Sentir el viento en la cara, admirar ciudades y pueblos cargados de encanto desde nuevas perspectivas, disfrutar de la naturaleza y dormir en un «hotel flotante» se antoja como una idea perfecta para vivir una escapada de ensueño. Descubrir parte de Francia y Alemania a través de las aguas del Rhin en un crucero fluvial es una experiencia para al menos una vez en la vida.
Antes de embarcar en Estrasburgo, una hermosa ciudad Patrimonio de la Humanidad capital de la región francesa de Alsacia, hay que pasear por la Petit France, su barrio más pintoresco, detenerse a admirar el reloj astronómico de la catedral gótica o tomar un trago en los winstubs, pequeñas y típicas tabernas de vino. Desde Estrasburgo es posible hacer una excursión a Colmar, uno de los pueblos con más encanto de Francia.
Siguiendo las aguas del que es uno de los ríos más importantes de Europa se llega a la ciudad alemana de Espira, base perfecta desde la que visitar la jovial Heidelberg, en el valle del río Neckar, una ciudad con calles llenas de vida gracias a su ambiente universitario –acoge la universidad más antigua del país–, su historia y su imponente palacio, símbolo de la ciudad.
La navegación continúa poniendo rumbo a Maguncia, cuyo casco antiguo con casas de entramado de madera y plazas de mercado medievales enamoran al instante. La ciudad que vio nacer a Gutenberg, inventor de la imprenta moderna, se presta a un relajado y agradable paseo con varias paradas imprescindibles: la catedral de estilo románico, el Museo Gutenberg, la iglesia de San Esteban y la esquina de kirschgarten, la más instagrameable del lugar.
Los amantes del vino encuentran en Rüdesheim, otra de las paradas de esta ruta, su rincón favorito y en la calle Drosselgasse, llena de bares y restaurantes con música en directo, el lugar perfecto para compartir una copa con amigos y lugareños.
Por el Valle del Loreley, cargado de leyendas y castillos a ambas riberas del Rhin, se llega hasta Coblenza, una de las grandes desconocidas de Alemania. Conocida como «El rincón alemán», está rodeada de viñedos, bosques, cuatro macizos centrales y una larga lista de iglesias y palacios.
Tomando la variante del río Mosela se llega a Cochem, una bonita ciudad medieval rodeada de viñedos, con casas de colores al borde del río y un imponente castillo, el Reichsburg, situado en lo alto de una colina, el lugar perfecto para obtener la mejor panorámica del valle.
Y como broche de oro tres grandes ciudades: la alemana Linz -porque existe otra en Austria- con sus casas de entramados de madera en un casco antiguo medieval, Colonia, con su catedral gótica Patrimonio de la Humanidad que guarda los restos de los tres Reyes Magos de Oriente, y Düsseldorf, una ciudad cosmopolita y cultural donde disfrutar esta vez de arquitectura de vanguardia.
MUY PRÁCTICO
Politours (politours.com) ofrece cruceros fluviales por el Rhin de 8 días/7 noches, con salidas los días 29 de julio, 12 y 26 de agosto, 9 y 23 de septiembre y 7 de octubre desde 650€. O un crucero fluvial por el Danubio, 8 días/7 noches desde 694€.