COCHEM, ALEMANIA
En las laderas de un valle fluvial salpicado de viñedos se encuentra esta encantadora localidad alemana. Sus casas de colores frente al río Mosela y el castillo que la corona, sobre una escarpada roca, forman la postal perfecta. La mejor opción es visitarla en otoño, cuando los bosques de alrededor visten sus mejores galas y se puede disfrutar de las colinas repletas de viñas y de los vinos de la región vinícola, con visita a alguna bodega incluida.
LOS COSTWOLDS, INGLATERRA
La bucólica región que se extiende desde Bath a Stratford-upon-Avon, con colinas de suaves pendientes y salpicadaa de pueblitos, luce más bonita aún en esta época. A sus encantadoras casas de piedra de color miel se unen los marrones y ocres de la naturaleza en una perfecta armonía cromática. A solo dos horas en coche de Londres, se ha convertido en uno de los escondites favoritos de los británicos.
RIQUEWIHR, FRANCIA
La región francesa de la Alsacia, entre bosques y valles rebosantes de vides y castillos, despliega, además, un ramillete de pueblos siempre en la lista de los más bonitos de Francia. Bien sea para descubrir sus encantos, como Riquewihr (en la imagen), donde las vides se aproximan a sus murallas medievales, para degustar sus excelentes vinos o hacer coincidir la visita con la vendimia, esta es la época más recomendable para acercarnos y descubrirla.
VALLE DEL DUERO, PORTUGAL
Los viñedos de Duero son el paisaje perfecto para descubrir esta temporada en un crucero por el río, navegando entre empinadísimas laderas repletas de vides a la altura de encantadoras localidades como Peso da Régua, Pinhão o Provesende.
LAVAUX, SUIZA
Los famosos viñedos de Lavaux, junto al lago Leman, conforman una de las zonas de viñedos más grandes de Suiza. Sus terrazas construidas sobre pronunciadas laderas fueron merecedoras de su distinción como Patrimonio de la Humanidad e invitan a recorrerlas a pie, en bici o tren. Más todavía en otoño, sumando al viaje la visita a una bodega con degustación de sus excelentes vinos.
PITIGLIANO, TOSCANA
Casi cualquiera de los pueblos que salpican la región italiana de la Toscana enamoran a primera vista, como este de Pitigliano, no tan conocido como San Gimigniano o Montepulciano, pero igual de encantador. Ubicado sobre un promontorio y entre viñedos, el paseo por sus calles medievales o su barrio judío es una delicia, casi tanto como degustar su vino Bianco de Piticliano, con denominación de origen y fama entre los vinos toscanos.
LAKE DISTRICT, INGLATERRA
No hay experiencia más bucólica que perderse por la región británica de Lake District, con sus 16 lagos plagados de nenúfares, aldeas auténticas con encantadores cottages, bosques de tilos y secuoyas y casitas salpicadas a orillas de lago. Situado al norte de Inglaterra, es el mayor parque nacional del Reino Unido, ubicado entre montañas brumosas y valles escondidos perfectos para esta estación del año.
BLED, ESLOVENIA
Bajo los Alpes julianos, junto a un lago glaciar y con su fotogénica isla coronada por la iglesia de la Asunción. Así es esta localidad eslovena que se cuela cada año entre las más bonitas de Europa. Lo realmente bello es el paisaje que la rodea, especialmente en otoño, con los colores del bosque enmarcando el lago y reflejándose en sus gélidas aguas, o en invierno, cuando estas llegan incluso a congelarse. La mejor manera de disfrutar de este lugar es tomando una embarcación eléctrica para llegar hasta la isla o haciendo una ruta por sus senderos.
LOS DOLOMITAS, ITALIA
En los Alpes italianos, al pie de las montañas conocidas como los Dolomitas aguarda todo un catálogo de agradables rutas senderistas para seguir a pie o en bici, pequeñas granjas, casitas rurales o agroturismos donde alojarse y bosques que en otoño visten los colores más increíbles. Es la temporada perfecta para los amantes de la naturaleza y para los que gustan de disfrutar de deportes al aire libre.
VALLE DE WACHAU, AUSTRIA
Este valle célebre por sus vinos, donde en cada aldea hay una bodega, se ubica a apenas 90 kilómetros de Viena. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en sus laderas se descubren pequeños pueblos con sus viñedos, castillos y bosques que acompañan al discurrir del Danubio. Imprescindible Melk, uno de los más bonitos del valle, con su famosa abadía.