Un tajo descomunal que raja la montaña a lo largo de 12 kilómetros con una separación entre sus paredes de apenas un millar de metros y una profundidad de 990 metros. Así es la garganta de Vikos, perdida en el norte de la península helénica. Una joya natural de la Grecia de interior, solitaria y agreste, que nada tiene que ver con la Grecia de resonancias mitológicas, de las ruinas de la Antigüedad y de las bellas postales de islas mediterráneas pintadas en azul y blanco.
Recorrer esta grieta caliza siguiendo el curso del río Voidomatis supone explorar el corazón del Parque Nacional Vikos-Aoos. Un auténtico jardín botánico y una suerte de zoológico natural donde los dos cañones que le dan nombre (también está el de Aoos, bastante menor) se esconden entre bosques, prados y lagos en cuyas aguas se reflejan el macizo de Tymfi, que forma parte de los montes Pindo. Solo aquí reside casi un tercio de toda la flora griega.
Abordar el desfiladero de Vikos a lo largo de sus múltiples caminos significa también descubrir otro tesoro nacional: el conjunto de 46 aldeas de montaña milagrosamente conservadas al que se conoce como Zagorohoria. Remotas, desperdigadas, con sus viejas casas de piedra y pizarra, sus recoletas iglesias y sus ancestrales costumbres de pastoreo seminómada. Monodendri puede ser el pueblo de partida para seguir el desfiladero que, por escaleras talladas en la roca, puente de piedra y precipicios, pasa por el monasterio de Agia Paraskevi y los miradores de Oxya y Beloi para culminar en los evocadores Megalo Papingo y Mikro Papingo.
DATOS PRÁCTICOS
CÓMO LLEGAR A VIKOS
Desde Madrid y Barcelona en vuelo directo hasta Atenas. Para acceder al desfiladero habrá que llegar a Ioanina, capital de Epiro y puerta de entrada al Parque Nacional Vikos-Aoos, bien por aire o bien por carretera en autobús o coche alquilado, en un trayecto de unas siete horas. Para recorrer el desfiladero, el coche debe dejarse en Monodendri y, si se quiere volver al punto de partida, organizar el transporte de vuelta por la carretera. Existen para ello taxis a disposición.
CUANDO IR
Aunque la garganta de Vikos se puede recorrer en cualquier época del año, la mejor estación es el otoño por la variedad cromática de los bosques.
PARA ALOJARTE
El hotel Mikro Papigo (mikropapigo.gr), en el pueblo del mismo nombre, dispone de spa e impresionantes terrazas con vistas a los picos y ha sido elegido Mejor Hotel & Spa de lujo de Europa en los Global Awards 2016. Primoula Country Hotel (primoula.gr), en Ano Pedina, es un alojamiento-boutique de cuatro estrellas que respeta la arquitectura tradicional, pero con todas las comodidades. Y Zagori Suites Hotel (zagorisuites.gr), en Vitsa, muy cerca de la garganta, ofrece elegantes y espaciosas habitaciones con salón y chimenea.
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