La comarca del Alto Ampurdán esconde tras sus costas y altas montañas preciados secretos por descubrir y, entre ellos, se encuentra Roses una bahía de esencia mediterránea con más de 3.000 años de historia. Un pueblo con mucho encanto y una amplia oferta de actividades con las que vivir una escapada perfecta en un entorno natural único. Para paladares exigentes, para los que busquen aventuras, los que prefieran sumergirse en la historia y la cultura o los que deseen simplemente relajarse a orillas de la playa mientras contemplan una hermosa puesta de sol, esta localidad situada a tan solo 65 km de Girona es todo lo que necesitan.
UN VIAJE EN EL TIEMPO
Declarada conjunto histórico, La Ciutadella debe ser la primera parada en cualquier tour cultural que se precie por Roses. Construida en 1543, encierra tras sus muros yacimientos arqueológicos de diferentes épocas: desde la colonia griega de Rhode, pasando por la villa romana, la necrópolis paleocristiana hasta restos militares de la última ocupación del siglo XVI. Un extenso terreno en el que dejarte llevar por el misticismo y la magia de lo que tiempo atrás se vivió entre dichos muros.
Después, conviene tomarse un tiempo para ascender al castillo de la Trinidad, porque desde lo alto de esta construcción militar se observa una hermosa panorámica de la bahía. Posiblemente te llamará la atención la construcción con forma de estrella de cinco puntas, diseño que sirvió para defenderse de proyectiles enemigos.
Y si de buenas vistas va la ruta, nada como caminar hasta la cumbre de un monte estratégico (Puig Room) en el que se encuentran los restos del Castrum Visigótico, que data del siglo VII. Para rematar este viaje en el tiempo, el dolmen de la Creu d’en Cobertella, uno de los monumentos prehistóricos más grandes de Cataluña, construido con una losa de cubierta de más de 18 toneladas.
EL ESPECTÁCULO DE LA PESCA, DEL MAR A LA MESA
La ambiciosa propuesta culinaria de esta villa mezcla con gran acierto la elaboración tradicional con creativas propuestas y presentaciones centrándose, por supuesto, en sus puntos fuertes: el pescado y el marisco. Ver partir cada mañana a los barcos es todo un espectáculo. Alienados en el puerto como si de una competición se tratase salen todos a la vez a la mar. Si deseas contemplar esta curiosa estampa deberás madrugar y estar allí a las 7, hora a la que parten en busca de los mejores productos. Entre sus platos estrella destaca el Suquet de Peix de Roses, disponible durante todo el año. Importante es maridar estos exquisitos pescados con vinos de calidad como los que ofrecen las bodegas de la comarca bajo la denominación de origen Empordà. Vinos jóvenes, rosados afrutados, blancos con madera… y para después de comer un buen chupito de garnatxa, un vino dulce perfecto para quedarse con un buen sabor de boca.
A pie de playa, con un toque bohemio y unas bonitas vistas, se encuentra L’Ancora de Roses (ancoraroses.com) lugar perfecto para apreciar las especiales creaciones de su chef o tomar un cóctel con vistas y buena música de fondo. Si lo que deseas es probar un buen arroz, en Falconera (Av. Jaume I) son grandes expertos. Preparados al momento y a la vista del cliente, las diferentes formas de cocinarlo las delicias de sus comensales.
Situado en el corazón de la villa de Roses se encuentra El Caimán (elcaimanroses.com/es), un restaurante que además de ofrecer todo tipo de platos de pescado fresco destaca por la gran variedad de postres caseros que prepara. Y, precisamente, pescados frescos es lo que encontrarás en Can Cervera by La Croqueta (Carrer d’en Mairó), un restaurante también conocido por su carne a la piedra, así como por la originalidad con la que bautizan a sus platos, entre los que destaca la trilogía del cerdo.
TRATAMIENTOS INSPIRADOS EN DALÍ
Tanto si buscas un lugar en el que pernoctar durante tu visita a Roses, como si deseas sentirte mimada con los tratamientos más exclusivos y originales, Terraza Hotel & Spa (hotelterraza.com) es una buena elección. Además del circuito de spa, situado en la azotea del hotel con vistas al mar, está Spa Terraza by Mònica Traviesa, un wellness holístico de autor inspirado en el arte, la tradición y el vanguardismo. Aquí podrás probar desde rituales inspirados en Dalí y sus obras con los que encontrar el equilibrio y la armonía de tus chakras, hasta masajes relajantes. Previamente se te realizará un test de kinesiología para determinar qué productos naturales y ecológicos son los ideales para tu piel. ¿Qué más se puede pedir?
UNA PROPUESTA FIT PARA TUS VACACIONES
Si te gusta el deporte, la zona ofrece numerosas rutas senderistas rodeadas de unas impresionantes vistas. Una ruta lineal de unas dos horas y 4,4 km de recorrido sigue el camino de ronda hasta Montjoi y permite disfrutar del paisaje, descubrir la Cala Murtra o la Rustrella zonas de baño escondidas... Si buscas rutas con mayor dificultad puedes atreverte con el GR 92 Cala Montjoi-Cadaqués o el Itinerario Megalítico de Paisaje 3, de 10,6 km. Y si lo tuyo es el mar, practicar diferentes deportes acuáticos: buceo, kayak, parasailing y windsurf, entre otros. ¿Quieres más? Pues alquila una bici o una motocicleta y descubre por tu cuenta este maravilloso rincón catalán.
LA SENSACIÓN DE VOLAR SIN SUBIRSE A UN AVIÓN
Si te van los deportes de riesgo, antes de probar la caída libre, una experiencia única es volar en un túnel de viento. En el de Windoor Empuriabrava (windoor-realfly.com) podrás probar qué se siente es un espacio seguro y supervisado por instructores especializados. Desde el principio todo es como un ritual, desde ponerse el traje, hasta esperar en la antesala, con los nervios propios del momento, a que llegue tu turno de lanzarte a la experiencia. Una vez listos es momento de soltar adrenalina y sentir como tu cuerpo flota, durante unos 2 minutos, gracias a las 4 turbinas de alta potencia que general un flujo de aire que se mueve a una velocidad entre 180 y 300 km/hora. Y para los más valientes en el segundo intento se podrá probar el twister, subir, girar… en definitiva saborear la libertad que se siente al volar.