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Cerdeña, de punta a punta en busca de sus imprescindibles


13 de julio de 2020 - 19:12 CEST
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ALGHERO

El casco antiguo más pintoresco de Cerdeña es el de la ciudad de Alghero, con sus calles adoquinadas, sus murallas, sus casas antiguas de color ocre, su catedral de Santa María y una buena colección de pequeñas iglesias y palacios de los antiguos nobles catalanes. Y es que la presencia española en la isla duró ¡más de 300 años! lo que no solo apreciamos en su arquitectura, también en el propio idioma, pues en Alghero se habla un catalán medieval. Su puerto es un lugar muy animado para  sentarse en las terrazas de sus bares contemplando la belleza del mar.

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PLAYA DE LA PELOSA

En el antaño pueblecito de pescadores de Stintino, situado en su costa nordeste descubrimos esta fabulosa playa de arena finísima y agua cristalina y calma que más parece una piscina de agua salada natural. Frente al promontorio se encuentra la isla de Asinara, antigua colonia penal y hoy reserva natural protegida, visitable gracias a las excursiones organizadas que parten desde el pequeño puerto marinero.

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CASTELSARDO

El golfo de Alsinara resguardo uno de los pueblos más bonitos de Cerdeña. Una joya medieval que llegó a ser conquistado por el Reino de Aragón, de ahí la torre de defensa aragonesa que posee. Sus fachadas de vivos colores en contraste con el azul del Medieterráneo, las estrechas calles de su centro histórico, la catedral románica –imponente frente al mar– y, un poco más arriba, la panorámica del golfo, merecen prestarle atención.

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PLAYAS DEL SUR

Bellísimas son las playas del sur de Cerdeña, sin aglomeraciones y con hipnóticas color azul turquesa. Un buen ejemplo es Cala Doméstica (en la imagen), a 14 kilómetros por carretera de Porto Flavia, en una ensenada entre escarpadas rocas donde el baño es muy seguro por la escasa profundidad de sus aguas, o también la Cala Fico, en la isla de San Pietro, en un hermoso fiordo calcáreo profundo, ideal para practicar el snorkel o el buceo. Siete kilómetros tiene la playa de Poetto, ya más cerca de la capital Cagliari; y próxima al cabo Carbonaria, la cala Giunco.

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CAGLIARI

Son muchos los pueblos que han dejado huella en la capital de Cerdeña y eso la ha hecho heredera de un rico patrimonio arquitectónico. En lo más alto de su ciudadela están los monumentos más importantes, entre los que se encuentran la catedral –con el santuario de los mártires como joya–, y el Museo Arqueológico, con su colección de gigantescas esculturas pétreas.

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RUINAS DE NORA

Pula es conocida por dos cosas, una como ser destino turístico por sus playas, pero también por su yacimiento de Nora, levantada como ciudad fenicia sobre un promontorio y separada de tierra firme por un istmo, y después convertida en una floreciente ciudad por los romanos, de la que se admiran mosaicos, villas nobiliarias, termas y templos. La visita al parque arqueológico se debe acompañar de la entrada al museo arqueológico de Pula, donde se exhiben piezas encontradas en el yacimiento.
 

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CAPO TESTA

Próximo a Santa Teresa de Gallura «la pequeña Turín» queda el paisaje natural de Capo Terra, curioso por sus originales formaciones graníticas, erosionadas desde hace 300 millones de años. Tan singulares resultan que algunas se llevaron para adornar las columnas del Partenón de Roma, pero también para levantar el Duomo y el Baptistero de Pisa. Un poco más adelante está Cala Grande, conocida también como Valle de la Luna por sus colores y en este entorno, una colección de playas que no tienen nada que envidiar a las del sur de la isla.

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PORTO CERVO

En el noroeste de Cerdeña, Porto Cervo es la capital de la llamada Costa Esmeralda, que en los pasados años sesenta descubriera el Aga Khan para convertirlo en el imán de la jet internacional y que hoy atrae por sus hoteles y boutiques, sus clubs nocturnos y sus campos de golf. Su millonaria marina es un buen punto de partida para una singladura por el igualmente exclusivo Porto Rotondo, Poltu Quatu y Portisco.

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GRUTA DE NEPTUNO

Una panorámica escalera de 654 escalones, la del Cabirol, lleva a los pies de los acantilados de piedra caliza del Capo Caccia, coronado por un faro, donde se sitúa la entrada a esta cueva a nivel del mar que comenzó a formarse hace dos millones de años y fue usada durante el neolítico. Durante las visitas guiadas, que recorren unos 300 metros, podemos admirar sus lagos salinos, las estalactitas y estalagmitas de sus diferentes salas y el lugar en el que en otros tiempos se refugiaban las focas monje, pues el resto está reservado a los espeleólogos.

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LA MADDALENA

Siete islas principales, casi todas deshabitadas, y decenas de islotes forman este archipiélago al noroeste de Cerdeña declarado parque nacional. Entre ellos debemos navegar junto a la exclusiva Costa Esmeralda descubriendo sus calas de aguas azul verdoso, Cala di Volpe, la playa de arena rosada de la islita de Budello, puertos tan exclusivos como Porto Cervo, otros de ambiente más relajado, como Palau, y hasta dar el salto, ya en Córcega, a las callejuelas de Bonifacio.

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TUMBAS DE GIGANTES

Por toda la isla de Cerdeña podemos observar complejos tumularios gigantes de la civilización nurágica, especialmente en la Costa Esmeralda y Arzachena. El de Coddu Vecchiu es uno de los mejor conservados, con un característico frontal formado por una gran estela de granito de dos metros esculpida y a sus lados una serie de piedra. El corredor donde se ubicaban los difuntos, de 9 metros de largo, estaba protegido por un túmulo de tierra.