© iStockLOS COLORES DE LA SERENA
Los lirios campestres resaltan en los pastos de las dehesas de la comarca de La Serena, en el sur de Badajoz, donde también florecen amapolas, rosas de peonía o cadilloa. Un paisaje de alcornoques, encinas y acebuches escasamente poblado que cambia según se acerca a la orilla del Guadiana, refugio de aves y paraíso para senderistas.
© ShutterstockLOS CAMPOS DE CIEZA EN FLOR
Cieza es el mayor productor de melocotón de Europa y al llegar la primavera sus campos se inundan de flores rosas, rivalizando con las blancas de los albaricoqueros y ciruelos, y con el verde de los demás cultivos. Todo junto pinta unos paisajes difíciles de creer en la Vega Alta del Segura.
JARDINES DE LA COSTA BRAVA
En 1921 llegó a Blanes un ciudadano alemán, Karl Faust, que se dedicó a coleccionar y aclimatar especies vegetales exóticas. De este empeño nació el jardín botánico Marimurtra. Son 15 hectáreas sobre las que crecen más de 3000 especies en el precioso marco de la cala Sa Forcanera, asomada al Mediterráneo. También digno de visitar, el botánico Pinya de Rosa, en el camino a Lloret de Mar, con más de 7.000 especies de plantas de todo el mundo.
© ShutterstockPATIOS DE CÓRDOBA
Mayo es el mes de Córdoba y se pone en evidencia en los patios de la ciudad histórica. Son la quintaesencia de la estética andaluza, con sus paredes encaladas de las que cuelgan jazmines, madreselvas y macetas de geranios, alhelíes, claveles y rosas, su pozo, su empedrado de chinos, sus rejas artísticas y, sobre todo, el olor al jazmín y al azahar de los naranjos que perfuman el ambiente en primavera. La Unesco, ha reconocido el esfuerzo vecinal que durante todo el año hacen los cordobeses para preparar su Festival de Patios, Rejas y Balcones, incluyéndolo en su lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
© ShutterstockCEREZOS EN EL JERTE
Al norte de Extremadura, entre la sierra de Tormantos y los montes de Traslasierra y Sierra de Béjar, el paisaje primaveral del valle del Jerte tiene como protagonista a los miles de cerezos que cubren las laderas de sus montañas. Cuando salen sus flores crean un gran manto blanco que convierte al valle en un lugar mágico. Cada año se celebra por todo lo alto con una fiesta de interés turístico nacional: la fiesta del Cerezo en flor.
© ShutterstockMANZANOS EN FLOR EN LA COMARCA DE LA SIDRA
Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y, por supuesto, Villaviciosa dan vida a la comarca de la Sidra, un espacio natural de Asturias con un denominador común: la producción sidrera, elaborada con el fruto de los miles de hectáreas de manzanos que crecen en ellos. Cada año, entre marzo y abril, las plantaciones de manzanos se convierten en el mejor photocall natural de fondo rosa y blanco por el estallido de su flor.
© ShutterstockROSAS EN EL PARQUE DEL OESTE
Unos 20.000 ejemplares de rosales, de unas 600 variedades distintas florecen cada primavera en el jardín de La Rosaleda del Parque del Oeste, un emblemático espacio verde madrileño situado muy cerca de la Plaza de España y el Templo de Debod. En 2006 fue galardonada por la Word Federation of Rose Societies con el Award of Garden Excellence, reconociéndola como una de las Rosaledas excepcionales del mundo.
© ShutterstockLA SIERRA DE GREDOS, EN AMARILLO
El piorno serrano es un arbusto propio de las montañas de la zona centro de España: Guadarrama, los montes de León, la sierra de Gata… y, sobre todo, la sierra de Gredos. En primavera, cuando florece, una avalancha amarilla de flores colorea sus paisajes y en su vertiente norte se celebra cada año con el Festival del Piorno en Flor, en el que hay talleres de demostración de usos tradicionales del piorno, degustaciones, visitas a distintos puntos de observación, concursos de decoración, música, rutas en la naturaleza…
© ShutterstockLOS COLORES DEL TEIDE
El llamativo color rojo de las flores del tajinaste, un endemismo de las Canarias de curiosa forma que puede llegar a alcanzar los dos metros de altura, combinado con el amarillo eléctrico de la retama, reclaman la atención en el paisaje volcánico de las Cañadas del Teide durante la primavera. Los miradores del Tabanal Negro, los Azulejos y del llano de Uanca ofrecen las mejores vistas de este espectáculo cromático.
© iStockLOS MELOCOTONEROS DE AITONA
Los campos de labor que rodean Aitona, un rincón de la provincia de Lleida, a 25 minutos en coche de la capital y a orillas del Segre, parecen de anuncio durante los meses de marzo y abril. Todo porque sus melocotoneros y otros frutales (albaricoques, nectarinas, paraguayos y platerinos), reponsables de dinamizan económicamente la zona, se cubren de flores y explotan en tonos rosáceos.
