Road trip por los Pirineos, de San Juan de la Peña a Aínsa
En el monasterio de San Juan de la Peña se inicia un bello recorrido por carreteras de montaña que, bajo las cumbres más altas del Pirineo de Huesca y muy cerca de Francia, llevan sin prisas por valles donde hay mucho que ver y saborear. De lo mejor de los Pirineos.
MONASTERIO VIEJO DE SAN JUAN DE LA PEÑA
Construido aprovechando un eremitorio y con un original claustro románico en la oquedad de la roca, fue el primer panteón de los reyes aragoneses. Por este conjunto monacal románico discurría el Camino de Santiago, y por aquí pasó el Santo Grial, la copa en la que bebió Cristo durante la Última Cena. Del conjunto también forma parte el monasterio Nuevo, que acoge dos centros de interpretación y una hospedería.
SANTA CRUZ DE LA SERÓS
Después de asomarse al Balcón de los Pirineos para observar la panorámica de la cordillera montañosa, se toma la carretera asfaltada que, entre hayas, robles y pinos, desciende, en 8 kilómetros, hasta la localidad de Santa Cruz de la Serós. En este bello conjunto histórico artístico destaca la iglesia de Santa María, una joya románica de visita incluida en la entrada a los Monasterios Alto y Bajo que fue parte de un cenobio de religiosas benedictinas en el siglo XVI. También para visitar la ermita románico-lombarda de San Caprasio, del siglo XI.
JACA
La N-240 pone rumbo a Jaca, la capital de la comarca de la Jacetania. Situada a orillas del río Aragón, en sus calles dos monumentos de referencia, uno civil y otro religioso: la defensiva Ciudadela militar y la catedral de San Pedro, considerada uno de los templos más emblemáticos del primer románico español. Pero también salen al paso la Casa Consistorial, en la calle Mayor; la Torre del Reloj; el Fuerte del Rapitán, el Museo Diocesano o el puente de San Miguel, por donde han cruzado a pie miles de caminantes en su peregrinar hacia Santiago de Compostela.
A solo 18 kilómetros de Jaca está Sabiñánigo, desde donde se toma la N-260 que lleva a Biescas, un referente como lugar de veraneo, y luego continúa hacia el puerto de Cotefablo pasando cerca de la ermita de San Bartolomé de Gavín, de Yésero, de Linás de Broto, de Viu y de un mirador sobre el valle de Broto.
TORLA
Pero antes hay que desviarse obligatoriamente a Torla, puerta de entrada al exuberante cañón del río Arazas, es decir, al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, declarado Patrimonio de la Humanidad. Lo más recomendable es parar el motor, apearse del coche y seguir la excursión senderista hacia el fondo del Circo de Soaso, donde a tres horas de suave caminata se desploma la afamada cascada de la Cola de Caballo… Un poco antes, a medio camino, otras no menos espectaculares como son las de Arripas, el Estrecho, la Cueva o las Gradas de Soaso. Situado junto al aparcamiento de Torla, desde donde en época de máxima afluencia parte el servicio de acceso en transporte público al valle de Ordesa, se encuentra el Centro de Interpretación de Ordesa (tel. 974 48 64 72), en el que ofrecen información del paisaje, la fauna y la flora, además de los recorridos por este espacio natural.
El itinerario sigue el valle del bravío río Ara, el ultimo curso fluvial salvaje de los Pirineos que fluye a sus anchas, sin presa alguna, de principio a fin. En la oficina de turismo de Broto conviene preguntar por el paseo de 15 minutos a la cascada de Sorrosal, donde hay una vía ferrata para los más atrevidos.
AÍNSA
La carretera N-260 es estrecha y sinuosa, y, sin prisas, se conduce valle abajo pasando por Sarvisé, Fiscal, la garganta de Jánovas y Boltaña, en busca de Aínsa. No puede haber mejor colofón para esta ruta, porque Aínsa es pequeña, pero muy bella. En ella hay que admirar su castillo, visitar el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica y el del Geoparque del Sobrarbe, pero, sobre todo, contemplar su plaza Mayor con soportales y callejear por sus dos rúas. En una de ellas abre sus puertas la colegiata románica de Santa María.
LA RUTA DE LAS IGLESIAS DEL SERRABLO
Desde Biescas, una desviación permite admirar el valioso conjunto de pequeñas iglesias levantadas desde mediados del siglo X y hasta finales del XI en la cuenca alta del río Gállego por canteros mozárabes. San Pedro de Lárrede, San Juan de Busa, San Bartolomé de Gavín o las de Oliván y Orós son algunas de las mejores muestras de arte mozárabe en el Pirineo aragonés.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
San Juan de la Peña está a 24 km de Jaca. Para llegar desde Huesca tomar la autovía E-7 hacia Sabiñánigo y Jaca. Continuar por la N-240 en dirección a Pamplona para desviarse en Santa Cruz de la Serós a San Juan de la Peña. Desde allí se inicia este road trip de más de 140 km por carreteras pirenaicas.
Dónde dormir
En la Hospederia de San Juan de la Peña (hospederiasdearagon.com), un lugar cómodo y espacioso en pleno conjunto monumental. En Biescas, en Tierra de Biescas (hoteltierradebiescas.com), un moderno complejo hotelero con jardines, piscina, spa y restaurante de cocina creativa. En Torla, en Villa de Torla (hotelvilladetorla.com), un alojamiento familiar en el casco urbano con piscina exterior climatizada, jacuzzi, gimnasio y servicio de desayunos y cenas. Y en Aínsa, Los Siete Reyes (lossietereyes.com), un hotel con encanto situado en la porticada plaza Mayor.
Dónde comer
En Biescas, en El Montañés (tel. 974 48 52 16), cada vez más reconocido por su cocina y su buena relación calidad-precio. En Torla, en El Duende (restauranteelduende.com), en cuya carta se unen tradición e innovación. La cocina casera de Casa Frauca (casafrauca.com), es una referencia en Sarvisé, como lo es Callizo (restaurantecallizo.es), en Aínsa, porque todo sorprende en este restaurante situado en la plaza Mayor donde se apuesta, ante todo, por los productos autóctonos.
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