Situado en las afueras de Hernani, a pocos kilómetros de San Sebastián, está el caserío Zabalaga, hogar de las obras del artista vasco Eduardo Chillida. En el interior de este edificio histórico, que data del siglo XVI, se pueden descubrir las de menor tamaño, así como las más de 300 obras en papel y sus primeras esculturas de torso, pero es en el exterior donde reside su magia.
Rodeado de verdes campos, en total sintonía con la naturaleza, se distribuyen sus esculturas más queridas, la esencia de su obra. A lo largo de las 11 hectáreas de terreno, integradas entre hayas, robles y magnolios, más de 40 esculturas, entre las que destacan Buscando la luz (1997) y Lotura XXXII (1998), piezas que el visitante puede admirar, tocar e incluso experimentar desde dentro, ya que algunas tienen espacios en su interior que pueden ser transitados.
Tras ocho años de inactividad, el Chillida Leku abrió sus puertas de nuevo el pasado mes de abril y, desde entonces, todo han sido alegrías. No solo ha recibido a más de 45.000 visitantes, sino que, además, la revista Time ha incluido al museo en su lista World’s Greatest Places 2019, siendo el único punto español recomendado como uno de los mejores lugares del mundo para visitar.
En el interior del caserío se puede ver, además, la muestra dedicada a la serie Peine del viento, una de las obras más emblemáticas del artista, y la exposición Eduardo Chillida, Ecos, diseñada especialmente con motivo de la nueva apertura del museo.
MUY PRÁCTICO
Chillida Leku (museochillidaleku.com/home-dev) abre todos los días menos los martes. El precio de la entrada general es de 12 €. Además, el museo ofrece la posibilidad de realizar, en determinadas épocas del año, una visita nocturna con cena en este entorno privilegiado por 70 €.
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