Fin de semana en Vitoria (que no solo es ir de pintxos)
Vitoria- Gasteiz es una ciudad eco, un lugar idóneo para vivir y un destino perfecto para aquellos que deseen desconectar y relajarse en un entorno inigualable.
Fue en 2012 cuando la capital del País Vasco se coronó con el galardón de Capital Verde Europea gracias a su anillo verde, sus parques y jardines, su moderno sistema de transporte público y el compromiso de sus establecimientos por ofrecer servicios de primera calidad respetando en todo momento el medio ambiente. Desde entonces, la ciudad no ha parado de innovar y de buscar fórmulas para seguir a la cabeza de los destinos más verdes y apetecibles. Te invitamos a disfrutar de un fin de semana de relax y desconexión en este destino ecofriendly.
SÁBADO
Nada mejor para comenzar el día con buen pie que dar un paseo por uno de sus parques más emblemáticos: el parque de la Florida, situado en pleno centro. Mientras recorres este espacio verde, proyectado como un jardín botánico romántico al estilo de los jardines franceses del siglo XIX, podrás apreciar árboles centenarios de casi un centenar de especies diferentes, lo que evidencia la riqueza natural de esta ciudad, en la que todos los vitorianos viven a menos de 300 metros de un espacio verde.
Tras esto puedes acercarte al Mercado de Abastos (mercadoabastos-eus) y solicitar, si lo deseas, una visita guiada por él para conocer la historia de sus tenderos, acceder a zonas ‘secretas’ del mercado (cámaras de frío, muelles de cargas, sala de elaboración de conservas…) y finalizarla degustando un pintxo y un vino en uno de sus gastrobares.
Una vez has abierto boca, es hora de saborear la rica gastronomía de la zona. Para ello puedes acudir a Sukalki (sukalki.com), un restaurante slow food km 0 cuya carta apuesta por los productos frescos de temporada, y probar una ensalada de bresaola de buey eco, tartar de atún rojo con yema eco de Orduña y trufa negra o unas croquetas de hongos, entre otras delicias.
Después, es hora de perderse por las calles peatonales del casco histórico, donde la vida artesanal sigue muy presente en tiendas tradicionales, como herrerías, zapaterías o cuchillerías. Desde el Ayuntamiento proponen una ruta de los artesanos, en la que visitan hasta diez de estos talleres. Tradicionales son también algunas de sus pastelerías, como la centenaria Sosoaga (sosoaga.com), abierta desde 1868, o La Peña Dulce (tel. 945 26 05 65), donde darte un capricho dulce.
DOMINGO
El segundo día podrás seguir descubriendo la riqueza natural de esta ciudad verde visitando Ataria, el Centro de Interpretación de los humedales de Salburua, principal puerta de acceso al parque del mismo nombre. En su sala interactiva se ve, se oye, se toca y se huelen las plantas y animales de la zona. El espacio ofrece la posibilidad de realizar visitas guiadas tanto dentro del centro como por el parque para conocer sus diferentes hábitats.
Y para fundirte con la naturaleza nada como preparar un pícnic en otro de los grandes parques de la ciudad, el de San Martín. Con más de 80000 m2, este espacio verde cuenta con miles de rosales, once especies diferentes de coníferas y 66 de frondosas. Si no quieres prepararte la comida tú mismo puedes optar por uno de sus locales más healthy, Nonabe (nonabe.es), el primer take away saludable de la ciudad. Entre sus opciones: ensaladas, sándwiches, zumos, bowls y menús completos. Lo mejor es que todas las opciones de su carta están supervisadas por una nutricionista y son perfectas para cuidarse.
Para la tarde, toca un poco de actividad física. Lo mejor para ello es recorrer el Anillo Verde a través de su ruta circular de 30,8 kilómetros, un itinerario perfecto para ir en bicicleta y admirar la riqueza natural y cultural que se extiende alrededor de la ciudad: ríos, humedales, bosques y pequeñas aldeas típicas. Si no dispones de bici, hay empresas, como Lokoloka (lokoloka.com/alquiler-de-bicicletas), en las que puedes alquilarlas. O, si lo prefieres, puedes ir andando por uno de los diez paseos de sus parques, para hacer en menos de dos horas.
DÓNDE DORMIR
El hotel Palacio de Elorriaga (hotelpalacioelorriaga.com) es una casa solariega de los siglos XVI-XVII que ha sido restaurada conservando las características arquitectónicas de la época y que se encuentra rodeada de naturaleza. Es precisamente su gran ubicación y entorno lo que la convierte en el lugar idóneo para desconectar. Si lo prefieres, también está el cinco estrellas Gran Hotel Lakua (granhotelakua.com) ubicado en el norte de la ciudad y conectado con el centro histórico por transporte público.
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