Este año, del 13 al 17 de febrero, Verona recibe a amantes de todas las edades y de todas las partes del mundo vestida de rojo, con luces y decoraciones encantadoras. Durante esos días, el Festival Verona in love (dolcementeinlove.com), que celebra en 2019 su decimocuarta edición, propone espectáculos, música, mercadillos de artesanía, alimentos y vino, recitales de poesía y entretenimiento y eventos románticos como el festival de cine Schermi d'Amore. Todo un abanico de actividades complementarias a la más importante para las parejas: jurarse amor eterno bajo el balcón de Julieta.
LA CASA Y EL SUEÑO DE JULIETA
La pintoresca vivienda familiar de los Cappello, del siglo XIII, es el rincón más visitado de Verona. Tiene una hermosa fachada de ladrillo, un portal de estilo gótico repleto de mensajes de amor escritos en sus paredes, ventanas trilobuladas, una balaustrada externa que une los diferentes cuerpos del edificio y el famoso balcón. En el patio llama la atención la estatua de bronce de Julieta, del escultor Nereo Costantini, a la que es una tradición acercarse para tocar su seno. La leyenda dice que si lo haces regresarás a Verona o encontrarás el verdadero amor.
El acceso al portal de la casa de Julieta se cierra diariamente a las 19.30 y solo los huéspedes de El Sueño de Julieta, con acceso por el patio, pueden disfrutar de este romántico lugar con un poco más de intimidad. El hotel ofrece 16 habitaciones entre 180 y 1.500 euros la noche, según la temporada, y las parejas pueden ser guiadas, si lo desean, a través de un camino de pétalos de rosas que los lleva directamente a la cama. También es posible organizar una boda en este establecimiento, cuyo personal se ocupa de todos los trámites.
LA MEJOR PANORÁMICA
Desde el castillo de San Pedro se observa la mejor puesta de sol de la ciudad y la vista panorámica más espectacular, con el Puente de Piedra, el más antiguo de Verona (siglo I), sobre las aguas del río Adigio formando un bello meandro y todo el conjunto urbano inscrito en el Patrimonio Mundial de la Unesco. El castillo se erigió por encima del Teatro Romano y se puede acceder a sus miradores a pie o en funicular.
LA ARENA DE VERONA
La Arena de Verona, en la emblemática piazza Bra, medía en sus orígenes 142 por 123 metros (siglo I d.C.) y tenía una capacidad de 30.000 personas, lo que le convirtió en el tercer anfiteatro más grande del mundo romano tras el Coliseo y el Anfiteatro de Capua. Su escenario central se empleó para espectáculos de gladiadores y lucha con bestias salvajes y a partir de 1913 fue utilizado como recinto operístico debido a su acústica perfecta. De ahí que los expertos hablen de este lugar como aquel que soñaron Puccini o Verdi. Lo rigurosamente cierto es que María Callas cantó aquí por primera vez La Gioconda en Italia y que el próximo 4 de agosto lo hará Plácido Domingo en el Festival de Ópera de la ciudad. La visita turística cuesta 10 €.
LA DOMUS ROMANA
En Via Zambelli 26, dentro de una sucursal de la Banca Popolare di Verona, se halla uno de los ejemplos mejor conservados de edificios romanos privados de Verona y el norte de Italia. Fue construido a finales del siglo I a. C. y se renovó aún más entre el siglo II y el siglo III a. C., cuando se agregaron los mosaicos que se pueden contemplar hoy en la zona arqueológica descubierta durante las obras de renovación del banco.
LA PLAZA DE LAS HIERBAS Y LA DE LOS SEÑORES
Piazza delle Erbe ocupa lo que fue el antiguo foro romano y hoy es la plaza más hermosa de Verona con su columna del león alado de San Marcos, que recuerda que este territorio perteneció a la República de Venecia, y su popular fuente de la Madonna en el centro. Se llega a ella desde la Arena a través de Via Mazzini, la calle más comercial de la ciudad. Fue mercado de abastos durante siglos, donde las especias y las hierbas abundaban y sus aromas flotaban en el aire, y hoy se vende de todo: ropa refrescos, souvenirs, artesanías y mucho más. Junto a este popular recinto se halla la plaza de los Señores, presidida por la estatua de Dante, y los sepulcros Escaligeros, una obra maestra del arte funerario medieval, donde descansan los Scaligeri, señores de Verona entre 1262 y 1387. Justo al lado de estas sorprendentes tumbas, sorprende la sencillez de la hermosa iglesia románica de Santa María Antica, donde no resulta extraño ver a algún miembro de los templarios católicos, una asociación que cuenta hoy con 1.000 laicos y 60 clérigos.
LA TORRE MÁS ALTA
En la Torre de los Lamberti, construida con ladrillo de toba y mármol, en el siglo XII destaca su gran reloj y sus dos llamativas campanas. Maragona, la más pequeña, servía para marcar las horas y avisar a la población del peligro de algún incendio y Rengo, la más grande, se utilizaba para reunir a los miembros del Consejo Comunal y llamar a los ciudadanos a las armas para defender la ciudad. La torre es la más alta de la ciudad con sus 84 metros y se puede subir en ascensor hasta su parte más elevada desde la que se disfruta de una hermosa vista del casco viejo veronés. El ticket cuesta 8 € y permite visitar también el Museo de Arte Moderno anexo a la torre.
LA ÚNICA ESTATUA DE SHAKESPEARE
Verona debe mucho a William Shakespeare, pues el escritor británico situó en esta ciudad su tragedia Romeo y Julieta, la historia de amor más conocida de todos los tiempos. Es muy fácil recorrer los lugares emblemáticos de los famosos amantes como la Casa o la Tumba de Julieta y la Casa de Romeo, pero curiosamente solo existe un busto de Shakespeare en toda la ciudad. Lo encontrarás en la entrada del Lapidario Maffeiano, uno de los museos públicos más antiguos de Europa (4,50 €), con colecciones de arte griego, etrusco, paleo-veneto y romano, que abre muy cerca de piazza Bra.
LA IGLESIA DE LA BODA SECRETA DE ROMEO Y JULIETA
Verona propone a los viajeros un ramillete de bellas iglesias que te encantarán. Cuatro de ellas se pueden visitar con un billete especial de 6 €: Santa Anastasia, San Fermo, el Duomo y San Zeno. Se recomienda la visita de las cuatro, pero si se dispones de mucho tiempo, las dos más recomendables son Santa Anastasia, un espléndido ejemplo del gótico italiano con riquísimas obras de arte, y la románica de San Zeno, con unos frescos prodigiosamente conservados. Shakespeare situó en su cripta la boda de Romeo y Julieta.
EL CASTILLO VIEJO
Castellvecchio es uno de los más solemnes monumentos de Verona. Su fortificación comenzó en el siglo XIV cuando la familia Scala decidió ubicarlo junto al río para defenderse de los invasores y tener un punto rápido de escape en caso de urgencia. En 1923 dejó de cumplir su función militar y hoy acoge el Museo Cívico d’Arte (6 €).
EL MEJOR CAFÉ Y LA MÁS SABROSA REPOSTERÍA
Un apunte gastronómico para poder apreciar la excelente repostería veronesa es la Pastelería Flego (Vía Stella, 13 y Porta Borsari, 9). Pandoro, Colazione, Torte da Credenza, Ricorrenze o el Macaron de París son algunas de las especialidades más populares que se pueden combinar con un exquisito café en el histórico Borsari, más conocido como Tubino en Verona, un pequeño local con solo dos mesas a medio camino entre Porta Borsari y piazza Erbe. Viendo su escaparate exterior, con las tazas expuestas con todo tipo de tamaños y formas parece una tienda de regalos, pero al entrar a este encantador local el aroma a buen café embelesa a cualquiera.
¿Y otras ciudades italianas para tu próxima visita?
Génova en 48 horas, todas las pistas para conocer lo esencial (y más)
De viaje por Nápoles, cuna de los belenes navideños
Matera, la próxima Capital Cultural Europea no puede tener más encanto
Experiencias que puedes hacer gratis en Roma, por si crees que la ciudad es cara
48 horas en Turín, slow food, vermús y buena vida a raudales