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Apenas a media hora en ferry de la isla más grande de Malta, la minúscula Gozo, al igual que sus hermanas todavía más pequeñas de Comino y Cominotto, rezuman todo el sabor del Mediterráneo; amén de, incluso en plena temporada alta, una paz imposible de encontrar en Malta, convertida en destino de cursos de inglés veraniegos al haber sido el país colonia británica y albergar a una población totalmente bilingüe.
A caballo entre Sicilia y las costas de África, este archipiélago ha visto desfilar a lo largo de los siglos desde fenicios, romanos y árabes hasta los célebres caballeros de la Orden de Malta, los otomanos y las oleadas de piratas que periódicamente aterrorizaban en sus costas.
Aunque los legados monumentales más importantes de todos estos episodios de la historia quedan encerrados en la isla de Malta, lo cierto es que la más verde y rural islita de Gozo atesora también un buen puñado de ellos: desde los templos megalíticos de Ggantija hasta la ciudadela medieval de la coqueta Victoria, que oficia como su capital, pasando por el sinfín de imponentes iglesias que, con sus desproporcionadas cúpulas, despuntan por lo más insospechado de sus geografías y que, aseguran, fueron erigidas para consolidar la fe cristiana por estos parajes tan próximos a las costas del Norte de África y tan acechados por los piratas sarracenos.
Pero, más que por lo monumental, Gozo enamora por sus rocosas calas desiertas al fondo de un acantilado, por sus bahías color turquesa y sus senderos para caminar, y por escenarios naturales tan poderosos como la gruta en la que la ninfa Calipso pudiera haber retenido siete años a Ulises en su regreso a Ítaca. También por formaciones rocosas como la de Fungus Rock, que emerge de las aguas con sus hechuras de hongo gigante, o por el enorme y vecino arco de piedra que se levanta sobre mar abierto al lado de los acantilados de la ya derribada Ventana Azul, cuyos alrededores esconden unos arrecifes que hacen las delicias de los submarinistas.
Gracias a ponerle límites a la construcción a mansalva se conserva hoy una preciosa islita de lo más respetuosa con el entorno. Salvo en las localidades algo más grandes y turísticas, como Xlendi y Malsaform, todo lo nuevo se ha edificado en casitas bajas y usando la piedra caliza local, por lo que toda Gozo luce un aspecto muy uniforme, sin apenas bloques de apartamentos, y con una costa increíblemente salvaje desde la calita mínima de Hondoq Bay hasta la playa de arena naranja de Ramla.
Y, como guinda, accesible en lancha desde el último extremo de la isla, aguarda también la despampanante ensenada de color aguamarina de la Laguna Azul, entre la prácticamente deshabitada Comino y el islote desierto de Cominotto, tan próximos que incluso pueden cruzarse a nado.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Vuelos directos desde distintos aeropuertos españoles a La Valeta, la capital del archipiélago, con Vueling o Ryanair.
Moverse por Gozo
A pesar de que hay autobuses que enlazan sus principales localidades y dado el tamaño de la isla, las distancias son siempre pequeñas. Lo más cómodo es alquilar un coche en el aeropuerto de La Valeta y embarcarlo en el ferry hasta Gozo, para así poderse mover con libertad por la isla y hacer algunas excursiones culturales a Malta.
Viajes organizados
En cualquier agencia de viajes pueden contratarse viajes al destino, como la que propone Politours (politours.com), a partir de 720 €, con los vuelos, siete noches de hotel, numerosas comidas y cenas y un recorrido por el archipiélago en el que se incluye un día de excursión a Gozo.
Dónde dormir
Entre los mejores hoteles de Gozo están los cinco estrellas Ta´Cenc & Spa (hoteltacencspasannatmalta.com) y Kempinsky San Lawrenz (kempinski.com). Más rurales y personales, las habitaciones y villas de la antigua granja reciclada en cuatro estrellas Cornucopia (cornucopiahotel.com). Y también es de lo más apetecible instalarse como en casa en la colonia de coquetos bungalows Tal Fanal o Ta‘ Sbejha (gozovillageholidays.com).
Dónde comer
La cocina no es el gran fuerte de Gozo, por lo que será mejor ceñirse a restaurantes de la garantía de los dos Tmun, uno con sede en Victoria y otro en Mgarr, (tmunmgarr.com), el más familiar Ic-Cima del puerto pesquero de Xlendi (cimarestaurant.com), con preciosas vistas al mar desde su terraza, o el romántico y exclusivo Ta Frenc (tafrencrestaurant.com), entre Victoria y Marsalforn.
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