AVENTURA EN PORTUGAL

Las pasarelas de Paiva y el puente peatonal más largo del mundo


Actualizado 30 de noviembre de 2020 - 18:34 CET

A una hora de Oporto, los pasadizos del río Paiva son todo un referente del senderismo, pero, sobre todo, una auténtica aventura para disfrutar de la naturaleza en el noroeste de Portugal. Por el hermoso paisaje en el que se ubican, pero también por el reto de superar numerosos escalones de madera y caminar por pasarelas colgadas sobre las aguas, el plan además es de lo más divertido. Y lo será aún más, cuando próximamente se pueda caminar por el puente peatonal más largo del mundo, con más de medio kilómetro de longitud.

 

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LOS OSCAR DEL TURISMO

Por segundo año consecutivo, las pasarelas de Paiva han sido elegidas en los World Travel Awards (los Oscar del Turismo) la mejor atracción turística de aventura.

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DÓNDE ESTÁN LOS PASSADIÇOS

Los pasadizos se encuentran en el municipio de Arouca, en el distrito de Aveiro, y forman parte del Geoparque de Arouca, un santuario natural y geológico Patrimonio de la Unesco que invita a un fascinante viaje por la biología, la geología y la historia de la vida en el planeta.

EL RECORRIDO

Las pasarelas se extienden a lo largo de 8 kilómetros (8700 metros exactamente), rodeados de belleza natural y con escalones de madera suspendidos sobre la margen izquierda del río Paiva. El camino, lineal y en el que emplearemos unas dos horas y media de duración entre subidas y bajadas y paradas para hacer fotos o contemplar el paisaje, discurre junto al río, que pone música ambiental a un recorrido que comienza en las playas fluviales de Areinho y Espiunca. En el período invernal el río aumenta su caudal, por lo que en sus aguas blancas también podemos aventurarnos a practicar rafting o kayak-rafting.

LOS TESOROS NATURALES DE LA RUTA

La garganta del Paiva –donde el lecho del río se estrecha, entre el puente Alvarenga hasta Vau–, la cascada das Aguieiras –un salto de agua que llega a alcanzar 160 metros de altura–, la playa fluvial do Vau, la Gola do Salto –el desnivel más acentuado del río Paiva– y la falla de Espiunca son algunas de las sorpresas que depara el paisaje y gana en belleza a medida que se va ganando altura.

EL PUENTE COLGANTE MÁS LARGO DEL MUNDO

Sobre el río Paiva también se eleva el que, a 175 metros de sus aguas, es el puente colgante peatonal más largo del mundo. A punto de ser inaugurado, este gigante de la ingeniería bautizado como Arouca 516 y sujeto por cables de acero mide algo más de medio kilómetro de longitud y desde él, superado el vértigo de pisar su suelo de rejilla metálica, se divisa una preciosa vista de las cascadas de Aguieiras, de la garganta del río Paiva y de la playa de Areinho.

MUY ÚTIL

La ruta la podemos realizar durante todo el año y es adecuada para todos los públicos, aunque los tramos de escaleras tienen desniveles más acentuados. Hacia Areinho-Espiunca es menos exigente a nivel físico. Si se quiere hacer ida y vuelta, lo más acertado es iniciar el recorrido en Espiunca. En los dos extremos hay zonas de aparcamiento y cafés que sirven comidas rápidas, además de un servicio de taxi que une ambos. Durante el recorrido hay carteles didácticos con códigos QR que permiten descargar información de los puntos de interés.

Las entradas se reservan en: passadicosdopaiva.pt y tienen un precio de 1 €.

GEOPARQUE AROUCA

Las pedras parideiras de Castanheira –rocas graníticas con discos incrustados–, los trilobites (fósiles) gigantes de Canelas o los icnofósiles de Vale do Paiva son algunos de los tesoros patrimoniales de este espacio de la Unesco, que suma un total de 41 sitios de interés. Un verdadero museo geológico a cielo abierto rodeado por las sierras de Freita, Montemuro y Arada. Para descubrir también, la cascada de 75 metros de altura de Frecha da Mizarela (en la imagen), el monasterio y el museo de arte sacro de Arouca, la panorámica de la Señora de Mó o algunas de las antiguas minas de wolframio de la zona.