Siete cosas de Cascais que vuelven locos a los niños
El mar, la naturaleza, las dunas, los animales en libertad, las excursiones… En esta ciudad a solo 20 minutos de Lisboa y de Sintra hay numerosos planes para hacer en familia y todos ellos divertidos.
APRENDER EL OFICIO DE FARERO
Los faros son lugares mágicos, y el de Santa Marta de Cascais, además de una construcción con mucho encanto, es un museo la mar de divertido. Tras su rehabilitación, en él se puede conocer la profesión de farero, cómo era la vida en un faro y hasta visitar las plataformas del antiguo fuerte donde está instalado.
ANDAR SOBRE LAS DUNAS
Al borde del Parque Natural de Sintra-Cascais, la duna de Cresmina parece no tener fin y además forma parte de un sistema dunar único. Para admirarlas, entender este ecosistema o identificar a las distintas especies animales y vegetales que habitan en él está el Centro de Interpretación de la duna Cresmina, desde donde luego hacer un paseo por libre por las pasarelas que salvan las dunas o una visita guiada en familia.
IR DE PUESTO EN PUESTO POR EL MERCADO DA VILA
En los mercados es donde se palpa la vida de una ciudad. Nada hay más entretenido que pasear entre sus distintos puestos y hacerse con alguna delicia gastronómica. Para aprovechar la visita en familia, hay también lugares para tomar un aperitivo rápido, probar tapas portuguesas o comer pescado y mariscos frescos. Cuando llega la tarde, el mercado se transforma en un gran espacio para que los niños se diviertan.
DEGUSTAR SUS PLATOS FAVORITOS
En Cascais hay restaurantes donde las familias son especialmente bienvenidas. En el centro de la ciudad y próximo a la playa, Palm Tree es una mezcla de restaurante tradicional con terraza, pub para ver deporte y bar con música para bailar. También para ir con niños, el italiano Gordinni Marina, donde probar sus pizzas, pastas, el pan de ajo de la casa y, los amantes de la cocina japonesa, también sushi.
HACER ACTIVIDADES EN EL MAR
La costa de Cascais brinda todas las posibilidades para practicar un montón de actividades y deportes acuáticos. Habrá quien quiera probar su equilibrio sobre una tabla de surf, otros, preferirán ver saltar y hacer acrobacias a los delfines desde un barco, hacer un bautismo de vela, navegar en un catamarán o pasar una jornada practicando la pesca deportiva en familia.
CORRER SIN LÍMITES
Cuando se va con niños lo que se busca son grandes espacios para que corran libremente. En Quinta do Pisao no hay límites, porque la finca tiene una extensión de 380 hectáreas, en las que padres y niños pueden entretenerse montando a caballo, haciendo un pícnic o pasar un rato viendo cómo crean en su huerto productos biológicos.
HACER EXCURSIONES POR LOS ALREDEDORES
Seguir la ruta romántica de los palacios de cuento de Sintra, que queda a 20 minutos, jugar con espadas en el castillo de los Moros, ver las olas de nivel mundial en Ericeira, perderse en un jeep por el Parque Natural de la Sierra de Sintra-Cascais. Cualquiera de estas excursiones puede ser la mar de divertida.