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En pleno valle del Genal la naturaleza se muestra en todo su esplendor. El que es uno de los mejores ejemplos de montaña mediterránea de toda Europa, enamora por la frondosidad de sus bosques de almendros y castaños, y por sus pueblos blancos (y uno azul) colgados en la ladera de las montañas, tan blancos que deslumbran en la distancia.
© ShutterstockY así, prendado del valle y de Gaucín, ha quedado Alexander Fiske-Harrison, escritor y periodista del diario británico The Telegraph, que en su viaje por Andalucía lo describe como «una postal del pueblo más perfecto de España». El bautizado también como «Notting Hill de Andalucía» ha sido durante mucho tiempo el favorito de viajeros ingleses, como el escritor de viajes Richard Ford, además de lugar de residencia de artistas y bohemios de la talla de Víctor Edelstein, uno de los diseñadores favoritos de la princesa Diana, o Lord Sainsbury, CEO de Sotheby’s.
Para descubrirlo tenemos que atravesar todo el valle del Genal y una vez allí subir las empinadas cuestas de sus calles, repletas de macetas con flores, hasta el barrio antiguo y el castillo del Águila. Las vistas desde este punto enamoran a cualquiera. El paraje natural Sierra Crestellina, el valle y hasta el Mediterráneo se divisan desde esta fortificación construida por los romanos y reforzada por los árabes, donde se conservan la muralla, los aljibes, la torre del homenaje, una mina de escape y la ermita del Santo Niño (abre al público de miércoles a domingo y la entrada es gratuita).
© ShutterstockTambién hay que visitar en Gaucín el convento de las carmelitas descalzas y detenerse en la plaza frente a la fuente de los Seis Caños, del siglo XVII, a refrescarse con sus chorros de agua, que seguro que tras la subida apetece, o tomar algo en alguna terracita.
Dónde dormir
Si seguimos las recomendaciones de este periodista-viajero el mejor hotel donde alojarse es el hotel-boutique La Fructuosa (lafructuosa.com), un oasis en medio de la localidad con unas vistas perfectas al valle.
Qué ver en el entorno
Si Gaucín merece una visita no se quedan atrás los otros bonitos pueblos blancos del valle, como Cartijama, de retorcidas callejuelas; Parauta; el tranquilo Pujerra o Faraján, en cuyas dehesas pacen los cerdos ibéricos a sus anchas; Alpandeire, donde visitar la casa natal de Fray Leopoldo, o el pueblo-museo de Genalguacil. El último, Júcar, torna del blanco al azul, cuyas casas están pintadas de un intenso azul pitufo. Y es que hasta él llegan viajeros de todos los rincones del planeta en busca del pueblo que la productora Sony convirtió en 2011 en el decorado perfecto para la presentación mundial de la película de estos simpáticos personajes. Desde luego, no pudieron elegir un escenario mejor que el valle del Genal.
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