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travesia nautica  peregrino ria de arousa© Andrés Campos

El Camino de Santiago más original, en velero

Santiago no está en la costa, pero como peregrinos también podemos obtener la «compostela» después de una travesía en barco, bordeando las Rías Baixas y luego caminando un par de horas hasta ciudad del Apóstol. La credencial la sellaremos en ocho clubes naúticos. Es tan válida la peregrinación a pie como a vela.


Actualizado 10 de agosto de 2020 - 12:58 CEST

Recorrer durante un mes los 800 kilómetros del Camino Francés (o mínimo 100 caminando) o en cuatro días la llamada travesía náutica xacobea? Ambas peregrinaciones son válidas para la Archidiócesis de Santiago, encargada de su validez, pero esta última más cómoda: 90 millas a vela y un paseíto final de 5 kilómetros a pie para entrar en la ciudad del Apóstol. La credencial que obtendremos en la Oficina del Peregrino es la misma.

baiona© Gonzalo Azumendi
Barcas a orillas de la península amurallada de Monterreal, presidida por el castillo, hoy Parador de Baiona.

PRIMERA JORNADA

La travesía náutica arranca en Baiona, una hermosa ciudad portuaria, a 32 kilómetros del aeropuerto de Vigo. Sin perder de vista el mar, veremos la península amurallada de Monterreal presidida por su castillo del siglo XII, la réplica de la Pinta en el puerto (este fue el primer lugar del mundo que se enteró del descubrimiento de América) y 6 playas, la mayor de las cuales, la de Ladeira, mide 1 kilómetro. Antes de zarpar, hay que dar un paseo por el casco antiguo, donde a cada paso hay un pequeño templo, una fuente o una casa noble.

De Baiona a Vigo llegaremos navegando en 3 horas, a tiempo para tomar el aperitivo en la calle de las Ostras (oficialmente, rúa da Pescadería) y comer en el Real Club Náutico. Si tuviéramos algo más tiempo, deberíamos subir al monte de O Castro, el origen de Vigo, que ofrece las mejores vistas de la ciudad y de su ría.

Y de Vigo a Cangas del Morrazo, en un santiamén, para tomar el café y dar un paseo por las angostas calles del casco antiguo, con buenos ejemplos de arquitectura marinera, las plazas de Síngulis y Eirado do Costal y la ex colegiata de Santiago. El Morrazo es la península que separa la ría de Vigo de la de Pontevedra y el velero la rodea pasando entre las islas Cíes y el cabo de Home.

islas-cies-desde-el-mar© Shutterstock
Islas Cíes desde el mar.

A babor, en las Cíes, se ve la playa de Rodas, considerada una de las mejores del mundo. A estribor, junto al cabo de Home, la de Melide, también salvajemente bella, pero infinitamente menos conocida. Y por doquier, unas olas respetables que llevan con la penúltima luz a Portonovo.

portonovo© Shutterstock
Panorámica de Portonovo.

SEGUNDA JORNADA

A tiro de piedra de Portonovo está Sanxenxo y, en la otra orilla de la ría de Arousa, Ribeira, cuya lonja es la mayor de bajura de España. Con calma, el barco se adentra en la ría entre multitud de bateas de mejillones y de delfines. Si llegamos a Vilagarcía antes de que se ponga el sol, es buena idea darnos un baño en las tranquilas aguas de la playa urbana de Compostela-La Concha, que extiende junto al puerto deportivo.

dunas-Corrubedo© Shutterstock
Dunas de Corrubedo, con su duna móvil gigante, de un kilómetro de longitud, 250 metros de anchura y 20 de altura.

TERCERA JORNADA

De Vilagarcía de Arousa a Portosín, en la ría de Muros-Noia, pasaremos frente a las dunas de Corrubedo (difícil no ver la duna móvil gigante, de un kilómetro de longitud, 250 metros de anchura y 20 de altura), la playa de As Furnas (la de Mar adentro) y la península rocosa donde se sitúa el castro de Baroña, el más importante de Galicia.

castro-barona© Andrés Campos
Castro de Baroña, con una vista privilegiada, el más importante de Galicia.

CUARTA JORNADA

El cuarto día hay que caminar para explorar la ría de Muros-Noia: el casco histórico de Noia (un pequeño anticipo del de Santiago) y su museo de lápidas gremiales, en la iglesia de Santa María A Nova; el molino de marea de Pozo de Cachón, en Muros, junto al que las mariscadoras pesan la cosecha del día; la preciosa playa de Area Maior, con el monte Louro al fondo, separando las Rías Baixas de la Costa da Morte; los miradores de Paxareiras y Louredo, con vistas hacia la playa de Carnota y Finisterre...

Por la tarde, solo queda acercarse a pie hasta Santiago y recorrer los últimos kilómetros, del alto de O Milladoiro a la plaza del Obradoiro.

santiago-compostela© Shutterstock
Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela.

GUÍA PRÁCTICA

La travesía

Los veleros de Sailway (sailway.es) realizan la travesía náutica xacobea partiendo del puerto de Baiona. Son 5 días (3 navegando), en los que se duerme a bordo, en barcos de 10 a 12 metros de eslora, que disponen de tres camarotes (6 personas). El precio es de 665 € por persona.

Muy útil

Hay que llevar ropa impermeable (las olas salpican) y algún forro polar, pues por la noche refresca. Los paraguas están prohibidos a bordo, por una superstición de la gente de mar.

Dónde dormir

La mejor opción antes de embarcar es pernoctar en el Parador (parador.es), la fortaleza medieval que ocupa la península de Monterreal, con vistas al puerto, a las playas y al mar.

Y para acabar, en el Capitol Boutique Hotel (hotelcapitol.es) de Santiago de Compostela, un moderno hotel de cuidada decoración en pleno casco histórico, pero en un entorno tranquilo.

Dónde comer

En Baiona, en la Taberna Mendoza (pazodemendoza.com), donde probar cocina gallega tradicional con toques creativos en el histórico pazo de Mendoza, frente al puerto. Sobresalientes, el pulpo, las zamburiñas y los arroces. También es un buen hotel de decoración moderna.

También en el Real Club Náutico de Vigo (rcnauticovigo.com), con vistas a la ría y con interesante menú, rico y económico, que también se ofrece los fines de semana.

Junto al puerto de Muros, en Muradana (hotelmuradana.es), con platos tan originales como el carpaccio de pinto curado. Recomendable hotel también.

Parada obligada si se recorre el entorno de la ría de Muros-Noia es Casa Peto (casapetooutes.com), en Outes. Un restaurante de toda la vida, con cocina de leña donde probar buenos pescados y mariscos de la ría.

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