Apenas tiene trescientos de habitantes, pero este pequeño pueblo del concejo de Pravia ya se ha hecho famoso. Los Reyes Felipe y Letizia le entregan esta semana el galardón que reconoce el trabajo de sus vecinos por haber sabido mantener la riqueza de su legado indiano y rural. Somao toma el testigo de Asiegu, en el concejo de Cabrales, como Pueblo Ejemplar de Asturias. Pero ¿cuáles son sus méritos? ¿cómo es? Nos situamos muy cerca de la costa, entre Cudillero y la ría del Nalón, y junto a la A-8, la autovía que recorre la cornisa cantábrica, porque es ahí donde nos encontramos, en un altozano que mira al mar, con el flamante galardonado.
Rural cien por cien, la historia de esta localidad tiene en la experiencia indiana uno de sus principales valores, que comenzó cuando, a finales del siglo XIX, José Menéndez Viña viajó a Cuba en busca de las riquezas de ultramar y, a su regreso, con una importante fortuna, fue ampliando su casa natal, El Noceo, hoy una joya única de la arquitectura indiana, con sus bonitos jardines y su hórreo.
Tras José Menéndez Viña repitieron la experiencia en Cuba otros de sus parientes y conocidos, dando lugar a un patrimonio indiano de los mejor conservados de Asturias, que hoy permanece prácticamente intacto y podemos ir descubriendo en un paseo por sus calles, pues la prosperidad también repercutió en el conjunto que forman las escuelas, la iglesia o el cine (hoy centro social), en torno a una gran explanada.
Para detenernos, un montón de palacetes: la esbelta Casa de la Torre, conocida como Casa Amarilla, de 1912; El Marciel o el Chalet de Solís, junto a la iglesia, con cubierta de influencia francesa y alicatada en un brillante azulejo rosa; Villa Radis, con espléndidas vistas, o La Casona, de grandes dimensiones, con capilla-panteón modernista, una galería rodeándola y en su fachada principal, orientada al mar, una imponente escalinata. Pero hay muchas más: la Casa de Doña Basilisa, La Marroquina, La Capilla…
Entre las tradiciones de Somao, la de la elaboración del queso Afuega’l Pitu (doafuegalpitu.com), uno de los más antiguos del Principado, de textura compacta y firme y con denominación de origen, que podemos comprar en la quesería artesanal La Peñona (queserialapenona.jimdofree.com) es prueba de esa actividad económica que –más allá de su tradición ganadera y labriega de antaño– también ha sido valorado para su elección como Pueblo Ejemplar. Como también la de sus trabajos comunales o la elaboración de sus coloridas alfombras de sal, que se exhiben en las fiestas patronales y dinamizan la vida local.
Además del Somao indiano, está el genuinamente asturiano, el de su arquitectura rural, sus hórreos, pajares y paneras, sus lavaderos y sus fuentes, que tiene muchas, como la de los Abedules, en un bonito entorno y sus tradiciones.
Y para disfrutar con la vista, los dos miradores desde los que se contempla la desembocadura del río Nalón y todo el entorno que rodea a Somao, el de Monteagudo y el de la Peñona, bonitos lugares además para hacer una comida campestre en sus áreas recreativas a la sombra de robles y castaños.
Aunque Somao no tiene playa, a 5 minutos en coche está la del Aguilar, que recibe su nombre del arroyo que desemboca en ella y es uno de los arenales más hermosos de la costa occidental asturiana. Con todo tipo de servicios, no reside su encanto en lo inaccesible del enclave, sino en su ancha franja de arena, con más de 600 metros de largo y también en el paisaje de peculiares peñas que asoman entre la arena y el mar. Entre las rocas se esconde una curiosa gruta erosionada llamada Palacio de la Cueva.