En Galicia ha surgido una «nueva» isla

Se llama Néboa y es imaginaria, pero esta «nueva» isla ha inspirado un trepidante thriller televisivo en el que el paisaje gallego es protagonista. Nos embarcamos en un recorrido por los mejores escenarios naturales de la imponente costa coruñesa, coincidiendo además con el entroido, el famoso carnaval de Galicia.

La nueva isla está a 11 kilómetros de la costa del Ortegal, y, de una manera o de otra, tiene una buena parte de realidad, porque muchos de sus rincones existen de verdad en la costa gallega y son espectaculares, desde imponentes acantilados a bosques animados, espectaculares miradores o paisajes agrestes que no pueden ser más fotogénicos.

O BARQUEIRO

En el concello de Mañón, O Barqueiro es un pueblo diminuto, pero muy bonito, al resguardo de la ría del mismo nombre, que hace de frontera natural entre las provincias de A Coruña y Lugo. Sus casas de arquitectura marinera pintadas de vivos colores y dispuestas de forma escalonada hacia el puerto componen una imagen de lo más evocadora. Para disfrutar también, los pescados frescos que llegan cada día a su puerto.

ESTACA DE BARES

Los imponentes acantilados de Estaca de Bares, el punto más septentrional de la península, dividen las rías de O Barqueiro y Ortigueira. A este soberbio enclave suma su faro –que hace de alojamiento en el thriller– y cerca del cual están los restos de varios molinos y un observatorio ornitológico. Otro rincón que no pasa inadvertido es el Porto de Bares, donde degustar un exquisito arroz con bogavante frente a la playa.

SEMÁFORO DE BARES

Muy cerca del cabo y del faro, justo en la entrada de la ría, esta antigua construcción militar de vigilancia marítima luce hoy como un coqueto hotel de naturaleza (hotelsemaforodebares.com) que también ha servido para rodar algunas escenas interiores de la serie. Lo mejor: sus vistas espectaculares de la ría.

FERROL

Con zonas verdes, plazas, pero además con museos, una ruta de arte urbano de las Meninas reconocida por la Unesco, un entorno natural para caminar y un litoral de extraordinaria belleza, Ferrol lo tiene todo para el paseo. Pero es que además está el castillo de San Felipe, el de la Palma, frente a él, la gran obra de ingeniería del siglo XVIII del Arsenal, el barrio de la Magdalena, sus extensos arenales a mar abierto o el Camino Inglés de Santiago que atraviesa la ciudad. Mil lugares para no parar.

PLAYAS

PLAYA DE ESTEIRO

Es su entorno rural, su arena blanca y fina, sus dunas lo que conforman la impresionante belleza natural de esta playa de Mañón ventosa y con una zona de fuerte oleaje y otra de aguas tranquilas que resulta perfecta para pasear (En la imagen)

PLAYA DE REBORDELO

En la lista de los cinematográficos arenales gallegos también habría que incluir el de Rebordelo, en el municipio de Cabana de Bergantiños, con su forma de media concha y ubicada en un entorno virgen, con bosques de pinos y eucaliptos alrededor.

ACANTILADOS DE LOIBA

Sobre los acantilados del municipio de Ortigueira está «El mejor banco del mundo». Fue una mano anónima quien talló esta frase en el banco que un vecino del lugar mandó colocar en este lugar y la repercusión fue tal que provocó fue un efecto llamada a nivel planetario. El sitio es privilegiado, porque sentados en él se observan, desde el plano más cercano, el islote horadado de Gavioteira y la playota de Coitelo, ejemplos del resto de siete kilómetros de cantiles espumeantes que se suceden en este tramo de costa.

CARIÑO

Salpicada de agrestes paisajes y coronada por la sierra de A Capelada, la sinuosa ría de Ortigueira se abre paso entre el cabo Ortegal y el de Estaca de Bares. En ella se descubre el pueblo de Cariño, con su animado puerto pesquero, y la espectacular playa de Morouzos, un larguísimo arenal de dos kilómetros frente a la isla de San Vicente.

RÍA DE CEDEIRA

Rodeada de acantilados de 600 metros de altura, la ría de Cedeira es un paraíso natural con forma de doble U que tiene en la playa de Vilarrube su playa más espectacular, en la misma desembocadura del río das Mestas. Pero a este y a otros inmensos arenales suma la cercanía también de los famosos acantilados de A Capelada y la vistosa ermita de San Antón de Corveiro. La generosidad de los vientos en este entorno ha convertido a la cercana playa de Pantín en un paraíso para los amantes del surf, que encuentran aquí un extraordinario oleaje.