG
Sí, también esta ciudad medieval de Renania-Palatinado tiene un amplio muestrario de casas con fachadas de color pastel con entramados de madera y techos a dos aguas. Como cualquier pueblo de cuento en Alemania, pero lo más singular de esta pequeña localidad a 20 kilómetros de Luxemburgo es su impresionante cascada de 20 metros de altura en pleno centro de la villa.
REGENSBURG
En Baviera y en la confluencia de tres ríos –el Danubio, el Naab y el Regen–, el casco antiguo de esta ciudad bávara, Patrimonio de la Humanidad, es el conjunto medieval más grande al norte de los Alpes. Una ciudad con historia con más de 1500 edificios catalogados y dos joyas monumentales: el puente de piedra que cruza el Danubio desde 1146 y la catedral de San Pedro. También de interés son la triangular Haidplatz, donde se levanta la casa Golden Cross, la colorida Casa Goliath y el Museo de Historia, que ocupa un antiguo monasterio.
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NÖRDLINGEN
Este encantador pueblo medieval amurallado se encuentra en la cuenca de Ries, en el centro de un enorme cráter formado por el impacto de un meteorito hace más de 15 millones de años. Con unos 25 kilómetros de diámetro, es uno de los mejores conservados del mundo y ha sido convertido en un geoparque. Las murallas originales del siglo XIV bordean los límites del cráter y forma un círculo casi perfecto.