islas cook paraiso© Cook Islands Tourism

Islas Cook, el paraíso de la Polinesia libre de la pandemia

Este archipiélago perdido en el océano del Pacífico es uno de los pocos lugares del planeta sin ningún caso detectado aún de coronavirus. Su carácter insular y sus medidas de prevención han sido factores determinantes. ¿Quien no quiere escaparse a él ahora mismo?


Actualizado 7 de mayo de 2020 - 11:49 CEST

Hasta hace dos meses, las Islas Cook eran ese destino soñado donde descubrir la magia de la Polinesia. Con capital en la isla Rarotonga y la isla Aitutaki como icono –su laguna está considerada una de las más bellas del mundo–, disfruta además de un clima tropical y una hospitalidad única. Ahora, este pequeño rincón del planeta de la Polinesia neozelandesa suma otro punto a su favor y es que no ha tenido ni un solo caso positivo de Covid-19.

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© Cook Islands Tourism

Isla de Rarotonga en el archipiélago de las Islas Cook.

 

El resultado de que este archipiélago esté libre de la pandemia tiene que ver con el trabajo de protección, saneamiento e información –un aspecto fundamental en un archipiélago compuesto de 15 islas dispersas– realizado tanto por la comunidad como por el sector privado y por el gobierno. Entre las acciones para proteger la salud y garantizar la seguridad, una de las más singulares es la implantación de un sistema de banderas instalado fuera de cada hogar. Este sistema que tiene su origen en los antepasados de los habitantes de las islas, sirve para comunicar mensajes de salud importantes a otros habitantes. La bandera blanca indica que se necesita asistencia médica; roja, que una persona de la familia es un caso confirmado de Covid-19, un color que afortunadamente no ha sido utilizado de momento; naranja, que el hogar tiene una persona mayor o de alto riesgo; y amarillo, que la casa está bajo cuarentena controlada.

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El cuidado de la salud y del medio ambiente es algo propio de la filosofía de los habitantes de estas islas.

Otro factor determinante de este éxito es cultural, y tiene mucho que ver con la filosofía de vida y la espiritualidad de los cookianos, acostumbrados a proteger su pequeño y frágil archipiélago y también la salud de sus habitantes, que relacionan estrechamente con la conservación de su entorno. De hecho, las islas son reconocidas internacionalmente por su férrea protección y legislación sobre el medio ambiente. Esta filosofía, denominada Kia Orana, además de ser el saludo característico entre la comunidad (significa: que vivas una vida larga y plena), es un modo de vida, que se suma a otros valores comunes en las islas. Si Mana Tiaki se traduce en la responsabilidad de proteger estas islas con un propósito sagrado, preservando su cultura y patrimonio ambiental para las generaciones futuras; Meitaki significa todo está bien y gracias, que es así como los lugareños comparten su felicidad.

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Sus estándares de seguridad protegen tanto a lugareños como a visitantes de las islas.

De ese compromiso con el medio ambiente, también dan muestras que en 2020 toda su energía llegará de fuentes 100% renovables, el proyecto de reciclar 200.000 botellas de plástico al año, o firmes legislaciones, como que en las islas está prohibido construir edificaciones por encima de la altura de las palmeras. Todo un ejemplo de conciencia ecológica que está también relacionado con el ámbito turístico.

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Islas  Cook es hoy uno de los pocos destinos libres de Covid-19 en el mundo y están listos para recibir a turistas de todo el mundo en busca del paraíso.

Esencial en estos momentos de dificultad ha sido también el sentimiento de comunidad presente en los lugareños, que se ha manifestado a través de la creación de una gran red de voluntarios. De ahí que numerosos habitantes de este archipiélago de la Polinesia situado entre el reino de Tonga y Tahití se hayan convertido en voluntarios dedicados a la limpieza, el mantenimiento de los vecindarios, o incluso han cedido maquinaria propia para la recolección de frutas, uno de los sectores estratégicos del archipiélago.