Arquitectura medieval, encantadoras calles estrechas y adoquinadas, plazas con terracitas, frondosos parques para pasear, barrios con coquetas casas de madera y una colección apabullante de edificios de estilo art nouveau. Nos damos un paseo por su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad, en busca de los imprescindibles de la ciudad.
LOS TRES HERMANOS
Además de las encantadoras calles medievales de la ciudad, como las llamadas Jauniela, Tirgoni o Amatu, que casas de alegres colores, en la de Mazá Pils descubrimos las pintorescas y famosas Tris Brali (los tres hermanos), los edificios de viviendas más antiguas de Riga. A un paso de ellas queda el castillo, hoy la residencia del presidente de Letonia.
CATEDRAL
Curiosa la historia de la Doma Baznica, la catedral ortodoxa de la Natividad, un templo bizantino que durante la época soviética llegó a ser sala de conciertos, planetario y hasta restaurante. La más grande del Báltico sorprende por su llamativo exterior y su mezcla de estilos, desde el románico del claustro, que es ahora Museo de la Historia de Riga, al gótico o el barroco de la torre. En el interior su tesoro es el órgano, al que Franz Liszt llegó a dedicar una pieza en su honor.
PLAZA LIVU
Livu significa letones, a quienes está dedicada otra de las plazas más animadas de la ciudad a cualquier hora del día. En sus numerosos bares o restaurantes podemos degustar las especialidades gastronómicas locales acompañadas de sus suaves cervezas típicas, desde platos como los pelmeni, una especie de masa de pan rellena de carne que se sirve frita o con sopa, a la pankuki, la tarta tradicional.
MURALLA
Una enorme muralla rodeaba Riga en la Edad Media, accesible por ocho puertas de las que solo queda en pie la Puerta Sueca. Justo a su lado queda otro testimonio de su pasado medieval, la Torre de la Pólvora, que actualmente acoge una parte del Museo de la Guerra de Letonia, y es también la única que se conserva de las 18 que tuvo la ciudad.
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
Todo pasa en Riga por esta plaza, la más grande y fotografiada de la ciudad, testigo de los principales acontecimientos históricos de Letonia y en la que confluyen sus principales calles. Además de la catedral, en ella podemos ver, entre otros edificios, la colorida Casa de las Cabezas Negras, del siglo XVI, que durante siglos fue el epicentro cultural de la ciudad; y el Museo de Arte, que ocupa la antigua Bolsa. Una placa octogonal en el suelo recuerda el lugar en el cual, durante la Nochebuena de 1510, se plantó un árbol de Navidad, el que parece ser el primero de una larga tradición que pervive en muchos países.
UZVARAS PARKS
La mayoría de los visitantes que llegan a Riga se quedan en el casco antiguo de la ciudad, pero al otro lado del río Daugava espera la otra cara de la ciudad, la de sus barrios de herencia soviética, pero con algunas sorpresas, como este parque que acoge el Monumento a la Victoria, un memorial erigido junto a las aguas de un pequeño lago y visible desde varios puntos de la ciudad. Más céntricos los parques Bastejkalns, el Jardín Vērmanes y Kronvalda, atravesado por un canal.
CAPITAL DEL ART NOUVEAU
Con más de 800 edificios modernistas a cada cual más bello, Riga es capital del art nouveau, la ciudad con más construcciones de este estilo en el mundo. Para descubrirlas hay que pasear por las calles de Elizabetes, Antonijas, Strelnieku y Alberta, donde se concentran los más sobresalientes, y dejarse sorprender por los diseños de sus fachadas, decoradas con motivos florales, dioses clásicos humanizados, duendes, bestias mitológicas, y, en el interior, por su rica ornamentación y sus escaleras sinuosas. El mejor punto y final a esta ruta urbana espera en la calle Alberta, donde se encuentra el Museo Art Nouveau, ubicado en el apartamento de 1903 donde el destacado arquitecto letón Konstantins Peksens residía y tenía su estudio.
IGLESIA DE SAN PEDRO
La torre de acero de este templo luterano, la más alta de la ciudad (123 metros de altura), ofrece desde sus plataformas panorámicas una extraordinaria vista sobre los tejados rojos del casco antiguo, que queda delimitado por un lado con el río Daugava y por el otro con el canal Pilsetas.
MERCADO CENTRAL
Desde que abriera sus puertas en 1930 el que es uno de los mercados más grandes de Europa del este es una visita imprescindible en Riga. Bajo la imponente arquitectura de sus cinco pabellones, construidos hace un siglo como hangares de zepellines, se puede pasar un buen rato comprando y degustando todo tipo de productos gastronómicos.
MONUMENTO A LA LIBERTAD
El esfuerzo de la nación letona por la libertad y la independencia se simboliza con esta obra de arte de granito que se levanta a 42 metros de altura. Sus 56 esculturas, repartidas en varios niveles, representan acontecimientos y personalidades importantes en la historia de Letonia. El monumento lo corona una mujer tallada en cobre llamada Milde, que levanta tres estrellas doradas que representan a las tres regiones históricas del país.