Rincones de ensueño en torno a Setúbal

La Estrada da Escarpa es una carretera que discurre a 300 metros de altura junto al mar y enlaza un montón de lugares sorprendentes. Las playas de Setúbal, el castillo medieval de Palmela, el cabo Espichel y las bodegas de Azeitão forman una ruta deliciosa. Todo, a media hora de Lisboa.

Por ANDRÉS CAMPOS

¿Playa o montaña? He ahí el dilema que desvela y divide a tantas parejas y familias cuando se acercan las vacaciones. Menos a aquellas que conocen la sierra de Arrábida, porque está repleta de lo uno y lo otro. Tomando la ciudad portuguesa de Setúbal como centro, tras pasear por la siempre animada Avenida Luisa Todi, entrar en el convento de Jesús, una joya de estilo manuelino, en el edificio art decó del Mercado do Livramento, y descubrir el castillo de San Felipe, con unas vistas enmudecedoras y una linda capilla forrada de azulejos, es el momento de descubrir su entorno. 

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PLAYAS DE SETÚBAL

En el parque natural de la sierra de Arrábida hay playas irresistibles de fina arena blanca y agua esmeralda y, justo detrás de ellas, escarpados montes calizos de espesa vegetación. Conduciendo 12 kilómetros hacia poniente por la vertiginosa carretera litoral que culebrea por la cresta de la sierra, a más de 300 metros sobre el mar, se van descubriendo las playas de Albarquel, Comenda, Outão, Figueirinha, Galapos, Galapinhos, Coelhos y Portinho da Arrábida. Las hay salvajes y de difícil acceso, como Coelhos. Y las hay con todas las comodidades, como Portinho da Arrábida, que tiene restaurantes, casas rurales e incluso un pequeño museo oceanográfico, instalado en un fuerte del siglo XVII. Además de las vistas casi cenitales de las playas, también se divisa la kilométrica península arenosa de Troia y el estuario del Sado.

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CONVENTOS Y QUESOS

Pero la Estrada da Escarpa descubre además el antiguo convento franciscano de Arrábida, fundado en estas empinadas soledades en 1542, bodegas que producen el famoso moscatel de Setúbal y pastores que elaboran el no menos célebre queijo cremoso de Azeitão siguiendo la receta que les sopló en 1830 un quesero de la Beira Baixa.

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CASTILLO DE PALMELA

En la estribación más oriental de la sierra se alza este castillo que albergó el principal convento de la orden de Santiago en este país, hoy convertido en pousada. Aquí hay un montón de cosas que ver: la iglesia gótica de Santiago, las ruinas de otra del siglo XII, un museo de esculturas del santo, un espacio arqueológico, otro de transmisiones militares… Pero como no se dispondrá de todo el día, mejor subir directamente a la torre del homenaje, desde donde se contempla la fortaleza entera, el caserío blanco y teja de Palmela y la cercana ciudad de Setúbal. Además, en mismo cerro del castillo y en la vecina sierra de Louro se ven molinos a punta pala, que esto parece Campo de Criptana

QUINTAS Y BODEGAS

En diez minutos desde Setúbal, por la Estrada da Escarpa, se llega a Vila Fresca de Azeitão, parada obligadísima para visitar la Quinta da Bacalhôa, un precioso palacio renacentista rodeado de viñedos y jardines laberínticos de boj, en cuya casa del lago se puede admirar el panel de azulejos figurativos más antiguo de Portugal. A un par de kilómetros, en Vila Nogueira de Azeitão, está la bodega-museo Bacalhôa, del mismo dueño que la quinta, donde los vinos se crían rodeados de obras de arte. Y muy cerca queda la bodega José María da Fonseca, la más famosa y antigua de la zona, que junto con la vecina Fonte dos Pasmados, el viejo lavadero y la iglesia de São Lourenço, forma un núcleo histórico encantador.

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SESIMBRA

A pesar de lo mucho que ha crecido para dar cabida a los veraneantes lisboetas, Sesimbra también conserva viejos y agradables rincones, que aguarda en el extremo occidental de la sierra, con su castillo en el monte y su fuerte en la playa, ambos pulcramente restaurados. Si es hora y hay apetito, es el lugar idóneo para zamparse una caldeirada o un pescado a la brasa.

CABO ESPICHEL

El último confín del parque natural es uno de los parajes más desolados y (a la vez) más hermosos de la costa portuguesa. Además del faro de rigor, hay un santuario mariano y una ermita blanca con una extraña cúpula moruna asomados a unos acantilados de gigantescas rocas planas donde se aprecian nítidamente las huellas de enormes cuadrúpedos. La leyenda dice que son las pisadas de una mula gigante que escaló estos paredones con la Virgen y el Niño a cuestas. La ciencia, que son de dinosaurios saurópodos del Jurásico superior. Las más pequeñas, de crías. Otras, irregulares, de un adulto herido. Que haya perdurado con tal detalle un momento ocurrido hace 150 millones de años es algo realmente milagroso.

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LA ROTA DOS MOINHOS

Este sendero superpanorámico recorre la cresta de la sierra de Louro, entre Palmela y Vila Fresca de Azeitão. Además de una decena de molinos de viento (alguno, rehabilitado como vivienda), están los yacimientos arqueológicos del Alto da Queimada y del Castro de Chibanes. Del primer al último molino hay tres kilómetros (menos de una hora a pie). 

EL PARAÍSO ECO-CHIC DE TROIA

Desde el puerto de Setúbal, un ferry enlaza en pocos minutos con la alargada y arenosa península de Troia, un paraíso ecológico y sostenible con kilómetros interminables de playas vírgenes. Entre dunas y vegetación se camuflan villas y casas exclusivas para los que aman el lujo desenfadado y la privacidad, y al borde de una laguna, donde se concentran las aves y que forma parte de la reserva natural del Sado, las ruinas del que fuera el mayor centro de producción de salazones de pescado del mundo romano.

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GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar

La ruta empieza en Palmela, que está a 43 kilómetros al sureste de Lisboa. El viaje en coche desde España es sencillo: solo hay que seguir la A-5 hasta Badajoz y, ya en Portugal, la A-6 y la A-2. Desde Madrid, son 592 kilómetros, unas cinco horas y media.

Cómo moverse

El único inconveniente de recorrer en coche esta sierra es que, en verano, resulta difícil aparcar cerca de las playas, porque los aparcamientos se llenan a primera hora. Las alternativas son madrugar o ir en barco con alguna de las empresas que ofrecen servicio de taxi acuático en Setúbal (+351 265 545 010).

Dónde dormir

La Pousada de Palmela (pousadas.pt), emplazada en el castillo de dicha localidad, con vistas a la sierra de Arrábida, es una base ideal para explorar la zona. También en Casa Palmela (ouh.pt), una casa señorial del siglo XVII rodeada de viñedos, a medio camino entre Setúbal y Azeitão, en pleno parque natural. Quien prefiera algo más urbano, se hospedará en RM Guest House (rmguesthouse.pt), un alojamiento de diseño con siete amplias habitaciones inspiradas en el mundo de la moda, situado en la avenida principal de Setúbal, al lado del puerto. Y quien quiera playa, Casa da Praça (casadapraca.com), una moderna guest house con decoración marroquí que está a 50 metros exactos de la de Sesimbra.

Dónde comer

En Novo 10 (restauranteonovo10.pt), un local popular de Setúbal donde sirven a toda pastilla pescados y mariscos frescos, asados a la parrilla. Más cool (y caro) es De Pedra e Sal (depedraesal.com), con cocina a la vista en pleno casco histórico de la ciudad, cuya especialidad es la carne a la piedra de sal. En Vila Nogueira de Azeitão, merece la pena hacer un alto en Sabores e Encantos (+351 212 188 485) para tomarse una tosta de queso y un moscatel en su terraza. Y en Sesimbra, en Lobo do Mar (lobodomar.com), para disfrutar del mejor pescado, que uno mismo inspecciona y elige antes de que se lo hagan a la brasa.

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