Estando como está a 1727 metros de altitud, el santuario mariano de la peña de Francia tiene el honor de ser uno de los más altos del mundo. La carretera que trepa hasta lo alto aparece bien señalizada tres kilómetros después de rebasar El Cabaco, yendo hacia La Alberca. Son 12 kilómetros de subida fuerte y revirada, en la que se salvan más de 700 metros de desnivel y el paisaje cambia, pues se pasa de la dehesa de encinas a los bosques de robles y pinos y, más arriba, a la pelada cresta de cuarcita. Una vez en el santuario dominico, levantado a principios del siglo XV, lo que se visita es la gruta donde la tradición dice que un tal Simón Vila encontró en 1434 la imagen de Nuestra Señora de la Peña de Francia. En sus múltiples miradores uno puede entretenerse largo tiempo, pues desde ellos se divisan muchos de los pueblos de la sierra y de las comarcas vecinas.
LA ALBERCA
Entre el santuario de la Peña de Francia y del valle de las Batuecas se encuentra el pueblo más bonito de la sierra, el primero de España que fue monumento histórico. Un precioso muestrario de arquitectura popular con sus casas de piedra, geométricos entramados de madera y dinteles con cruces, invocaciones marianas y otros símbolos. Sus calles siempre van a dar a la plaza Mayor, con sus fachadas recorridas por balcones, sus soportales de columnas graníticas y el crucero en el centro. Hay dos museítos que vale la pena visitar: la Casa-Museo Satur Juanela (casamuseosaturjuanela.com) y el Museo del Traje Típico Albercano (artesaniamendezlaalberca.com). Y luego tiendas de jamones en las calles del Tablado y del Puente, donde llevarse a casa un sabroso recuerdo.
LA RUTA MÁS DELICIOSA: LA CASCADA DEL CHORRO
Por el alto del Portillo se pasa de La Alberca al valle de las Batuecas. Tras un descenso vertiginoso de 11 kilómetros, 600 metros de desnivel y 12 curvas de 180 grados se llega al fondo de la selvática garganta donde se esconde, desde 1598, el convento carmelitano de San José. El cenobio no puede visitarse, pero sí rodearse por la izquierda para seguir una preciosa ruta, la que lleva hasta la cascada donde las aguas del arroyo del Chorro, afluente del río Batuecas, caen desde 10 metros sobre una límpida poza. Es uno de los enclaves más deliciosos de la sierra, pues en el camino se pueden contemplar también pinturas rupestres. La ruta senderista, de 11 kilómetros (incluida la vuelta por el mismo camino) y unas cuatro horas de duración, es de dificultad media-baja y aunque está señalizada solo hasta la mitad del recorrido, no tiene pérdida.
PUEBLOS BONITOS PARA PASEAR
En el listado de los pueblos que son conjunto histórico de la Sierra de Francia uno de los más desconocidos es el bonito caserío rodeado de terrazas escalonadas de Villanueva del Conde. En su entramado urbano, un conjunto de casas de granito con travesaños de madera y dentro de su recinto amurallado perfectamente cerrado las huertitas, a las que se accede por unos curiosos pasajes y callejines.
El pueblo está unido a Miranda del Castañar por un entretenido paseo circular que discurre entre madroños, robles y obras de arte, conocido como el Camino de los Prodigios. Además de este y La Alberca, no podemos perdernos los otros pueblos que son conjunto histórico: Miranda del Castañar, San Martín del Castañar, Mogarraz y Sequeros.
UN LUGAR PARA DESCANSAR
La Alberca es un lugar perfecto como base para esta escapada. Aquí se encuentra la Abadía de los templarios (abadiadelostemplarios.com), un amplio complejo de aire medieval con villas de arquitectura tradicional, spa y restaurante. Otra idea es Doña Teresa (hoteldeteresa.com). Hotel de cuatro estrellas con decoración artesanal de la zona y vistas a la sierra y al santuario. Sencillo y acogedor es Antiguas Eras (antiguaseras.com), con habitaciones abuhardilladas.
A MESA PUESTA
Cocina de autor con productos de temporada en Entrevinos y Pigmentos (entrevinos-y-pigmentos.negocio.site), en La Alberca. En esta misma localidad, también El Encuentro (cafe-restaurante-el-encuentro.negocio.site), con platos tradicionales como las patatas meneás, la sopa castellana o el cochifrito; y La Cantina de Elías (casasruraleslaalberca.com), afamado por sus carnes a la brasa.
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