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Lanzarote según César Manrique, para una ruta en coche


14 de septiembre de 2020 - 16:32 CEST
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Esta isla canaria no sería lo que es hoy en día sin la figura de este gran artista que entendió la belleza única de la isla en la que nació y la necesidad de preservarla. Un recorrido en coche recalando en los centros que fue creando por todo su territorio hace más de cincuenta años (y que siguen siendo tremendamente modernos) es esencial para comprenderla y disfrutarla.

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LA CASA DEL VOLCÁN

El punto de partida de la ruta debe ser, sin duda, la Casa del Volcán, en Tahíche, la sede de la Fundación César Manrique, que fue su propia casa. Edificada en un campo de lava aprovechando los huecos y recovecos que las burbujas volcánicas naturales habían creado, aquí empezaremos a entender la visión artística de Manrique, su empeño en mantener y proteger la arquitectura local. Él hizo ver a los isleños la grandeza de esta tierra, su valor, su ingenio, y, poco a poco, todos comenzaron a comprender el lugar tan especial donde vivían (fcmanrique.org).

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JARDÍN DE CACTUS

En el norte de la isla, en Guatiza, la que era antigua cantera de rofe (arena volcánica) abandonada, con una enorme cicatriz en mitad del paisaje, se convirtió en un jardín botánico que hoy alberga unos 4500 ejemplares de cactus de 450 especies diferentes. Cualquier rincón de este jardín es llamativo, hasta la carta de su cafetería, que incluye ¡una hamburguesa de cactus! (cactlanzarote.com. Entrada: 6,50 €).

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LOS JAMEOS DEL AGUA

Conjugar el paisaje con la arquitectura y que el resultado siga siendo orgánico y estético fue la idea con la que Manrique trabajó, buscando, al mismo tiempo, generar recursos de atracción para el turismo que empezaba a llegar a Canarias, siempre teniendo en cuenta la sostenibilidad. Más moderno y visionario no se podía ser. Los Jameos del Agua, en Arrieta, son una de sus intervenciones donde más se pone de relieve. Un jameo es un tubo volcánico al que se le ha desplomado el techo. En uno de esos jameos, César Manrique diseñó un espacio único que contiene jardines, un estanque-piscina, un auditorio y un pequeño lago en el que han evolucionado durante siglos unos pequeños cangrejos endémicos, perdiendo su color y la capacidad de ver (cactlanzarote.com/es/cact/jameos-del-agua/. Entrada: 10 €. Horario especial para conciertos y cenas).

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LA CUEVA DE LOS VERDES

La prolongación de Los Jameos del Agua tiene su entrada varios cientos de metros más arriba y también se convirtió en uno de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote. En otros tiempos utilizada como escondite por la población local para refugiarse de los piratas del norte de África, hoy es uno de los lugares más sorprendentes de las entrañas de este paraíso volcánico, gracias al talento artístico de Jesús Soto, un artista que se convirtió en estrecho colaborador de Manrique (cactlanzarote.com/es/cact/cueva-los-verdes/. Entrada: 10 €).

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MIRADOR DEL RÍO

Del mundo subterráneo pasamos al aéreo en este enclave situado en la punta norte de la isla, en los acantilados de Famara. Aquí César Manrique transformó una antigua batería militar del siglo XIX en un mirador. Totalmente camuflada en la montaña, es el lugar perfecto para contemplar a vista de pájaro la octava isla canaria, La Graciosa. Manrique estudiaba todo y aquí, para seguir con el tema de la ingravidez y la levedad, instaló en el interior unas enormes esculturas móviles que crean un ambiente futurista y etéreo (cactlanzarote.com/es/cact/mirador-del-rio/. Precio: 5 €).

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MONTAÑAS DEL FUEGO

Ese es el poético nombre (pero al mismo tiempo, hiper real) del territorio que ocupa el Parque Nacional de Timanfaya. Para protegerlo, su visita se hace a bordo de autobuses que siguen una estrecha carretera diseñada entre volcanes dormidos y paisajes de lo más delirante. El centro de recepción, con el restaurante panorámico, también fue obra de Manrique. Él diseño igualmente el símbolo del parque: el diablo, cuya silueta aparece en hitos y paredes (cactlanzarote.com/es/cact/timanfaya/. Precio: 12 €. Existen bonos para visitar varios centros).

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LA GERIA

Las cenizas que los volcanes escupieron durante seis años en el siglo XVIII cubrieron un gran territorio que hoy se conoce como La Geria. Era la parte más fértil de la isla, por lo que supuso la ruina de sus habitantes, hasta que descubrieron que, en realidad, la negra ceniza vendría a ser una bendición para el cultivo de la vid. El paisaje de La Geria es hoy una inmensa colmena, un gigantesco lienzo negro tachonado de socavones excavados uno a uno por los lanzaroteños. Manrique fue uno de los primeros en valorar esta maravilla.

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CASA-MUSEO DEL CAMPESINO

No muy lejos de El Grifo, la bodega más antigua de Canarias, de cuya familia propietaria Manrique era amigo (elgrifo.com, ofrece visitas con degustación), se encuentra el lugar que levantó como reconocimiento a los campesinos, esta casa-museo que es un resumen de la identidad de Lanzarote. La entrada es gratuita. Acoge un restaurante con un menú diario de comida tradicional a buen precio

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MUSEO INTERNACIONAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO

Ubicado en el Castillo de San José, en Arrecife, César Manrique también está detrás de este lugar, pues fue él quien convenció a las autoridades locales para transformar esta antigua fortaleza en un museo de arte, lo que se hizo realidad en 1976. Hoy el MIAC alberga obras de Picasso, Miró, Zóbel, Sempere, Pancho Lasso o Tàpies entre otros. La huella de Manrique está igualmente en el restaurante, un moderno y creativo espacio con una terraza acristalada.