La luz del sur de Francia, el encanto de sus pueblos románicos y el aroma de sus campos perfumados siempre han causado fascinación a los que ponen la mirada a la Provenza, y si no, ahí están Renoir, Cézanne y Picasso, que quedaron prendados de ella. Un escenario tan magnífico tiene que descubrirse poco a poco, paso a paso, empezando por los rincones imprescindibles de esta región francesa: Arles, Avignon, Aix-en-Provence, Saint Paul de Vence, Éze y, por supuesto, Grasse, la capital internacional del perfume, que en agosto se inunda de flores gracias a la Fiesta del Jazmín. Una cita que tiene lugar del 3 al 5 y durante la que tienen lugar batallas de flores, música de grupos provenzales en sus rincones y una comida tradicional en los jardines de la Princesse Pauline.
A pocos del Mediterráneo, Grasse se alza sobre una colina desde la que se dominan los coloridos valles llenos de rosas, jazmines, nardos y lavanda que la rodean. Precisamente, son esas flores, que crecen favorecidas por el microclima de la zona, las que sirven para elaborar los famosos perfumes que tanta atracción despiertan entre los que hasta aquí se acercan.
Nada más llegar, lo primero que se descubre es una encantadora ciudad medieval, 1ue por algo Grasse ha sido elegida Villa de Arte y de Historia. Con sus palacetes restaurados de los siglos XVII y XVIII, casas con arcadas y soportales, plazas con fuentes y animadas terrazas, como la des Aires, las vistas panorámicas desde la Cours Honoré Cresp y sus estrechas y sinuosas callejuelas que ascienden hasta su bonita catedral románica dedicada a Notre-Dame de Puy, en cuyo interior se pueden admirar cuadros de Rubens y Fragonard, que nació en la villa, y al que esta dedica un museo.
Otro museo, de arte e historia de Provenza, ocupa el palacete de Cabris, pero el que todo el mundo viene buscando a Grasse es el Museo Internacional de la Perfumería (museesdegrasse.com), donde aprenderlo todo acerca de cómo se elaboran los perfumes, su historia –desde el antiguo Egipto hasta la actualidad–, su evolución e, incluso, poner a prueba el olfato en su jardín-invernadero lleno de aromas mágicos.
Una de las tres plantas del museo está dedicada a sala de exposiciones, en la que se puede ver desde el maletín de María Antonieta al último frasco del nº5 de Chanel de Marilyn Monroe. Y para los que quieran profundizar aún más, el museo organiza talleres donde elaborar nuestro propio perfume y llevárnoslo de recuerdo.
Aprendido todo en él acerca del perfume, lo que toca es hacer una visita a las perfumerías de esta ciudad famosa también gracias a la película El Perfume, basada en el célebre libro de Patrick Süskind, sobre todo a las principales: Molinard, Fragonard y Galimard, que también organizan visitas y talleres en los que se puede participar en todas las etapas de la creación del perfume, desde la recogida de flores hasta el envasado.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Grasse está a 14 kilómetros de Cannes y a 30 de Niza.
DÓNDE DORMIR
Rodeado de jardines, en el Relaix & Chateaux La Bastide Saint Antoine (jacques-chibois.com) o en Bastide St Mathieu (bastide-stmathieu.com), que ocupa una casa señorial del siglo XVIII con jardín y piscina. Más sencillo, pero con gusto, las habitaciones de La Bellaudiere (labellaudiere.com), con buenas vistas desde su terraza.
DÓNDE COMER
Además del restaurante de La Bastide Sant Antoine, con una estrella Michelin, buenas recomendaciones son La Fleur de Lys (la-fleur-de-lys-1.lafourchette.rest) y Lougolin (lougolin.com), donde probar la cocina tradicional de Grasse, de influencias provenzales e italianas.