Años 20, cuatro mujeres fuertes e independientes comienzan su vida laboral en una compañía de teléfonos situada en el centro de la capital madrileña. Lo que comienza como una oportunidad para abandonar el papel de ama de casa se convierte en toda una aventura y en una historia de supervivencia en la que nada es lo que parece. Si quieres viajar en el tiempo, nada como seguir sus pasos por los lugares más emblemáticos de la serie.
El punto de partida del recorrido no puede ser otro que la plaza del Alamillo, lugar en el que se ubica la pensión Dolores, en la que se han vivido amores furtivos, risas, confidencias…. La mítica pensión regentada por doña Lola ha sido, durante las cuatro temporadas de la serie, uno de los puntos de encuentro más importantes de este grupo de amigas.
Después es momento de caminar, de revivir el ambiente de los años 20 paseando por la calle Lope de Vega, esa que cada mañana recorrían Lidia, Carlota, Ángeles y Marga para acudir a su puesto de trabajo en la compañía telefónica y en la que podrás rememorar algunas de las escenas más míticas de la exitosa ficción.
Antes de llegar al lugar en el que se suceden las tramas principales, es momento de echar la vista atrás para recordar el preciso instante en el que Alba (Blanca Suárez) y Francisco (Yon González) se separan en aquella estación de tren, esa misma en la que años después volverían a encontrarse para rememorar su historia. Los andenes que viven las desdichas de estos dos personajes no podían ser otros que los de la estación de Atocha.
¿Preparados para el plato fuerte? El imponente edificio de Telefónica de la Gran Vía es el enclave principal de la serie, la mítica compañía telefónica que unió los destinos de las cuatro protagonistas y que propició el reencuentro de los protagonistas. Es en su puerta donde podrás revivir esas mañanas en las que Carlos Cifuentes (Martiño Rivas) bajaba de su lujoso coche dispuesto a conseguir la dirección de la compañía de su familia, o ver a Alba preparada para reescribir su historia bajo el nombre de Lidia.
La ruta termina en el Paseo de Recoletos y, más concretamente, en el número 31, punto en el que se ubica El Espejo (restauranteelespejo.com). Este precioso pabellón acristalado en el que puedes sentarte a probar su gastronomía francesa o a tomar un café (incluso encontrarte con Penélope Cruz, que ha colaborado en su web) no es otro que el famoso local en el que se reunían las chicas para hablar y gestar sus planes lejos de las miradas curiosas. Un punto y final con mucho gusto.