Telc es una pequeña ciudad de cuento entre Bohemia y Moravia que parece salida de un cuento de Hans Christian Andersen. Su centro histórico forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
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Las coloridas casas adosadas que rodean la plaza principal de esta ciudad de la República Checa son uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista al norte de los Alpes. Bajo sus arcadas abren tiendecitas y cafés.
A Lord Zachariáš de Hradec, el gobernador de Moravia, se debe la reconstrucción de las casas de la plaza principal que hoy lleva su nombre, tras el incendio ocurrido en 1530 que devastó la ciudad. También es el artífice de convertir el castillo de piedra de Telc en un elegante castillo residencial (en la imagen).
Al final de la alargada plaza mayor encontramos el Zamek, un palacio renacentista que pasa por ser una de las joyas de la arquitectura de Moravia y que en su origen fue un castillo gótico. En su interior destaca el Salón Dorado, con vistas al jardín, pero también las salas de los Caballeros y la Africana, la biblioteca y las habitaciones de los últimos habitantes del palacio.
En otro tiempo, la muralla y los estanques que rodean el centro histórico de Telc servían de defensa a la ciudad, hoy son un espacio para disfrutar de la vista y del paseo. Rodeados de vegetación, se ven barquitas sobre sus aguas y a la gente pescando en este agradable entorno.
En la plaza mayor de Telc, de grandes dimensiones, también podemos ver otros monumentos de interés, como la columna barroca dedicada a la Virgen María, de 1716, y la iglesia de San Jacobo, con una torre de 60 metros de altura. También interesantes son la iglesia del Nombre de Jesús, con la residencia jesuita, y la del Espíritu Santo.
A medio camino entre Praga y Viena, Tels se encuentra a 160 kilómetros de la capital de Chequia (unas dos horas en coche), y a hora y media desde Brno. También se puede llegar desde Viena en unas dos horas. En la imagen, detalle de una de las casas renacentistas en esquina de la cidad.