Skye, el encanto de una isla mágica
Cualquier rincón de Escocia es una invitación a enamorarse de este país de belleza natural inigualable, pero ninguno como el cautivador paisaje brumoso de la isla de Skye, la joya del archipiélago de las Hébridas.
Para adentrarse por carretera en la isla de Skye debemos comenzar salvando el puente sobre las aguas del lago Alsh desde la población de Kyle of Lochalsh. Una vez cruzado recorremos sin prisas la carretera A87 por la costa oriental de Skye y en apenas una hora de coche aparece su capital, la población marinera de Portree. Con su coqueto puerto de casitas multicolor, Portree es una ciudad tranquila donde disfrutar del delicioso marisco y pescado fresco que ofrecen sus restaurantes y un perfecto campamento base para iniciar recorridos por esta isla escocesa.
Una buena opción es dirigirnos al norte, siguiendo la carretera A855, para llegar a la península de Trotternish. Es, sin duda, una de las coordenadas más hermosas de la isla gracias a sus caprichosas formaciones basálticas, algunas tan increíbles como el Old Man of Storr, un pináculo de roca de 50 metros de altura. A unos kilómetros de allí se encuentra una de las instantáneas icónicas de la isla, la cascada Mealt Falls y Kilt Rock así como la hermosa bahía de Staffin.
En el noroeste, la ruta más sugerente es seguir la carretera A850 y en apenas media hora el paisaje nos regala una postal perfecta, de esas que no se olvidan: el castillo de Dunvegan. Esta magnífica residencia y sus espléndidos jardines, sede ancestral desde el siglo XII del clan MacLeod, merece una sosegada visita para empaparse de su historia y de sus misterios, espectro incluido como no podía ser de otro modo en Escocia.
También desde Portree podemos poner rumbo hasta la población de Sligachan, esta vez hacia el sur, punto de encuentro de senderistas y amantes de los espacios libres llegados de todo el mundo dispuestos a disfrutar de escenarios increíbles como la cordillera de Cuillin. En esta parte de la isla es posible visitar Talisker Distillery, la única destilería de Skye, situada a la orilla del lago Harport.
Antes de abandonar Skye, se debe invertir algo de tiempo en descubrir los paisajes de la península de Sleat, quizás, recorriendo caminos forestales como los que ascienden hasta Old Farm y Hilltop Viewpoint, o visitando el castillo de Armadale, del siglo XVII, donde se encuentra el Museum of the Isles.
Buen colofón a la aventura insular es hacer el camino de regreso en ferry desde el puerto de Armadale. El trayecto apenas dura 25 minutos, pero contemplar desde cubierta el espectáculo de las montañas de Skye recortándose entre la bruma antes de llegar al puerto de Mallaig es una experiencia inolvidable.
NO TE PIERDAS…
Si la visita se hace en el mes de agosto no hay que perderse los Skye Highland Games (skye-highland-games.co.uk) que se celebran en Portree, unos juegos tradicionales de las Tierras Altas donde no faltan los lanzamientos de piedras o troncos, concursos de danza y gaitas, degustación de whisky y de delicatesen locales...
GASTRONOMÍA TOP EN LA ISLA
Skye atesora algunas referencias gastronómicas de altura, como el restaurante Kinloch Lodge (kinloch-lodge.co.uk) en Sleat, una acogedora casona situada a orillas del lago en la que su chef, Marcello Tully -se alzó en 2010 con su primera estrella Michelin- aúna en sus creaciones la excelencia de los productos locales con un toque de vanguardia.
En Portree, el restaurante Harbour View Seafood Restaurant, una antigua casa de pescadores donde el marisco es, sencillamente, delicioso.
En Waternish no dejes de visitar Stein Inn (stein-inn.co.uk), el enclave gastronómico con más solera de la isla (empezó a servir comidas en 1790), con 99 referencias distintas de whisky.
Para broche de oro a un recorrido gastronómico nada como recalar en un templo gourmet como Three Chimneys (threechimneys.co.uk) de Colbost, cerca de Dunvegan, uno de los mejores y más galardonados restaurantes de toda Escocia.
¿CÓMO LLEGAR?
British Airways e Iberia conectan Madrid –esta última también con Oviedo, Sevilla, Gran Canaria, Barcelona, entre otros aeropuertos- con el de Edimburgo, mientras que Vueling hace lo propio desde Barcelona y Alicante. Desde ahí en coche de alquiler hasta la población de Kyle of Lochalsh hay unas cuatro horas y media por carretera. También es posible volar al aeropuerto de Glasgow y luego optar de nuevo por el coche de alquiler, también a unas cuatro horas y media de distancia.
¿DÓNDE DORMIR?
En Kinloch Lodge (kinloch-lodge.co.uk), un lujoso hotel en la localidad de Sleat en el que disfrutar de una cálida chimenea de leña, un ambiente relajado y el gusto por los pequeños detalles.
Rosedale Hotel (rosedalehotelskye.co.uk) en el puerto de Portree, con un servicio familiar y atento, así como vistas a la isla de Rassay.
Flodigarry Hotel (hotelintheskye.co.uk) en el corazón de la península de Trotternish con magníficas panorámicas del entorno natural.