SORIA
Calatañazor, esa pequeña y bonita villa medieval que parece haber quedado anclada en el tiempo, con una intensa historia fronteriza y un entorno privilegiado, forma parte, como otros muchos pueblos sorianos, de la España despoblada, esa que un día empezó a quedarse sola y a la ahora ansiamos regresar. Aunque este verano logremos regresar a estas tierras, mantener la distancia será tarea fácil.
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GR 7
De una punta a otra de la península, desde Tarifa podemos llegar caminando hasta Andorra por este Sendero de Gran Recorrido, el más largo de nuestro país, que, a su vez, forma, parte del E-4, el más largo de Europa (Tarifa-Peloponeso). Así uno puede comenzar a andar y no tener fin, porque arranca en Andalucía (en la imagen, a su paso por la sierra de Cazorla) y atraviesa Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña. En muchos de sus tramos será fácil encontrar la soledad.
SIERRA DE GUADALAJARA
Tan próxima a la capital y, a pesar de ello, Guadalajara es otra de las provincias que forman parte de esa España vaciada, a la que muchos añoramos volver este verano en busca de nuestras raíces. De su soledad saben sus pueblos, aunque a muchos de ellos estén sobrados de encanto, como Valverde de los Arroyos, un pueblo serrano con el pico Ocejón de fondo, sus casas cuajadas de flores, sus tejados de gruesas lajas de piedra y las soberbias chorreras de Despeñalagua en sus inmediaciones.
BOSQUE DE MUNIELLOS
Ubicado dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, está el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Un rincón asturiano de naturaleza excepcional por el que perderse sin necesidad de cruzarse con nadie. Para los amantes del senderismo esperan la ascensión a las lagunas de la Peña, Grande, Fonda y La Isla.
TIERRA DE PINARES
Una masa boscosa de pinares albares y resineros, pero también de muchas otras especies arbóreas, cubre alrededor de 100.000 de hectáreas de las provincias de Ávila, Valladolid y Segovia, y hasta roza la de Burgos, conformando el mayor bosque de España. Este sí que es un auténtico pulmón donde respirar aire puro y guardar la distancia recomendada. Entre sus rincones, la zona a los pies de los Picos de Urbión, el entorno de la Laguna Negra de Soria o el entorno de Pedrajas de San Esteban, en Valladolid, la cuna del piñón.
PLAYA DE DOÑANA
Cómo se procederá para mantener la distancia a la hora de acudir a la playa es todavía una incógnita, pero lo que está claro es lo tendrán más fáciles las más largas. Este es el caso de la playa virgen de Doñana, que, con 28 kilómetros, es el lugar perfecto.
SIERRA NEVADA
Sierra Nevada no es solo para el invierno, es un espacio natural para disfrutar todo el año. Y, además, el parque nacional más grande de España, con una variedad paisajística envidiable. Desde la cima más alta de la península –el Mulhacén–, al valle de las Siete Lagunas, pasear y perderse por sus más de 85.000 hectáreas que se reparten entre Almería y Granada permite mantener las distancias con total seguridad y, de paso, respirar aire limpio.
PASEO MARÍTIMO DE LA CORUÑA
Pasear por la playa es algo que muchos añoramos. Pero en A Coruña lo tienen más fácil que en otros lugares de España, pues tener el paseo marítimo largo de España y de Europa hará que aquí sea más fácil mantener la distancia de seguridad. Son 13,5 kilómetros de longitud los que tiene este espacio peatonal que rodea toda la ciudad, desde O Burgo hasta la zona de O Portiño. Además de andando, el paseo puede realizarse en bici, ya que dispone de un carril habilitado en la mayor parte del recorrido.
DE CALA EN CALA EN UN VELERO
Como alternativa a los espacios verdes de montaña, el mar. Y para disfrutar de baños en solitario en sus calas nada mejor que alquilar un velero y pasar uno o varios días perdidos por cualquier punto de nuestro litoral.
VIA VERDE DE OJOS NEGROS
También larga, muy larga, la de mayor longitud de España es la Vía Verde que une Teruel y la costa valenciana, con 160 kilómetros. Caminando o dando un agradable paseo en bicicleta –casi todo en bajada si se hace desde el interior hacia la costa– permite disfrutar de diferentes paisajes, desde bosques a campos de secano, carrascas de trufas o naranjos.