Una ruta por la Costa Daurada a tu aire sin alejarte del mar
Los paisajes que enamoraron a genios como Joan Miró y Pau Casals, las playas de El Vendrell, la huella indiana en Torredembarra, la combinación de modernismo y vermut en Reus o el castillo-monasterio de Escornalbou. Sorpresas no faltan en este recorrido por Tarragona.
EL VENDRELL
No hay mejor lugar para empezar esta ruta por la Costa Daurada que la capital del Baix Penedès. Primero, porque es el lugar donde descubrir a su hijo predilecto y más universal, el compositor y violonchelista Pau Casals. Su casa de verano ha sido convertida en museo y frente a ella abre sus puertas el teatro-auditorio, que lleva su nombre. También a El Vendrell se viene a disfrutar de sus playas, como las de El Françàs, Coma-ruga y, sobre todo, la de Sant Salvador, en la que se levanta un edificio con historia que hoy vive nuevos tiempos. El que fuera un antiguo hospital para tuberculosos, estratégicamente situado para aprovechar las propiedades curativas del agua del mar, es hoy el cinco estrellas Le Méridien Ra Beach Hotel & Spa (lemeridienra.cat), un icono en la zona por su exclusividad y lujo y sus tratamientos de talasoterapia.
TORREDEMBARRA Y LOS INDIANOS
A unos 20 minutos de El Vendrell está Torredembarra, donde se impone seguir la ruta de los indianos que marcharon a hacer fortuna a América, como Joan Güell y Ferrer, el más famoso de Cataluña, industrial, político y economista nacido en el número 7 de la calle que lleva su nombre. El recorrido permite descubrir las numerosas construcciones con fachadas de estilo colonial y frondosos jardines que se fueron levantando tras regresar de su aventura de ultramar, las más significativas de las cuales se encuentran en la actual calle de Antoni Roig.
A poco más de 7 kilómetros de Torredembarra hay que hacer una última parada en la zona para descubrir el castillo de Tamarit, encaramado sobre un promontorio rocoso a orillas del mar y en un entorno de gran belleza, posee un magnífico recinto amurallado y en el interior destaca la abadía, el patio de armas y, en especial, la iglesia de la Asunción.
MODERNISMO Y CATEDRALES DEL VINO
En el interior de Tarragona, a menos de media hora de Torredembarra, una parada en Casa Bofarull (casabofarull.com) para empezar a descubrir el modernismo, el mismo estilo de las llamadas Catedrales del Vino, obra de arquitectos de la talla de Cèsar Martinell, discípulo de Antoni Gaudí o Lluís Domènech i Montaner, y que conforman una interesante ruta. Otro colaborador de Gaudí, Josep Maria Jujol, es el responsable de convertir la que era una gran casa rústica del siglo XVII, Casa Bofarull, en una elegante y vistosa mansión modernista, con dos plantas y una torre-mirador abierta a los cuatro vientos y coronada por una cúpula.
REUS, EN BUSCA DE MODERNISMO
Y hablando de modernismo, la siguiente parada hay que hacerla en Reus, el epicentro de este estilo gracias a la prosperidad económica que vivió a finales del siglo XIX y principios del XX. Para descubrirlo lo mejor es seguir la ruta que recorre las 24 casas modernistas de su casco urbano, entre las que se encuentra la casa de Antoni Gaudí, donde el genial artista pasó su infancia y juventud, y también en el Instituto Pere Mata y la Casa Navàs, proyectados por el arquitecto Domènech y Montaner. En la plaza Mercadal se encuentra el Gaudí Centre, el centro de interpretación del modernismo, donde entender el universo Gaudí. Después de tanto arte, nadie quiere perderse el shopping en las calles más comerciales de la ciudad y por supuesto tomar el afamado vermut local.
CASTILLO-MONASTERIO DE ESCORNALBOU
Primero fue un monasterio de agustinos, luego de franciscanos hasta que después de años de abandono, en 1909 el diplomático y egiptólogo Eduard Toda i Güell lo convirtió en su casa señorial. Así es la fisonomía hoy de este castillo-monasterio ubicado en Riudecanyes. Tras la visita guiada por sus estancias, el claustro y la iglesia, o apuntarse a alguna de las actividades que propone, lo mejor es hacer alguna ruta senderista por el entorno, como las que llevan a la sierra de Montsant y de la Mussara, el Coll de la Teixeta o las montañas de Prades.
PARC SAMÀ
Entre Cambrils y Montbrió del Camp está el Parque Samà (parc-sama.es), el sueño particular del Marqués de Marianao, quien le encargó al prestigioso arquitecto José Fontseré i Mestres la creación de este jardín exótico que acoge una mansión romántica de estilo colonial, lagos, aves, pavos reales y rincones mágicos para pasear. Un oasis junto al Mediterráneo donde dejar volar la imaginación y recrear sin esfuerzo historias de piratas y tesoros.
MONT-ROIG DEL CAMP
«Toda mi obra está concebida en Mont-roig», decía siempre ese genio de la pintura del siglo XX que fue Joan Miró. Esta sentencia deja claro el profundo nexo entre el artista y esta población del Baix Camp, a 10 minutos del Parque Samà, el mejor acicate para embarcarse en una ruta didáctica y divertida para realizar a pie, en coche o en bicicleta siguiendo sus pasos. Con algunos de los cuadros más famosos de Miró en mente, el itinerario pasa por Mas Miró, la casa de verano familiar del pintor, y los lugares del pueblo que más le inspiraron, como la ermita de la Mare de Déu de la Roca y la capilla de Sant Ramón de Penyafort, encaramadas en lo alto de la montaña de arenisca roja que da nombre a la población. La ascensión hasta la ermita y su visita el mejor punto y final para esta ruta que no pierde de vista el mar.