Julio y agosto, cada fin de semana, una escapada por España

DE SAN SEBASTIÁN A PASAIA POR LA SENDA JACOBEA (GIPUZKOA)

Un sendero de gran recorrido, que también es camino jacobeo y georruta, une la capital guipuzcoana y Pasaia (en la imagen), un pueblo marinero de postal, atravesando el monte Ulía. Paseando por él se divisa el faro de la Plata y la factoría marítima Albaola, donde están construyendo una réplica fiel de un ballenero vasco del siglo XVI. La mejor manera de hacer la ruta de vuelta es a bordo de un velero histórico, el Lucretia (ostartesailing.com), que da paseos los fines de semana por la ría de Pasaia (15€ por persona). Si optamos por hacer la vuelta de Pasaia a San Sebastián en este velero cuesta 250€, es decir unos 20€ por persona.

EN EL EXPRESO DE LA ROBLA (LEÓN-PALENCIA-BIZKAIA)

Un tren turístico con el encanto de otra época y las comodidades de un moderno hotel recorre durante tres días las faldas de la cordillera Cantábrica, desde León hasta Bilbao. Por el camino, entre parada y parada, descubriremos lugares tan espectaculares como, en la capital leonesa, la catedral gótica (en la imagen) y la colegiata románica de San Isidoro; la cueva de Valporquero, la Villa Romana de La Olmeda, el Monumento Natural de Ojo Guareña, el museo Guggenheim de Bilbao o, en Portugalete, el Museo Rialia. La vía es estrecha y el trayecto, inolvidable. El precio por persona del viaje de tres días en habitación completa y con visitas incluidas, 800 €.

MÉRIDA (BADAJOZ)

Para imaginar cómo vivían los romanos solo hay que dar un paseo por esta ciudad extremeña y rebobinar hacia aquellos tiempos remotos de circos y anfiteatros, de gladiadores y bacanales. La que fuera Emerita Augusta es, además del gran tesoro de la Vía de la Plata, un auténtico museo a cielo abierto. El Teatro y el Anfiteatro, el Museo Nacional de Arte Romano (en la imagen) y Templo de Diana son los imprescindibles que no hay que perderse.

DE SITGES A VILANOVA I LA GELTRÚ (BARCELONA)

El escarpado entorno del Parque Natural del Garraf ofrece la oportunidad de trazar una ruta con un ramillete de localidades atractivas, desde la bohemia atemporal de Sitges y el encanto marinero de Vilanova –donde visitar el Museo del Ferrocarril de Cataluña– hasta el esplendor rural de Olivella o la opulencia arquitectónica con la que los indianos sembraron Sant Pere de Ribes, donde también se puede hacer una visita a sus bodegas. Desde Masia La Fassina (fassinadejafre.com/es/) se organizan rutas guiadas por el Garraf a pie o en bici para disfrutar de la naturaleza.

EN LA SIERRA DE URKIOLA (BIZKAIA)

Hayedos y valles poéticos, un impresionante santuario, la vertiginosa cresta caliza donde vive la diosa Mari y un puñado de caseríos-restaurante donde se borda la cocina vasca, como Durango, que es conjunto monumental. En una ruta por el Parque Natural de Urkiola debemos seguir, además, la senda que trepa a la cumbre del Anboto (una ruta circular de casi 11 kilómetros, unas 4 o 5 horas) para emocionarnos con las vistas del valle de Atxondo. A tan solo 500 metros al norte del Santuraio de Urkiola hay que asomarse la mirador de las Tres Cruces con unas vistas increíbles para los que no quieren hacer el esfuerzo de subir al Amboto.

POR EL DESIERTO DE LAS PALMAS (CASTELLÓN)

El pulmón verde de la ciudad de Castellón es el Desierto de las Palmas, un parque natural de espléndida vegetación mediterránea que se puede recorrer cómodamente en coche. Por el camino descubriremos las ruinas del Castell Vell, un castillo musulmán que fue el origen de la ciudad; el centro de interpretación de este espacio protegido (donde arrancan las principales sendas); un monasterio carmelita (desiertodelaspalmas.com) y la cumbre de este espacio, el pico Bartolo, desde la que se atisba el mar que baña las islas Columbretes, a 59 kilómetros de la costa. Muy cerca, en Benicàssim se puede visitar un conjunto de villas históricas.

ROAD TRIP POR EL BAIX CAMP (TARRAGONA)

Encaramado a centenares de metros sobre el Mediterráneo, el Castillo Monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou (en la imagen, iglesia del castillo) es la mejor atalaya para comenzar un inolvidable recorrido por la comarca del Baix Camp hasta las playas de l’Hospitalet de l’Infant. Por el camino encontraremos rica gastronomía y termalismo en Montbrió del Camp, el Parque Samá (parcsama.es), los paisajes de Montroig del Camp que Joan Miró disfrutó en su juventud (masmiro.com) y hasta las playas de L’Hospitalet de L’Infant.

ESPINAREDO Y EL RÍO DEL INFIERNO (ASTURIAS)

El río del infierno, que nace en los montes más altos del concejo de Piloña, refleja en sus aguas los siete puentes que lo cruzan y los 26 hórreos de Espinaredo, un conjunto etnográfico sin igual en el Principado. Río arriba deslumbran magníficas arboledas de castaños, robles y hayas, grandes pozas y cascadas y un espectacular desfiladero: la foz de Moñacos. Infiesto, la capital de Piloña, queda a 47 kilómetros de Oviedo.

DE FERROL A SANTIAGO (A CORUÑA)

Unos cinco días se tarda en recorrer a pie el camino de Ferrol a Santiago que seguían los peregrinos ingleses antes de que Enrique VIII rompiera con la Iglesia católica. Ahora bien, si lo hacemos en coche, deteniéndonos a darnos un baño aquí y a comer allá, solo dos. Y es una buena forma de explorar el terreno antes de planear la visita al Apóstol en 2021, el próximo año jacobeo. El casco antiguo de Pontedeume, el castillo de Andrade (en la imagen), la Playa Grande de Miño (con 1400 metros está considerada una de las mejores de España) y Betanzos son paradas en la ruta.

Si quieres más información sobre estas rutas, las puedes encontrar desarrolladas en el especial ¡Hola! Especial Viajes 2020.