Solo apto para valientes y amantes de la adrenalina, así es el ArcelorMittal Orbit (arcelormittalorbit.com), el tobogán más alto y largo del mundo. Situado en el Parque Olímpico Queen Elizabeth, esta atracción se ha convertido en un imprescindible más a la hora de visitar la capital británica. Tiene 114 metros de altura, 21 más que la Estatua de la Libertad de Nueva York, pero durante el recorrido, de 178 metros de largo, hay tramos transparentes y se realizan giros a gran velocidad y caídas de vértigo –la última pendiente tiene 50 metros de caída pronunciada–. Apenas 40 segundos dura el trayecto, pero para muchos puede parecer una eternidad.
Legado de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, este tobogán fue diseñado por el escultor Sir Anish Kapoor y el ingeniero Cecil Balmond y su estructura está construida con acero, del cual el 60% es reciclado.
La peculiar torre incluye otros atractivos, como su mirador 360 grados, desde el que se alcanza a ver el skyline londinense –unos 32 kilómetros de distancia–, o la exposición que cuenta la historia del Queen Elizabeth Olympic Park, ubicada en el lobby.
Para aquellos que no se atrevan a bajar por el tobogán existen también unas escaleras de caracol con 455 escalones y espectaculares vistas que permiten ir admirando el paisaje mientras se desciende.
Si, por el contrario, eres de los que disfrutan de las emociones fuertes hay una opción más: practicar rappel a través de las piezas de acero que dan forma a la escultura. La empresa encargada de ofrecer esta experiencia, cuya duración es de una hora y media aproximadamente, es Wire & Sky (wireandsky.co.uk).
MUY PRÁCTICO
La entrada al mirador cuesta 14 euros, mientras que si, también, deseas bajar por el tobogán son 20 euros.
Para aquellos que quieran probar con el rappel los precios van desde los 85 euros.
La parada de metro más cercana es Stratford, desde aquí solo habrá que andar unos 10-15 minutos para llegar a la torre.