En Madrid gusta innovar, probar platos típicos de otros países y sociabilizar, porque no hay mejor forma de conocer otras culturas y a sus gentes que degustando un bocado de sus platos típicos. Para los amantes del buen comer, hacemos una selección de los mejores restaurantes de comida europea que podrás encontrar en la capital, ocho referencias para chuparse los dedos que animan después a una escapada a sus países de origen.
ITALIA – SOTTOSOPRA
Sottosopra (sottosopra.es) nació en Roma, en el popular barrio del Trastevere, para captar su esencia y convertirla en una cocina artesanal basada en productos naturales y frescos. Tras el éxito cosechado decidieron traer un trocito de ese bello lugar a Madrid. En la calle Puigerdá, 8 –barrio de Salamanca–, se encuentra este espacio gastronómico cuyo nombre significa «patas arriba» en el que cada detalle está escogido con mimo para trasladarte al corazón de la capital italiana. Nada como degustar una de sus burratas con variación de berenjena parmigiana y salsa pesto, acompañada de un roast beef con mayonesa de atún al regaliz y alcachofas fritas a la romana. Para acabar, un típico postre italiano con crema de queso mascarpone, café y cacao amargo.
PORTUGAL – TRAS OS MONTES
Amantes de su tierra, en Tras os Montes (trasosmontes.es) buscan recrear un poquito de Portugal no solo en sus cocinas, sino también en su decoración, ¿cómo? Con candelabros de cristal, el escudo portugués y una réplica de los paneles de San Vicente. Este restaurante, ubicado en la calle Senda del Infante, 28 posterior –Mirasierra–, está especializado en bacalao y elabora desde las recetas tradicionales hasta platos innovadores de elaboración propia. Entre las más de 25 recetas de bacalao, el plato estrella es el bacalao dorao –cocido en leche para después incorporar el huevo y la patata paja al final– y, como no podía ser de otra manera, el pastéis de nata es el favorito para cerrar una buena comida, un pastel de hojaldre relleno de crema con un toque de canela y azúcar glasé.
ALEMANIA – HORCHER
Desde 1943 lleva Horcher Madrid (restaurantehorcher.com/index.html) ofreciendo un menú de calidad y lujo en la calle Alfonso XII, 6, frente al Parque del Retiro. Por este templo del buen comer han pasado personalidades de la talla de Sofía Loren, John Wyne o Salvador Dalí atraídos por sus clásicos que, hoy día, siguen captando la atención de numerosos comensales. Son la perdiz a la prensa y el tradicional Baumkuchen, un pastel «de árbol», sus platos estrella, pero no los únicos. Los arenques a la crema con kartoffelpuffer, la crema de lentejas con croutons y frankfurter o el stroganoff a la mostaza de Pommery son otros platos que no debes perder de vista. Historia y un aire señorial es lo que respira la decoración de este espacio con enormes ventanales.
POLONIA – LA POLONESA
En la calle Narciso Serra 3, en el barrio de Pacífico, está La Polonesa (restaurantelapolonesa.com), un tres en uno polaco –restaurante, cafetería y tienda–, el único en Madrid que cuenta con productos típicos de este país y al que acuden no solo nostálgicos de su tierra afincados en la capital española, sino también amantes del buen comer. Entre sus platos típicos destacan las empanadillas pierogi, el queso oscypek, la sopa zurek (a base de patata y salchichas y servida dentro de un pan hueco) y el codillo asado en cerveza. En este espacio de ambiente familiar podrás encontrar, además, más de 15 variedades de cervezas y otras tantas de vodka. El precio medio de una comida es de unos 25 € por persona. Si quieres ir sobre seguro prueba uno de sus dos menús degustación de 20 y 25 €. En la tienda, podrás hacerte con productos típicos de Polonia e incluso otros por encargo.
GRECIA – KRITIKOS
En el multicultural barrio de Chueca de Madrid hay cabida para sabores de todo el mundo. Y en el acogedor restaurante Kritikos (restaurantekritikos.es), en la calle San Gregorio, 11, es el Mediterráneo el que cobra protagonismo, concretamente, Grecia. Su decoración, en blanco y madera, y su gastronomía transportan a las islas griegas. Para probar, el Exohikó de cordero (hojaldre griego relleno de cordero, verduras y queso), el tzatziki de zanahoria, el kypolou (berenjena asada con yogur, ajos gratinados y salsa de tomate) y su plato estrella, la mousaka. El precio medio por persona es de 22 €.
BÉLGICA - ATELIER BELGE
Para los amantes de la comida belga, Atelier Belge (atelierbelge.es) se ha convertido en todo un referente en la capital gracias a la alta cocina del chef Etienne Bastaits. En la calle de Bretón de los Herreros, 39 todas las técnicas de elaboración en panadería, repostería, salsas, ahumados etc. están realizadas de forma artesanal, y con mucho mimo, en sus cocinas. En este espacio se presta atención a los detalles y no solo en sus platos, sino también en la decoración y el menaje. Entre sus menús de primavera, en los que también hay espacio para la innovación, están: el menú degustación Paseo (28 euros), Menú degustación Belga (35 €) y menú creativo de Etienne (45 €)
INGLATERRA – LOS CHUCHIS
Porque la comida inglesa es algo más que fish & chips, Los Chuchis (911 27 66 06), un bar-restaurante de barrio, pequeñito pero muy acogedor, sirve diferentes especialidades inglesas con las que chuparse los dedos. Ubicado en el multicultural barrio de Lavapiés, este espacio –cuyo nombre no es otro que el apelativo cariñoso con el que se llaman sus dueños Scott Preston y Fer– sirve un trocito de la Inglaterra natal del primero con platos sencillos pero muy resultones. La piel de patata con crema agria y salsa picante, el camembert al horno con ajos asados y el pollo asado con ajos, limón y romero son algunos de los platos estrella, aquellos que quienes los prueban, repiten. Si vas al mediodía puedes optar por su menú a 11,50 € entre semana y 16,50 los fines de semana.
FRANCIA – LES MAUVAIS GARÇONS
De chicos malos va la cosa. Les Mauvais Garçons (lesmauvaisgarcons.es/blog/) es el sueño de Gael Bourg, un francés que se mudó a Madrid con su familia y decidió dar un giro a su vida montando un restaurante. Aquí las cosas funcionan a su manera, desde el punto de la carne –el cual no se elige–, el outfit de sus camareros –libres de escoger su propio vestuario– hasta la carta, en la que solo encontrarás las cosas que a él le gustan. La decoración del espacio va en sintonía con el barrio en el que se ubica, Malasaña, con tintes modernos, gamberros y llamativos. El camembert de leche cruda asada, pimiento de Espelette relleno de arándanos y frutos secos, el tartar de pato con sal loca, parmesano, cilantro, pipas, lima y leche de almendras o la tabla de 5 quesos y mermelada de arándanos casera son algunos de los platos que no te decepcionarán.