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El Taj Mahal o la más monumental declaración de amor


4 de mayo de 2020 - 19:25 CEST
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MARAVILLAS DESDE MI PANTALLA / 26

Después de casi cinco siglos, un imperecedero halo de magia sigue rodeando el icono más reconocible, fotogénico y visitado de la India, Patrimonio de la Humanidad y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Y es que este espléndido conjunto de edificaciones, construido entre 1631 y 1654 en la ciudad de Agra y a orillas del río Yamuna, por el emperador musulmán Shah Jahan, de la dinastía mogol es un símbolo del amor. Un imponente mausoleo erigido en honor de su esposa favorita, Mumtaz Mahal, que le dio 14 hijos, y falleció en el último parto. Cada detalle de esta obra póstuma muestra su naturaleza romántica, mientras la arquitectura del conjunto hace un alarde ininterrumpido en busca de la belleza. Cuando cae la tarde sobre su cúpula de mármol blanco parece hacerse realidad lo que el poeta y filósofo Rabindranath Tagore escribió, que decía que el Taj Mahal era «una lágrima en la mejilla del tiempo».

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SABÍAS QUE…

La construcción del Taj Mahal necesitó el esfuerzo de unos 20.000 obreros durante 22 años, empeñados en una obsesión del emperador y una promesa del desconsolado marido.

El disgusto del emperador al conocer la muerte de la llamada «perla del palacio» le hizo encanecer de la noche a la mañana, y su dolor le hizo dedicar una auténtica fortuna a este elegante complejo.

El inspirador Taj Mahal es tan fotogénico y visitado que corre el riesgo de haberse convertido en una especie de cliché.

El juego de la luz sobre los mármoles no es fruto de la casualidad sino que fue planeado a conciencia por su arquitecto –cuyo nombre no ha pasado a la historia–, que pretendía al parecer con este espectacular efecto hacer constar la presencia de Dios, cuya figura nunca se representa con forma humana en la cultura musulmana.

El mármol blanco de las fachadas fue acarreado a lomos de elefante desde las canteras de Jodhpur, en el Estado norteño del Rajastán; el jade y el cristal que las adornan, de China; y la infinidad de piedras semipreciosas incrustadas por doquier llegaron de Tíbet, Yemen, Afganistán, Egipto, Ceilán, Persia o Arabia.

Según cuenta la leyenda, el emperador quiso edificar un mausoleo gemelo al de su esposa en mármol negro del otro lado del río y unir ambos por un puente de oro. Algo que, de ser cierto, nunca pudo hacer, ya que fue encarcelado por uno de sus hijos en el fuerte de Agra, donde murió mirando su gran obra erigida a la derecha de la curva del Yamuna.

Son muchos los «royals» que se han inmortalizado posando ante el Taj Mahal, desde los reyes de Bélgica a Isabel II o Victoria de Suecia. El príncipe de Asturias y la joven noruega Eva Sannum fueron fotografiados juntos ante él durante un viaje a la India, confirmando así una relación que ya duraba varios años.

El banco de mármol blanco situado delante del emblemático monumento lo convirtió en símbolo la malograda Diana, quien posó en él mostrando al mundo su soledad y desamor el 11 de febrero de 1992. Diez meses después se anunciaría su separación del príncipe Carlos. Desde entonces se le conoce como «el banco de Diana».

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IMPRESCINDIBLES

Admirar el elegante complejo de curvas, cúpulas y minaretes que despuntan sobre los diferentes pabellones de mármol, decorados estos con caligrafías de versículos del Corán delicadas como filigranas y labrados de piedras semipreciosas y mosaicos de motivos florales.

Pasear por los jardines, estanques y pabellones que rodean el mausoleo y admirar bajo su gran cúpula las tumbas de Sha Jahan y su amada reina Mumtaz Mahal.

Visitar el Taj Mahal a última hora del día, con algo más de sosiego, disfrutando de las variadísimas tonalidades que reflejan las fachadas del mausoleo a las distintas horas del día.

Reservar una habitación en el exclusivo Amarvilas (oberoiamarvilas.com) si quieres despertar y que tu primera imagen sea el Taj Mahal, porque todas sus habitaciones tienen vistas al excepcional monumento.

La visión del Taj Mahal al amanecer y el atardecer desde la otra orilla del río Yamuna.

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MUY PRÁCTICO

Para visitar la India se necesita pasaporte con validez mínima de seis meses y visado, que se solicita en el embajada. No es obligatoria ninguna vacuna y sí es muy necesario la contratación de un seguro de viaje

Desde España hay conexiones aéreas a Nueva Delhi, la capital de la India, a partir de 500 €. Desde esta ciudad puede continuarse por tren, carretera o avión a Agra. Los viajes organizados al país incluyen el Taj Mahal en sus recorridos, junto a otros dos imprescindibles, como Benares y Jaipur. Nueve días, a partir de unos 2000 €.

La visita al Taj Mahal puede combinarse con otras ineludibles, como el Fuerte de Agra, el mausoleo Itimad-ud-daulah y las ruinas de la ciudad mogol de Fatepur Sikri.

Puedes encontrar más información sobre India y el Taj Mahal en: incredibleindia.org

VISITA VIRTUAL

Antes de que puedas posar ante el mausoleo en persona, podrás entretenerte con un tour virtual y apreciar todos sus detalles a través de: taj-mahal.net/newtaj/index.html o también en: touristtube.com/Things-to-do-in-Agra/Taj-Mahal-360